Blancanieves no es un mal live-action. De hecho, es bastante decente y sorprende en varias ocasiones. Pero todo lo que sucedió internamente terminó por sepultarla y convertirla en una de las cintas con peor desempeño en taquilla.
Disney lo hace de nuevo y, gracias a los amigos de Cinecolor, pudimos asistir a la avant premiere de Blancanieves, el nuevo live-action del estudio del ratón. La historia la conocemos todos y aquí no cambia mucho. Una bella, dulce y empática princesa llamada Blancanieves queda sin su madre. En eso, una malvada madrastra llega al reino, enamora al padre y, así, Blancanieves queda a expensas de ella. Le quita su lugar y queda reducida a estar encerrada en su cuarto y a ser una sirvienta más. La madrastra, obsesionada con su belleza, manda a asesinarla, pero Blanca Nieves escapa y conoce un mundo mágico que le dará la fuerza para reclamar lo que es suyo.
Una historia que prácticamente todo el mundo conoce. Y si bien no es una cinta mala, estuvo condenada desde el principio. Los cambios que intentaron hacer para “modernizar” el relato y las polémicas que despertaron sus actrices principales hacen que esta película sea el claro ejemplo de que todo muere desde adentro. Absolutamente.
En Revista La Máquina te contamos qué nos pareció la película luego de tener fría la cabeza.
UNA CINEMATOGRAFÍA QUE NO DESTACA
El director de esta malograda cinta es Marc Webb, conocido por su trabajo en 500 Days of Summer y las dos películas de Spider-Man protagonizadas por Andrew Garfield. Ahora lidera este gran proyecto con millones de dólares en juego, que pretendía ser uno de los estrenos más importantes de Disney. Pero aquí aseguramos que su dirección no es del todo criticable. De hecho, los efectos especiales están bastante bien y el montaje nos transporta a ese mundo mágico de Blanca Nieves. Sin embargo, se siente como una cinta hecha solo por el hecho de hacerse: tiene poco brillo, poca alma. Y el número final es uno de los peores números musicales dirigidos. Un trabajo regular.
El guión sorprende. Entre las escritoras encontramos a Greta Gerwig, directora y guionista de gran nivel. El texto está basado en el cuento de los Hermanos Grimm, con algunos toques modernos. Por ejemplo, ahora Blanca Nieves no está tan enfocada en el amor con Jonathan y, en cambio, es una mujer que llega a poner orden en la casa de los enanos, en vez de “hacer el aseo y ayudar” para poder quedarse en casa ajena. Todos esos cambios marcan el sentido de esta cinta. Pero, si bien hay ciertos giros, la historia permanece casi igual. No hay tantos cambios. Simplemente es un guion que carece de sentido real y tampoco pretende buscarlo.
Siempre se ha dicho que “un reino que cae desde adentro es imposible de levantar”. Y aquí cobra todo el sentido posible. Las controversias y polémicas que envolvieron a la cinta terminaron por hundirla. Primero, la elección de la protagonista, que no conversaba mucho con el personaje original. Luego, la selección de Gal Gadot como la madrastra, haciendo que este cast no tuviera la química necesaria. Posteriormente, la manera en que fueron retratados los enanos y, finalmente, las desafortunadas declaraciones de Rachel Zegler. Suma y sigue. Para rematar, una de las cintas que generó más pérdidas para el estudio, desatando el caos y la búsqueda de culpables. Todo mal en el reino.
UN ELENCO QUE FUNCIONA MEJOR POR SEPARADO
Rachel Zegler, talentosa actriz que encarna a una de las princesas más importantes de Disney, con una tremenda voz y una canción que hizo suya. Su Blanca Nieves es empática, valiente y no teme quedarse callada. Tampoco se doblega ante la madrastra y es muy segura de sí misma. Zegler no lo hace mal; de hecho, en algunas escenas, se lleva el filme a cuestas. Pero, lamentablemente, todo lo malo que sucede con la película parece rodearla. Sus declaraciones sobre el cuento original, su participación en la huelga del Sindicato de Actores, asegurando que “si trabaja 18 horas, merece que le paguen por cada hora que se exponga en streaming“, y sus publicaciones a favor de la causa palestina hicieron que no fuera del agrado de todo el mundo. De hecho, hace pocos días, según Variety, nos enteramos de que Disney le contrató a una persona para que gestionara sus redes sociales. El estudio del ratón la culpa por el fracaso del filme y tampoco tiene proyectos futuros en carpeta. En caída libre.
Luego está Gal Gadot, la villana del filme. Y aquí encontramos el punto más bajo de la cinta. Porque sí, hay que decirlo: Gal Gadot no es una buena actriz y su rango actoral es limitado. Su Reina Malvada no es genuina, su actuación se ve forzada e incómoda. De hecho, muchas veces le cuesta transmitir una emoción en pantalla, y su número musical deja mucho que desear. Insistimos en que debieron hacerle una audición y verificar si realmente funcionaba en el papel. Todo un martirio.
BLANCANIEVES EN PALABRAS SIMPLES…
Blancanieves no es un mal live-action. De hecho, es bastante decente y sorprende en varias ocasiones. Pero todo lo que sucedió internamente terminó por sepultarla y convertirla en una de las cintas con peor desempeño en taquilla. Con un elenco que no tiene química, pero que por separado funciona bien, el filme estaba condenado desde el principio. Y aquí dejamos un deseo: que no hagan live-action si no es necesario hacerlo.