Dos metros me separaaaan, del amor que está en tus sueñoooos…
“A dos metros de ti” es una película de drama y romance adolescente basada en la novela Five feet apart de Rachael Lippincott, Mikki Daughtry, Tobias Iaconis, es escrita por la dupla Mikki Daughtry y Tobias Iaconis (The Curse of La Llorona) y dirigida por Justin Baldoni (actor y director de larga carrera, donde destacan algunas participaciones en Jane the virgin, CSI y Héroes).
Últimamente, ha habido tantas películas de este tipo, que ya se podría pensar en un nuevo subgénero; no nos basta solamente con el drama y el romance, no, caballero, también es necesario agregarle una enfermedad mortal al asunto para que quede aún más cebollero todo.
En este caso, se trata de más ni menos que la fibrosis quística. Para quien no sepa, es una enfermedad hereditaria que básicamente hace que se acumule mucosa espesa y pegajosa en distintos órganos del cuerpo (principalmente en pulmones), dificultando el funcionamiento de estos, a la vez de que genera condiciones propicias para el crecimiento de bacterias. *spoiler médico* Es una enfermedad sin cura y la esperanza de vida de las personas que la padecen es bajísima (en promedio, 40 años en países avanzados y cercano a los 20 años en Chile) y, si bien en la actualidad hay tratamientos que palean la enfermedad, un trasplante de órganos es la mejor posibilidad y sólo da una pequeña ventana de años de sobrevida.
Ahora, volviendo a lo nuestro, esta historia nos sitúa en un hospital, siguiendo la vida de Stella (Interpretada por Haley Lu Richardson, Claire en Split), la típica chica “perfecta” que intenta llevar una vida controlada hasta el más mínimo detalle, continuando su tratamiento al pie de la letra, a la espera de su tan ansiado trasplante de pulmón. También es una persona muy activa en redes sociales y muestra el progreso de su tratamiento por Youtube, con la finalidad de concientizar a la gente sobre su enfermedad.
Por el contrario, tenemos a Will (Interpretado por Cole Sprous, Cody de Zack y Cody, y Jughead en Riverdale), un joven rebelde y malulo, aburrido de llevar una vida llena de tratamientos y que no le teme a la muerte. Su enfermedad le ha pasado la cuenta y la posibilidad del suicidio se hace cada vez más presente en la vida de este chico. Amante del dibujo y el arte gráfico, Will retrata su cotidiano por medio de caricaturas satíricas (tipo MalaImagen), ya que cree que el impacto de ellas es mucho mayor al de las palabras.
Por las casualidades del destino, se conocen en los pasillos del hospital y Stella colapsa al ver la negligencia con la que Will trata su enfermedad (mucho más grave que la de ella). Ella no soporta la idea de que alguien desaproveche el tratamiento médico habiendo tanta gente que no puede acceder a uno, por lo cual se encargará de guiarlo y generar las mejores condiciones posibles para que su pronóstico mejore a cambio de que le permita hacer un retrato de ella.
¿Por qué los médicos no son los que se hacen cargo del asunto? No lo sé, pero bueno, los opuestos se atraen y como pasa en estas películas, las risas y miradas coquetas empiezan a aflorar. Sin embargo, no todo es color de rosa, ya que hay un gran “pero”, los pacientes con fibrosis quística no deben estar a menos de dos metros de distancia, puesto que podrían contagiarse nuevas bacterias y empeorar sus propias enfermedades y pronósticos. ¿Podrá el amor sobrevivir a la distancia? *de fondo suena I want know what love issss, I want you to show meeee*
¿Han sentido ese calorcito rrrllico en el estómago cuando ven una película de amor? A mí me pasó con A dos metros de ti.
Más que consciente de que yo no soy el público objetivo de este tipo de películas, ya que hace rato que deje de ser un adolescente, debo confesar que me gustó mucho su desarrollo, y no sé si les ha pasado alguna vez, pero hasta solté esas sonrisas involuntarias cuando ves a dos personas muy felices.
Personalmente, no soy un fan del drama ni del romance, pero A dos metros de ti me conquistó. Inevitable es la comparación con películas como Bajo la misma estrella y, si bien no me gustó taaanto como esa, creo que es un muy buen exponente de este subgénero.
En cuanto al guion de la película, es funcional para la trama y sabe entregar momentos muy emotivos que van a hacer soltar más de una sonrisa o lágrima a quien la vea.
Si bien estas películas se destacan por su melosidad, esta supo regularlo bastante bien hasta el final, sin embargo el drama se les salió un poco de las manos y terminó siendo casi una teleserie mexicana, pero bue… Al menos ese punto es algo de gustos y no me arruinó para nada la película, probablemente a alguien que sí consuma este género, le guste muchísimo.
Salvo por ese final algo un poco exagerado, los arcos argumentales son muy agradables y construyen un buen contexto para que la amistad y el amor se desenvuelva.
