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Entrevista| Mirza, la revolucionaria exponente del neo-soul chileno

El llamado neo-soul se formó como un subgénero del género musical soul a principios de los 90’s en el Reino Unido, teniendo su máxima popularidad a través de la cantante Alicia Keys y su álbum debut ”Song a in a minor” (2001), siendo ganadora de 5 premios Grammys y considerado el mejor disco de neo soul de la historia. Misma carrera persigue Mirza.

A pesar de que en los años venideros grandes artistas como Amy Winehouse y Adele han experimentado con proyectos enfocados en revivir el soul y el R&B, esto no ocurre en el plano chileno, ya que la situación ha sido muy distinta, casi no contabilizando muchos artistas que se enfoquen en este genero tan inusual para el publico de habla hispana.

En ese contexto, la cantante y compositora chilena, Mirza, ha sido la mayor exponente de este género en el suelo nacional, presentándose en las tres ediciones de Victoria Music Camp y en el V Festival de Jazz de Valparaíso, también colaboraciones con el músico nacional Ángel Parra y el trovador Tata Barahona.

Además, Mirza se encuentra en pleno proceso de promoción de su destacado álbum debut ”Desierto boreal”, del cual se desprende el single “Silencio”, que habla sobre el empoderamiento femenino y también un rechazo a cualquier tipo de imposición intelectual, espiritual, sexual o política.

Entre sus proyectos, la artista es vocalista de la agrupación MeryRous desde octubre de 2019, teniendo un paso previo en 2014 como parte de la banda. Sin embargo, luego de la revolución de octubre, no han concretado mayores proyectos en conjunto.

Por ello es que La Máquina estuvo con una de las grandes exponentes del neo soul y del rap chileno, llamada Mirza, quien contó parte de sus inicios, cómo ha sido su exitosa trayectoria, enfatizando el arduo trabajo que significó la producción de su disco y, por supuesto, reflexionando acerca de los tiempos actuales que tiñen de negro el mundo.

N.E.: Esta entrevista a Mirza se realizó de manera remota, debido a las precauciones dictadas para evitar la propagación del coronavirus covid-19.

Parte de tu arte lo denominas neo-soul, para ti Mirza, ¿qué significa para ti esta corriente musical?

Definirse dentro de un estilo musical siempre es difícil, sin embargo el neo soul para mí representa la unión de distintos elementos afrodescendientes, que, por un lado, son musicales, ya sea en la forma de cantar, en las armonías, etc. Y, por otro lado, también espirituales, para mí tiene que ver con recordar la conexión con África, con lo tribal. Esta música inevitablemente me recuerda el viaje del ser humano por este planeta, la idea del viajero cósmico, también me muestra la opresión que han vivido los pueblos por las distintas supremacías racistas, clasistas e incluso lo vemos en los temas de género. El neo-soul me conecta directamente con todo este legado y memoria de dolor, pero también de esperanza, de sueños y el anhelo de cambiar el mundo. 


¿Qué representa para ti “Desierto boreal”?, ¿es solo el comienzo de nuevos estilos que explorarás en futuros discos?

Desierto boreal representa esos lugares hostiles en que a veces nos toca vivir y crecer, pero que por momentos despliegan auras que parecieran ser mágicas. El álbum representa florecer en la adversidad, el arte de encontrar la belleza y la aceptación de nuestras historias, que muchas veces son dolorosas o guardan secretos que no nos animamos a compartir, porque no sabemos cómo hacerlo y solo nos rompe por dentro.

En nuestra sociedad hace muy poco tiempo se empezó a desmitificar el hecho de ir a terapia, por ejemplo, lo cual a mí me parece crucial para descubrir realmente quiénes somos, de donde provienen estas emociones que por momentos nos arrebatan. Nuestro entorno muchas veces nos condiciona a pretender ser algo que no somos, a buscar cosas que ni siquiera sabemos si nos interesan y, bueno, para qué hablar de los traumas que cada quien lleva en su propia mochila.

