El corto chileno de ciencia ficción “A.D.A.M.” sigue cosechando triunfos. Mientras su director, Pablo Roldán, continúa juntando los fondos para convertirlo en un largometraje a través de un crowdfunding, ya tiene en marcha el proyecto de realizar un cómic basado en la misma historia.
Para este proyecto, el cineasta reclutó al ilustrador Mauricio Jaramillo y se planea que la historieta sea una precuela que otorgue unas pocas respuestas a lo que se trató en el filme, cubriendo los inicios del programa A.D.A.M. y teniendo a la misma detective (interpretada por Alejandra Araya) como protagonista.
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Jaramillo, quien se ha especializado en fantasía épica, cuenta que entre sus referentes para este proyecto están Richard Lyons, artista conceptual del videojuego “The last of us“, o también el arte conceptual del juego “Detroit become human” y, por supuesto, la cinta “Blade Runner“.
“Androides policías encargados del orden, encargados de lidiar tanto con la gente que los aborrece y los teme, como con los mismos colegas policías que les tienen una suerte de aversión y envidia, es un universo que tiene un sinfín de probabilidades gráficas. En cierto modo, “A.D.A.M.” tiene una relación muy sutil con todo lo que pasa actualmente, injusticias, desigualdad social, corrupción, etc. Creo que será un cómic muy interesante”, cuenta Jaramillo.
Intrigados por esta sátira social y tan disimiles referentes, conversamos con el creador de este universo, Pablo Roldán. De formación proyectista mecánico de la Universidad Técnica Federico Santa María, Roldán tuvo su primera incursión en el cine en 2005 en el mediometraje “Star Wars: Renacimiento“, donde interpretó al villano de la historia, y también trabajó en los efectos digitales.
Desde entonces no ha parado: de forma autodidacta se formó como cineasta y hoy ya cuenta con 17 cortometrajes escritos, dirigidos y producidos por él mismo. Ninguno tan exitoso como “A.D.A.M.”.
En entrevista con La Máquina, el cineasta se refirió a los inicios del corto y su futuro universo expandido.
-¿Siempre te gustó la ciencia ficción? ¿Cuáles son tus principales referentes?
Sí, en todas sus ramas y sentidos. Mis referentes son un champurreado de muchas películas de ciencia ficción. Principalmente, “Star Wars: El Imperio Contraataca” es una de las películas que más me ha marcado. También “Terminator”, “Oblivion”, “Blade Runner 2049” y la saga de “Alien”. De hecho, ADAM en su forma de hablar y de ser está muy inspirado en los androides de Alien: Bishop, Walter y David. Por otra parte, está “Moon“; me gustan mucho esas películas que son minimalistas, que logran meterte en este mundo sin grandes estrafalarias o recursos. “Black Mirror” (serie de Netflix) igualmente me marcó mucho últimamente. Y un videojuego que se llama “Detroit Become Human“, que es una verdadera película.
-Es un género que se ha explorado poco en Chile, ¿qué destacarías de la ciencia ficción chilena? ¿Alguna serie, libro, película?
“Gen Mishima“, que fue muy visionaria y poco comprendida en su momento. Creo que era un proyecto extraordinario que debió ser mucho más apoyado, que quizás no surgió en el momento más adecuado y puede que ahora hubiese tenido más llegada. Ahora, tampoco hay muchas producciones, está “Noche“, también de Inti Carrizo. Libros tienes todo lo de Francisco Ortega, que es el gran referente de la ciencia ficción chilena, a quien también le encantó ADAM y estamos muy orgullosos de eso.
-En una entrevista dijiste que te sirvió como inspiración tanto la realidad social de Chile como de Sudamérica. ¿Hay alguna sátira social acá? ¿Algo que nos puedas adelantar?
Sí, lo que pasa es que “A.D.A.M.” es, en cierta medida, una analogía entre la tecnología como tal y su uso y abuso por parte de la sociedad, y cómo ésta se puede volver en contra de nosotros. Cómo un teléfono celular puede llegar a controlar tu vida, por ejemplo. Pero también es una analogía del uso desmedido de la fuerza y de recursos por parte de las policías, porque los ADAM solo son usados por los policías, entonces son un arma perfecta, que en manos inadecuadas pueden llegar a ser un arma muy funesta.
-¿Cómo fue trabajar con Alejandra Araya, protagonista del corto?
Extraordinario. Ella es una tremenda profesional, le gustó mucho el proyecto, se entusiasmó mucho con el personaje, le imprimió un cuerpo, una envergadura que yo no tenía presupuestada. La verdad es que ella hizo mucho aporte al desarrollo del personaje. Además, ella es una persona extraordinaria, muy amable, humilde, cooperadora, así que realmente fue un gusto y un placer trabajar con ella.
-Cuéntanos del cómic. ¿Cómo llegaste a eso? ¿Por qué en ese formato?