Por otro lado, la dirección de Justin Baldoni no entrega nada nuevo y usa los mismos códigos que se han visto constantemente en el cine de industria. Si bien es más de lo mismo, lo hace de forma pulcra y no entorpece para nada el desarrollo del filme.
Incongruencias médicas
Punto aparte es el tema médico. Al ser una película que transcurre en un hospital, te presenta ciertas reglas y protocolos, inclusive explicando los tratamientos, pronósticos y enfermedades. En ese sentido, es una película que no obvia lo más concreto, por así decirlo y, sin embargo, luego tiene algunas cosas que si te las empiezas a cuestionar, pueden derrumbar un poco el lindo ambiente que se arma.
Particularmente, los jóvenes de esta película se pasean como quieren por el hospital, salen a la intemperie desabrigados en días de nieve, hacen actividad física innecesaria considerando sus dificultades respiratorias y ahí, ¿qué sé yo?, no soy científico, pero me da la idea de que son inconsistencias en el guion que son funcionales para la trama y que se da libertades de no tomarse tan en serio en algunos momentos y mejor no empezar a preguntárselas, porque finalmente es un romance adolescente y, como en cualquier película de este estilo, a la larga lo más importante es el amor, el amor heterosexual (te lo resumo así no más, tkm)*.
Si logran suspender su credibilidad respecto de las limitaciones en un entorno hospitalario, creo que la película funciona muy pero muy bien.
En cuanto a diseño de producción, maquillaje y montaje, están muy bien logradas y conjugadas para transmitir la consciencia de enfermedad, ya que, al avanzar de la trama, los personajes sí parecen gente enferma y a pesar de que siguen siendo personas que parecen modelos (probablemente lo sean), se dan el espacio para mostrar imperfecciones en el cuerpo, heridas, ojeras y cualquier tipo de signo que suele obviarse en este tipo de películas.
La química del casting, máxime entre Haley Lu Richardson y Cole Sprouse, es buenísima, yo me compro totalmente que son una pareja de enamorados y que se encuentra en la flor de su juventú, teniendo sus primeros amoríos (y en este caso, posiblemente los últimos, laura sad).
Haley, por su parte, me parece una chica muy carismática y que logra enganchar al espectador con su historia, llevándote por momentos tristes y alegres con gran facilidad. Por otro lado, no había visto a Cole desde Zack y Cody y me sorprendí un poco de verlo más juvenil y con este aire de galán, funciona en esa área, aunque cuando tiene que hacer las actuaciones más depres del adolescente con tendencia suicida, me parece hasta un poco caricaturesco.
Los personajes secundarios están todos bien construidos en general, mas me gustaría destacar la actuación de Moisés Arias (Rico en Hannah Montana), ya que siendo el mejor amigo de Claire genera un impacto igual de grande que el dúo de protagonistas y crea muy buenos momentos con actuación conmovedora.
También destaco a Kimberly Hebert Gregory (Dr. Belinda Brown en Vice Principals), quien hace el rol de enfermera a cargo de los casos y pseudovillana de la trama, ya que, como se imaginan, alguien tiene que poner las reglas en este lugar (otsea, corre riesgo la vida de estos chicocos), y su actuación te genera esa dualidad incómoda de “oohhh la vieja fome y oohhh igual tiene razón”.
En resumen, todos los personajes en pantalla son muy pero muy adorables y desprenden una química que te hará soltar más de un awww…
Si le gusta el romance adolescente, va a disfrutar muchísimo.
Le doy 6 de 7 doggitos.
*Sólo por si alguien no entiende la referencia, Te lo resumo así no más es un canal de Youtube que hace resúmenes humorísticos de películas y ha acuñado una serie de frases cliché para explicar ciertas tramas de la industria. “Lo más importante es el amor, el amor heterosexual” se usa a modo de ironía, ya que en el 99% de las películas donde se habla de amor, se hace sólo con pareja heterosexuales y en muchas ocasiones, es hasta algo accesorio e innecesario en las tramas. Por el contrario, cuando se habla de parejas homosexuales o con disidencia de género, casi siempre son dramas fuertísimos que son el centro de la trama y rara vez es algo naturalizado o tratado de forma ligera como podría ser en una comedia adolescente de este tipo, sin contar que muchas veces se agregan personajes LGBT en roles secundarios sólo para “mostrar diversidad” y no tratándolos como personajes con sustancia.
En esta película hay un personaje LGBT (no pienso spoilear) y creo que está muy bien tratado, logrando mucho más que rellenar una cuota falsa de diversidad en la trama y hacen que su narrativa no gire sólo en torno a su sexualidad.
Finalmente, me gustaría decir que Cine Doggorama y La Máquina apoyan y abogan por la libre expresión sexual y de género y estamos convencidos de que si bien se han dado grandes pasos, todavía se puede más, sobre todo en un mundo donde el cine sirve como uno de los más grandes referentes socioculturales. Eso! Besines, lkm.
Por: CineDoggorama (@cinedoggorama en Instagram).