Hace un par de años que la “moda consciente” está atrayendo a más diseñadores para crear de forma sustentable. Esto es una moda que “invita a reutilizar materiales, que crea prendas atemporales, que no te apura y que cuida los recursos humanos y naturales”, tal como refuerza Moda en Verde, un proyecto que busca mejorar las prácticas en la industria de la moda en Latinoamérica mediante consultoría y herramientas.
A partir de esto es que las personas están adoptando un consumo diferente de moda, teniendo en cuenta marcas y diseñadores que trabajan en la línea de reducir el impacto medioambiental en la producción, minimizando la huella de carbono, entre otras consecuencias favorables.
Hay que ser enfáticos en que Chile es uno de los países que más contamina y el pasado 18 de mayo nos convertimos en el primero en Latinoamérica en entrar en Sobregiro Ecológico durante 2020 (todos los recursos naturales que teníamos para este año ya se agotaron).
Por eso es que en La Máquina conversamos con diseñadores y expertos de la moda sustentable, quienes criticaron las medidas medioambientales de Chile y, además, contaron sus experiencias en una industria cada vez más apegada a los nuevos tiempos.
Moda sustentable: más necesaria que nunca
En primera instancia es importante saber cómo la moda sustentable ha influido en las nuevas tendencias de la moda y, asimismo, conocer qué elementos la complementan en el mundo actual.
Entonces, ¿cuáles son las características que debe tener una marca o diseñador/a para ser sostenible? Para Marité Flores, desde Moda en Verde, puede ser una marca que “utiliza materiales de fibras naturales y técnicas de teñido natural, o generar materiales a partir de residuos textiles o de otras industrias tanto para sus productos como para sus envases. Una marca que paga a sus trabajadores con salarios dignos y se preocupa por su bienestar… También produciendo a pedido, evitando un exceso de inventario”.
Por ello uno de los objetivos es que las marcas y diseñadores “den pequeños pasos hacia una moda más consciente y sostenible, es una acción que el planeta y las futuras generaciones agradecerán”, afirma Marité.
“Chile consume más fast fashion que cualquier otro país en Latinoamérica y la producción local de moda en Chile es muy baja”, aclara Moda en Verde.
Con respecto a la educación de los chilenos sobre el consumo sostenible, Marité comenta: “Es importantísimo educar a las personas para que cuiden más de sus prendas, elijan marcas locales, sobre todo luego de las crisis que hemos vivido últimamente y también que entiendan que detrás de cada compra existe un impacto en el planeta”.
Fashion Revolution (FR) es un movimiento global sin fines de lucro que realiza campañas para la reforma sistemática de la industria de la moda con un enfoque en la necesidad de una mayor transparencia en la cadena de suministro de la moda. Conversamos con el director ejecutivo de FR en Chile, Pablo Galaz, para conocer más sobre el círculo de la sostenibilidad en nuestro país.
“La moda sostenible es el tipo de moda que se diseña dándole importancia a los aspectos medioambientales, sociales y económicos. Se trata de establecer condiciones dignas, protegiendo y empoderando a las personas que trabajan en la producción de esa ropa o indumentaria, pero también a los consumidores”, declara Galaz.
El director añadió: “No necesitas hacer un doctorado en filosofía para tener una conciencia ética ni ser un hippie, sino que tener una visión crítica de lo que hoy se necesita, que es tener una relación de consumo que tienda a proteger los recursos que tenemos hoy”.
“En Fashion Revolution no trabajamos con la moda sustentable, sino que la moda sustentable es uno de los elementos que consideramos importantes de implementar para desarrollar una moda más justa, limpia, transparente y segura. A nosotros no nos interesa el concepto de sustentabilidad como un fin, sino como un medio”, declara Pablo Galaz.
Respecto al consumo responsable o consciente en Chile, afirma: “Falta más educación porque, por ejemplo, hay gente que consume fast fashion y su argumento es ‘porque no tengo dinero para comprarme una prenda de diseño de autor que cuesta $60.000’. Pero si logro tener un diseñador o marca que venda sus productos más caro porque son de mejor calidad, compro eso y tengo una prenda que me durará por lo menos 4 o 5 años y la otra de $10.000 me durará 1 con suerte”.
