Qué difícil fue comenzar a escribir sobre Benito Antonio Martínez Ocasio, mayormente conocido como Bad Bunny. Este artista puertorriqueño que, con el pasar del tiempo y la evolución que ha tenido con su música y su propuesta de vestuario, se ha convertido en más que solo un cantante de música urbana, sino que también en un influyente de la industria de la moda.
A sus 26 años, el oriundo de Almirante Sur, Puerto Rico, ya cuenta con 4 álbumes, en una carrera musical bastante corta, pero que lo ha llevado a ganar grandes reconocimientos como ser nominado a diversas categorías en los Latin Grammy Awards, Billboard Music Awards y MTV Video Music Awards, entre otros.
Si bien su trayectoria no ha estado exenta de problemas, polémicas y críticas, el “conejo malo” ha sabido batallar con estas, transportándonos a una propuesta artística llena de matices, color y sorpresas.
A pesar del susto que causó a toda su fanaticada debido a la noticia de su hospitalización de urgencia en el Doctors Center de San Juan en Puerto Rico la tarde del pasado viernes, muchos medios de comunicación de la zona aclararon que se trataba de una apendicitis y que, a pesar de que los médicos lo catalogaron como un hecho grave, el cantante de trap se encuentra estable y podría ser dado de alta este martes.
Pero centrémonos en lo que nos convoca: Bad Bunny es el primer cantante de trap y reggaetón que juega con una idea de vestuario bastante particular; al “conejo malo” le gusta variar entre un estampado animal, los colores neón, el brillo, accesorios e incluso el maquillaje y el trabajo de uñas. Si bien todo esto no es nada nuevo para la industria de la moda, debemos rescatar el hecho de que está intentando traer un concepto de look, diferente al género urbano, estilo musical que se encasilla por presentar cierto lujo, pero no una verdadera calidad de diseño o alta moda.
Bad Bunny: la moda y lo urbano como uno solo
Después del lanzamiento del sencillo “Yo perreo sola” en marzo de este año, consiguió llamar la atención de todos, tras presentar su alter ego en este video musical, dejando comentarios encontrados, algunos que apoyaban y otros que no les parecía el contenido.
Por el lado positivo, se recató el hecho de que un cantante de trap apueste por un concepto de vestuario, peinado y maquillaje más bien “femenino”, dejando en claro que las prendas no tienen género, mucho menos en la música. Mientras que por la vereda negativa, muchos se fueron en contra, pues encontraban una “burla” lo que se hacía, sobre todo al arte del transformismo, ya que muchas veces el personaje que presentaba era algo desaliñado y poco pulido, además que la voz femenina ocupada en la canción no aparece en el video ni mucho menos en los créditos, hecho que molestó a muchos de sus seguidores.
Pero el “conejo malo” no se detuvo ahí y ha llegado a formar parte de increíbles editoriales en importantes revistas y medios sociales. En el mismo mes, realizó la portada de Vogue Latinoamérica junto a la súper modelo Joan Smalls, una de las diez mejores modelos pagadas del mundo, con un patrimonio de $8.5 millones de dólares.
El objetivo de la revista era juntar a una de las modelos afrolatinoamericanas más importante del último tiempo y a uno de los artistas del género urbano más populares de la actualidad.
Por primera vez, dos puertorriqueños se unían para realizar unas de las portadas de Vogue más icónica de los últimos años. El objetivo era dar un reconocimiento a la comunidad latina y el gran aporte que ellos han entregado a nivel artístico y social.
Las sorpresas no terminaron allí, ya que Bad Bunny siguió en la búsqueda de enmarcar su estilo personal en este 2020 y fue hace menos de 1 semana que se transformó en la portada digital de la revista Playboy, marcando un hito en esta publicación. Se convirtió en el primer hombre en aparecer solo en la portada de la publicación, a excepción del difunto fundador de la revista, Hugh Hefner.
Las imágenes fueron tomadas por el reconocido fotógrafo Stillz, en la localidad de Miami, mostrándonos una versión más exuberante del cantante. A esto le sumamos los detalles de la sunga de baño de la reconocida marca Versace y un trabajo increíble en las uñas; una bella propuesta nail art.
¿Qué hace al conejo malo tan interesante?
Es una pregunta que nos realizamos todos, pues sin duda este joven de 26 años nos seguirá sorprendiendo no tan solo en la música, sino que también en la moda. Y quién sabe, quizás muy pronto podríamos ver su propia línea de vestuario o la colaboración con una reconocida casa de alta costura.