Sin embargo, un mensaje muy fuerte que me ha llegado desde que empezamos con la producción de este álbum y ahora también con todo el contexto de la pandemia, es que la muerte siempre está al lado de ti, es una compañera desde el día en que nacemos y en este mundo de inmediatez, pareciera que se nos olvida el hecho de que vamos a morir y por mientras pretendemos que somos inmortales. Irónicamente cuando nos enfrentamos a la muerte es cuando más despierta nuestro anhelo de vivir.

¿En qué te inspiras en crear canciones?, ¿qué artistas son tu mayor influencia?

Toda mi vida he escrito canciones, a veces solo para jugar y divertirme, otras veces para abrir mi corazón o expresar emociones muy intensas. Las canciones son mi forma de comunicar pensamientos, deseos y experiencias que he vivido. Después del fallecimiento de mi madre, la música ha sido increíble conmigo, vivir estas emociones ha sido sumamente nutritivo al resignificar a través de canciones, lo intenso que puede ser el duelo.

Desde muy chica me inspiraron músicos de diversos estilos, entre ellos, Jorge Drexler, Esperanza Spalding, Nano Stern, Elizabeth Morris, recuerdo pasar horas escuchando La Oreja de Van Gogh, Cultura Profética, Francesca Ancarola, Nach. Cuando era adolescente recuerdo escuchar full cumbia villera y reguetón, mientras en mi casa solo colocaban música cristiana, a mí me encantaba porque las voces siempre me conectaban con algo superior y mis papás me incentivaron a estudiar esas canciones gospel, que más encima requerían un dominio técnico que me parecía de otro mundo. Actualmente escucho mucho Hiatus Kaiyote, músicas que me inspiran como Pascuala Ilabaca, Francisca Valenzuela, Ella Fitzgerald y sobre todo música de mis amigas cantoras también.

¿Cuál es el mensaje más importante que Mirza desea implantar en sus creaciones?, ¿consideras la introspección humana como una de las temáticas menos exploradas en la música chilena?

Esta producción la comenzamos inspirados en la idea del “Guerrero”, un ser humano capaz de convertirse en “Ser” de conocimiento, capaz de sanarse a sí mismo y al mismo tiempo desarrollar múltiples habilidades físicas, emocionales, psíquicas, ayudándose de los elementos en la naturaleza, de sus maestros y de sus tiranos. Creo en el desarrollo íntegro de las personas, creo en el arte y sé que nos sana, actualmente vemos la injusticia muy latente en nuestra sociedad y es aún más claro en el contexto de pandemia, no existe libertad cuando hay pobreza, pero es también la era del conocimiento y necesitamos conocernos a nosotros mismos, trascender nuestros propios límites, nos quieren dormidos, pero anhelamos florecer aunque sea en este desierto. Mi mensaje habla mucho de aceptación personal, autoestima y valoración interna, es peluo tener un corazón saludable, a veces el dolor es muy fuerte y el contexto no ayuda. 

Por otro lado, respecto a la introspección humana, creo que Chile es tierra de profetas, no solo en la música, sino en la poesía también, pienso Nicanor Parra o en Victor Jara cuando cantaba: “El amor es un camino que de repente aparece y de tanto caminarlo… se te pierde”.

¿Cómo fue la vivencia de haber colaborado con destacados músicos nacionales como Ángel Parra y Tata Barahona?

Fue súper intenso porque ambos tienen grandes personalidades y yo había empezado a escuchar su música desde que entré a la U, entonces era súper emocionante la idea de compartir escenario con ellos, que son sequísimos, transmiten una pasión y conexión que al mismo tiempo te enseña cosas en el quehacer musical. Con Tata Barahona recuerdo que cantando Adicciones y Resentimientos, en una parte hacemos la mímica de que nos fumamos un pito, full coordinados, solo conversamos unas pocas palabras, pero la música fluyó. Con Ángel cantamos juntos Maldigo del Alto Cielo de la Violeta (Parra), yo lo disfruté mucho, me sentía muy agradecida de poder vivir esa experiencia, todo esto en el contexto del Victoria Music Camp, que es un campamento de música que ha ido creciendo maravillosamente, hay mucho talento en nuestro país.