La pandemia ha servido, según Galaz, para “replantearse nuevos modelos de negocios para ser más sostenibles y ahí entra lo clave: los consumidores. Hoy tenemos la gran oportunidad de que en confinamiento a todas las personas y les podemos decir: ‘mira tu ropero’ y de esa manera entregar mejor información para mostrarle a las personas cómo se produce la ropa”.
“Después de esta crisis, va a haber una adaptación y los consumidores podemos estar más preparados, por ejemplo, para asumir que nuestras prioridades, que no es comprar ropa, entonces pueden reparar o intercambiarla… Entonces hay otros modelos de consumo. El consumidor puede aprender eso, lo que puede afectar de manera positiva la relación con las marcas, porque ellas pueden asumir también nuevos modelos de negocios”, finaliza el director ejecutivo de Fashion Revolution Chile.
Diseñadores y marcas chilenas sustentables
Surorigen es una marca sostenible nacional con diseños de lujo -clásicos, simples y elegantes- y su directora creativa, Alejandra Bobadilla, comenta que no ha sido difícil emprender rumbo en el camino de la sostenibilidad.
“Somos mucho más que un producto, promovemos un estilo de vida: asesorías en diseños y desarrollo de colecciones, donde investigamos, exploramos y desarrollamos productos de origen nacional”, afirmó Bobadilla.
Asimismo, la trazabilidad de los productos Surorigen está relacionado con diseño, materias primas nobles y mano de obra chilena.
Fibra de alpaca tejida a telar, colores naturales, lana merino industrial y tejida a mano, lino, viscosa y algodón. Esos son los materiales con los que trabaja la marca chilena y que, efectivamente, le dan la calidad de lujo a sus diseños. Hoy, con la pandemia, Alejandra Bobadilla ve una oportunidad para la moda consciente en nuestro territorio.
“Para las marcas sustentables es una gran oportunidad porque pueden resistir a momentos difíciles porque construyen relaciones a largo plazo con sus proveedores, productores y clientes. El ser consecuente, verosímil, transparente, tener calidad y belleza, son valores sólidos que trascienden en estos escenarios como la pandemia”, declara la diseñadora.
Trébol Sastería es también una marca nacional de moda consciente. Su diseñadora, Fernanda Arroyo, declara: “La única forma para emprender una marca, hoy en día, tiene que ser desde la sustentabilidad”. Trébol trabaja solamente con industrias textiles locales y, si bien limita las opciones de tela, Arroyo indica: “Eso nos ha permitido especializarnos en hacer ropa de materias primas nobles como la lana y el lino”.
Existen prácticas sostenibles que la marca ha adoptado a la hora de trabajar. “Concebir el diseño desde una visión más clásica y básica, donde la ropa que se hace no está pasando de moda y tenemos la intención de ayudar a rescatar el oficio de las sastres y modistas en Chile, practicando el comercio justo. Además de trabajar exclusivamente con proveedores locales”, confirma Arroyo.
La directora detrás de la firma chilena Paulamar, Paula Cortés, menciona que la marca desde 2017 es zero waste, es decir, que la totalidad de la tela es ocupada en la prenda sin dejar retazos. Además, Cortés trabaja con materiales de bajo impacto sobre la Tierra, “como algodón orgánico peruano, sedas usadas de India, telas tejidas localmente y telas hechas a partir de residuos de otras industrias como es el Tencel y el Cupro”, argumenta Cortés.
Paula Cortés, además, indica la importancia de que la marca comunique las historias detrás de cada prenda: “Mujeres llegaban porque les gustaba el look de la prenda, pero luego de saber quién la hizo y cómo fue creada, se encantan mucho más”.
Color Vegetal es una marca étnica que nace en el sur de Chile gracias a Elizabeth Schmeisser, creando diseños a partir de lana de oveja. “Yo sin querer llegué a la moda sustentable, porque todo el proceso productivo de nuestra marca es en relación a ello; desde la esquila de la oveja, el teñido de la lana con productos naturales (cortezas de árboles, frutos, etc), hasta el hilado, que se hace a mano…”, dice Schmeisser.
