A menudo, nos topamos con palabras cuyos significados pueden sonar confusos y que resultan ser vocablos muy similares, lo que son llamados lingüísticamente como homófonos o parónimos, por ejemplo encontramos: flamable e inflamable, cuico y zorrón o amarillo y Boric. Esto me convoca a ayudar a aquellos que buscan saber: ¿Cuál es la diferencia entre un cómic y una novela gráfica? De seguro, tú también estás actualmente pensando cuál es.
Para comenzar, una de las principales diferencias que tienen ambos es su cubierta, ya que un cómic suele estar encuadernado en papel, no obstante una novela gráfica suele tener tapa dura o rústica.
De igual manera, hay que considerar la duración y extensión de cada uno. Un cómic o historieta suele ser numerado y de publicación periódica, en cambio la novela gráfica tiende a ser una historia completa en un solo libro.
Asimismo, el contenido que se va a relatar suele variar. Una novela gráfica va a tratar temas serios, profundos y hasta filosóficos, alejándose de las historias de aventura y acción que nos cuentan las historietas.
Una diferencia notoria y que puede llegar a ser la más dolorosa, sería el costo de comprar un cómic a comparación de una novela gráfica, ya que esta última suele ser mucho más costosa, llegando incluso a costar el triple de un cómic, pero aún queda algo importante que aclarar.
¿Puede el mismo material ser un cómic y una novela gráfica a la vez?
La respuesta es sí, a causa de que un cómic de una publicación numerada o serial, puede ser empastado en un solo tomo y ser vendido como una novela.
La Estantería
Aprovechando el tema de las novelas gráficas, aquí desde La Estantería de La Máquina les recomendamos algunas que vale totalmente la pena leer, para juntarlas en tu empolvada repisa.
‘Watchmen‘, de Alan Moore
De los favoritos de quien les escribe, Watchmen nos cuenta la historia de un grupo de vigilantes cuya misión por proteger a los ciudadanos se va empañando cada vez más por la poca aprobación popular que tienen; esta obra además de reflexionar sobre la seguridad orwelliana y el concepto del superhéroe, nos deja una pregunta que tiene un gran peso dependiendo del contexto en el que se aplique: “¿Quién vigila a los Vigilantes?”
‘Maus‘, de Art Spiegelman
Un crudo relato sobre el holocausto que nos muestra lo mejor y lo peor del ser humano, que a lo largo de sus páginas nos muestra una historia construida entre algo de ficción y los recuerdos del padre de un autor quien busca rendirle tributo con una obra que, usando metáforas y analogías de gatos y ratones, nos da un resultado brillante.
Persépolis, de Marjane Satrapi
La iraní Marjane Satrapi busca reivindicar lo femenino en la cultura árabe, tan plagada de machismo y misoginia, usando una obra muy atractiva visualmente que resulta en una dura crítica al islam. También cuenta con una adaptación animada muy bien lograda que nos puede ayudar a atraer a los demás a leer esta novela.
Marvels, de Kurt Busiek
Una mirada periodística a parte de los acontecimientos más importantes del universo que ha gestado por tantos años Marvel Comics, Busiek nos cuenta la historia del reportero Phil Sheldon que presenció eventos como la aparición de la primera antorcha humana, la muerte de Gwen Stacy o la llegada de Galactus a la Tierra. Los dibujos del reconocido Alex Ross hacen que este recorrido por las “maravillas” sea un deleite visual a la hora de leer.
Sandman, de Neil Gaiman
Neil Gaiman nos sorprende, como de costumbre, con su mente al momento de relatarnos la historia del maestro de los sueños, una encarnación oscura del onirismo que a lo largo de los años ha recibido muchos nombres y ha presenciado millones de acontecimientos, es esa clase de relatos que no se puede explicar y que transportan al lector al atrapante mundo de Morfeo.
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