En tus videoclips, podemos ver un montón de símbolos tanto en tu piel, en las locaciones donde se grabó, en la pintura y en tus movimientos, ¿qué desea traducir Mirza con ello?

Por un lado, ciertos elementos vienen de la naturaleza en sí misma, la sutileza, el silencio, pero al mismo tiempo lo cambiante, lo salvaje. Somos hijos de la Tierra. Me inspiran mucho en mi creaciones los símbolos, la astrología, el tarot, los números y los sueños. Actualmente trabajo con el tremendo equipe audiovisual, Barca de Amores y Esencia D, es maravilloso porque somos en porcentaje muchas más mujeres en el equipe, lo cual me parece super necesario, considerando los índices de empleabilidad de mujeres en la industria. De hecho, nos ganamos un Fondart para grabar el videoclip de Desierto Boreal Ahora está todo pausado por la Pandemia, pero esperamos retomar pronto.

Justamente sobre ese último punto, ¿cómo crees que haya sufrido la industria musical con el covid-19?, ¿cómo lo has vivido?

Ufff… lo he sentido como una actualización de software. Yo creo que ha afectado mucho la economía de todos y nuestro cotidiano quehacer como artistas, desde aquellos que se ganan su sustento en la calle hasta los que se lo ganan con giras. En mi caso me toca adaptarme mucho mejor a las redes, ser más creativa en mi forma de hacer clases, cambiar mis métodos, mis rutinas, porque además es mi retorno de Saturno, entonces estoy en una constante transformación.

Pasando más a un plano del futuro, Mirza, ¿en qué festival te gustaría tocar?, ¿tienes algún sueño de llegar a algún recinto o espacio artístico? 

Me encantaría tocar en el Lolla, deseo viajar por el mundo tocando en escenarios de World Music, Festivales de Jazz, festivales a lo largo del país, Coachella. Tengo muchos sueños a largo plazo. También me gustaría mucho recorrer Latinoamérica con esta producción, participar en el Festival de Viña… lo quiero todo.

En un punto más específico, ¿consideras que al artista chileno no le dan importancia en los medios de comunicación?, ¿consideras que el artista independiente tiene una cuesta arriba muy alta?

Totalmente. Es un desafío inmenso ser artista en Chile, si no vienes de familia de artistas, te toca un poco adivinar cómo hacerlo, porque en ningún momento de las primeras etapas de la  educación, se presenta el oficio del músico como algo rentable y real, entonces toca averiguar cómo hacerlo sustentable, mientras en el país, el arte es criminalizado, el artista es marginado de la sociedad, pareciera ser imposible llevar un oficio como músico, a menos que seas famoso o tengas millones para pagar un buen plan de prensa que tampoco asegura el éxito. 

¿Cuáles son las metas de Mirza como artista?

A corto plazo, deseo de todo corazón que la gente disfrute de la música que estamos haciendo, siento que estoy aprendiendo a crear con personas muy hermosas y, aunque a veces es difícil ponerse de acuerdo, me hace muy feliz ver los resultados. También quiero seguir desarrollándome como artista, profundizando en mi lenguaje, que cuando volvamos a los escenarios, disfruten el tremendo show que daremos con la banda presentando estos temas en Santiago, siento que hay tanta música que compartir.

Terminando la pandemia, me gustaría hacer una gira nacional al sur de Chile. La Araucanía y la región de Los Ríos me han entregado mucha inspiración y me encantaría retribuirlo a la comunidad. A mediano plazo me gustaría hacer más colaboraciones con artistas, preparar algunos feats (colaboraciones) interesantes. Un sueño que tengo es cantar con Jorge Drexler y Pascuala Ilabaca; son artistas que me llegan mucho, sería genial crear con ellos.

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