Además, hace tres años, comenzaron a crear accesorios para complementar los abrigos de telar, como collares, anillos y brazaletes con aplicaciones de textiles. En la actualidad, ha sido difícil adaptarse a la pandemia según Schmeisser: “Nuestro producto va con el tacto, ver, probar… No es fácil de vender por internet. Además que no manejo tallas, yo trabajo mucho a medida entonces ha sido complicado”.
Por su parte, Fabiana Persia, una de las creadoras de la marca Savia Indumentaria y Arte Textil, indica: “Nuestro compromiso y filosofía, desde los inicios de Savia, ha sido lograr un proyecto con un modelo de negocio sostenible en el tiempo, que genere un impacto positivo en nuestro entorno y quienes nos rodean, y no ha sido un camino fácil, requiere de mucho más esfuerzo, compromiso y paciencia”.
Las diseñadoras detrás de Savia fabrican prendas atemporales y permanentes, que nacen de las bondades de la lana de oveja y fibras de llama, alpaca y baby alpaca.
“Utilizamos materiales que han sido seleccionados por su calidad, finura, suavidad y su alta capacidad térmica como algodón, lino y seda, los que son trabajados con la técnica milenaria de teñido por reserva, Shibori”, dice Fabiana.
Al ser una marca sostenible, elaboran sus propias prendas por procesos de bajo impacto ambiental: producción a baja escala con residuos casi cero. Trabajan con técnicas artesanales como el tejido a palillo, utilizando el color natural de las fibras o dando color con tintes naturales. Asimismo, Fabiana comenta que utilizan “materia prima local, aportando a la identidad textil y reduciendo la huella de carbono”.
“Movilizamos la economía local y valorizamos el trabajo y oficio de nuestras expertas tejedoras y modista a través de un comercio justo; ellas forman parte de nuestro equipo desde hace años y son parte fundamental de los logros de Savia”, afirma la diseñadora.
Fabiana agrega: “¡El mundo debe ser sostenible o no será! Debemos trabajar cada uno desde su lugar, desde lo individual a lo colectivo, desde tu casa, tu familia, tu edificio, tu barrio, tu emprendimiento, tu empresa, tu país; todos juntos para lograr transformar esta realidad, volver a nuestros orígenes y a una forma de vida mucho más sana, natural y sostenible”.
Marcas top a partir de reciclaje
Ente Upcycling nace en Valparaíso por la necesidad de generar vestuario de alta gama a base de reciclaje textil que no tuviera necesariamente una “estética clásica del reciclaje”, dice Sebastián Román, fundador, director y diseñador de la marca. Él sostiene que el consumo de moda en Chile es “aún un mercado de nicho. En nuestro país el retail ha sido el gran responsable de generar un consumo desmedido y sin un fin, olvidando la calidad, las buenas prácticas y el oficio de la confección”.
Sin embargo, Román indica que, a pesar de la gran competencia que es el fast fashion (moda desechable), desde octubre del año pasado se ha generado “un cambio en las personas, valorando lo local”. De hecho, varias de sus prendas han sido visibilizadas a través de la cantante chilena Denisse Rosenthal y hoy han abierto la puerta al mercado de venta online haciendo despachos a todo Chile.
Misster Clothes (marca de chaquetas recicladas) nació en 2016, pero dos años después, quien es hoy la directora creativa de la marca, Feña Paredes, le comentó la idea de crearla a su mejor amiga diseñadora. Decidieron emprender con el reciclaje porque “la gente no sabe lo que tiene y para qué seguir confeccionando si en la calle está todo; los mejores materiales, como telas que siguen intactas y fueron confeccionadas hace mil años”, comenta Feña Paredes.
“La moda está consciente en respuesta a que las personas están conscientes y exigen productos personalizados, donde ellas sepan que tiene una historia o fue hecho por personas que realmente lo hicieron con amor o que tiene condiciones laborales óptimas”, concluye.
¿Serán las mascarillas la nueva tendencia?:
