Los nuevos rostros de la actuación chilena ya están aquí y llegaron para quedarse. Nombres como Mariana Di Girolamo, Antonia Aldea, Antonia Bosman o Rodrigo Walker, hace ya un rato pisan fuerte en la escena dramática nacional, tanto en teatro, series o teleseries, situándose poco a poco en la conciencia colectiva de las personas.
Dentro de este fenómeno, hay un actor que, quitado de bulla, muy sigilosa y metódicamente, se ha ido ganando a pulso un espacio en la televisión chilena, pasando rápidamente de personajes casi terciarios en teleseries de TVN como Aquí Mando Yo a ser parte de la serie más exitosa de este año: Helga y Flora (Canal 13), con destacados intermediarios que lo fueron jerarquizando.
Pacto de Sangre (Canal 13), Yo Soy Lorenzo (Mega) o Veinteañero a los 40 (Canal 13) fueron proyectando cómo el actor Hernán Contreras Stoltze (32) se ha ganado un puesto no solo como un elemento más que destacado dentro de esta nueva generación de actores y actrices, sino también en el espectro general de intérpretes a nivel nacional.
Hernán Contreras: Ascendiendo sin tope
Egresado de Duoc UC, Hernán Contreras ha sabido hacer gala de diferentes espacios, aprovechando los contextos de cada guion. Hernán fue un excéntrico muchacho adicto a las conspiraciones, desarrollando un rol más en la tecla de la comedia, hasta un relajado pero serio médico cirujano que a momentos adoptaba responsabilidades dramáticas en Pacto de Sangre, el último gran drama de nuestra televisión.
Es un hombre con disfraces que puede, casi sin problemas, adaptarse rápidamente a cualquier contexto dramático que se le presente, demostrando en ello una madurez evidente, tanto en su representación física como en su desempeño profesional concreto.
Pacto de Sangre (2018) fue el punto de inflexión, donde bajo el papel de Alonso Errázuriz, Hernán Contreras presentó sus credenciales definitivas, logrando una mezcla entre un personaje serio y chispeante, que lograba desarticular en algo la constante tensión de la trama.
Pícaro y algo displicente, rápidamente su personaje fue demostrando maduración, convirtiéndose en el paño de lágrimas de Ágata Fernández (Pin Montané), no obstante, asimismo, fue una especie de agente investigador que también logró en algo entramar y darse cuenta de los hechos cometido, entre otros por su hermana Trini (Ignacia Baeza). Aquí, sin dudas, fue cuando Contreras dijo presente en el espacio de la conciencia colectiva, consagrando un personaje diverso, completo y al servicio por entero del guion.
Si bien la carrera, de momento, de Hernán Contreras no es tan larga sí es una carrera sólida, de constante progreso, que lo muestra como una promesa que rápidamente se ve más como una realidad, y por qué no, en el corto plazo, sumado a la necesidad de encontrar nuevos rostros que renueven la oferta de actores y actrices, ser uno de los grandes actores del país, siempre considerando que, por el momento, además, no ha tenido la mala suerte de ser encasillado en un tipo de papel especifico, permitiendole ir jugando con diferentes espacios y registros actorales, demostrando fuertemente su capacidad como interprete.
Es solo cuestión de tiempo para que, de una vez por todas, la industria se dé cuenta del gran talento, potencial y futuro que Contreras tiene en sí mismo y que, Pacto de Sangre y Helga y Flora, de momento sus roles más serios, son solo un ápice de todo lo que puede lograr.