La idea era lograr que ilustradores se entusiasmaran con el proyecto, que vieran el corto, y ver si eso generaba en ellos la intención de ilustrar algo, su propia visión o versión de la historia. En un llamado que hice a través de Facebook con la intención de utilizar esas ilustraciones para la campaña de crowdfunding. Gracias a eso conocí a Mauro Jaramillo, que tiene un estilo que me gusta mucho, y él se entusiasmó mucho de participar como artista conceptual. Y mientras conversamos de aquello, pensamos que sería buena idea hacer un cómic para contar la precuela de la historia. Tú sabes que en ese tipo de películas se utiliza mucho ese recurso, donde la historia alcanza a varias ramas de expresión, llámese cómic, juego, merchandising varios. Y eso nos puede servir también para juntar los fondos necesarios para la película.
-Te encuentras juntando dinero para convertir este corto en largometraje mediante financiamiento colectivo. ¿Qué opinas del sistema de crowdfunding que hay en Chile? ¿Funciona, es lo óptimo?
Estamos haciendo una campaña a través de Idéame. Más que un sistema de crowdfunding propiamente tal, es una manera de apoyar proyectos culturales y artísticos que está instalada a nivel mundial hace mucho rato. Claramente, no es lo óptimo. A pesar de que es muy romántico e interesante, el hecho de que sea la gente quien te colabore, lo ideal sería que hubiese grandes productoras que te apoyaran en proyectos como este. Porque el cine es una industria y eso es lo que necesitamos en Chile, no que el crowdfunding se potencie, sino que haya productoras y gente interesadas en invertir en películas, no solo el gobierno, porque eso también es nefasto. Sí la industria del cine es una de las más importantes en EE.UU después de la venta de armas. No es lo óptimo y esperamos que eso en el futuro cambie.
-De lo anterior tuviste como gran referente a “Uberdriver” de Sergio Cortés (El Borrador), que siguió el camino inverso, partió como un cómic y después se lanzó al tráiler. ¿Estuviste inspirado en esa experiencia de algún modo?
Sí, a Sergio lo conozco hace mucho tiempo. Yo le presenté a Gastón Salgado y le di la idea de convertir el cómic en película. Más que hacer un cómic, Sergio es un escritor que tiene mucha gente, muchos seguidores en Facebook. Tiene un público cautivo que lo ayudó mucho, que es un barra, que es la que lo apoyó, y es un poco lo que nos falta a nosotros. Nosotros tenemos muy pocos seguidores para abarcar el universo de personas que tenía Sergio. Pero indudablemente su material es de muy buena calidad y su película también será muy interesante.
-Esta producción ya ha pasado por distintos festivales, ¿qué recepción ha tenido? ¿Qué comentarios te han llamado la atención?
Sí, hemos pasado por un total de nueve festivales. Dos fueron durante la postproducción: el Festival Working Progress en Lebu y otro en Siria. Los otros 7 festivales fueron en Argentina, EE.UU., Inglaterra dos veces, y en Italia y España. La mayoría de las opiniones han sido muy positivas, la gente quedaba muy impresionada de la calidad de la historia y la factura técnica del corto, todos coinciden en que la calidad pasa como cualquier producción de Netflix o plataforma de streaming. Yo personalmente creo que el hecho de quedar seleccionado en un festival de Europa le otorga un estatus diferente, en términos en que ellos están acostumbrados a ver un cine de mucha calidad. Yo creo que es un reconocimiento y un premio, aunque no ganemos nada, el quedar seleccionado en un festival de ese tipo. Y estamos postulando a por lo menos 20 festivales más.
-¿Alguna anécdota que nos quieras contar del rodaje?
Muchas. Yo creo que lo principal, la gran aura del proyecto “A.D.A.M.” en sí, es que ocurrieron una serie de sucesos que son casi inexplicables, y que se fueron suscitando para que el proyecto llegara a tener la calidad, forma, look and feel que tiene. Por ejemplo, estuvimos mucho tiempo detenidos en la postproducción por los efectos digitales. Porque yo estaba convencido de que el material que teníamos era de demasiada buena calidad para arruinarlo con efectos digitales que no estuviesen a la altura. Entonces estuve mucho tiempo dándome vueltas y buscando, casi un año, y casi por casualidad me topé con Kathryn Ross, que estaba justo estrenando el final cut que hizo de Superman de Richard Dooner. Ella hizo una versión propia, mejorada, de la película de 1978. Y conversamos, se embaló con el proyecto y resulta que el producto final de los efectos es extraordinario.
-Solo a modo de curiosidad, ¿Rick Deckard, es o no es un replicante?
Esa es la pregunta del millón… No sé. Para mí, lo más entretenido de esa pregunta es dejarla flotando en el aire. Si algo me gusta de las historias de ciencia ficción de ese tipo, como “Blade Runner”, es la capacidad de provocarte ese cuestionamiento perpetuo. Que cada vez que la ves de nuevo, puedes encontrar pequeños detalles que te hacen pensar. Me gusta dejarlo como tal vez sí, tal vez no, y que no acabe nunca ese debate, porque es finalmente de donde nace la creatividad y la capacidad de soñar historias nuevas también, la capacidad de maravillarse con historias que uno ha visto tantas veces.