¿Quién hubiera imaginado en enero pasado, durante la última entrega de los premios Grammys, que la cantante Billie Eilish enfundada en un total look de la marca Gucci, el cual incluía una mascarilla, sería meses más tarde una tendencia mundial en moda, llegando convertirse en algo tan cotidiano como comprar unos lentes de sol con protección UV?
Durante la incierta época que estamos viviendo producto de la crisis a causa del coronavirus, la industria de la moda no ha podido quedar fuera, como una manera de reinventarse y en muchos casos, evitar la quiebra.
Sabemos que la moda se va nutriendo de lo que sucede en la sociedad y que también nos ayuda a mostrar nuestra individualidad, quiero decir con esto que tarde o temprano buscaremos reflejar nuestra propia identidad, incluso con una mascarilla puesta en la cara. Es por ello que no sorprede que ya existan tutoriales de cómo combinar tu “outfit” con la mascarilla o personzalizarlas con materialidades y texturas como pedrería, encaje, cuero, etc.
Durante el avance del coronavirus hemos visto a icónicas marcas de perfumes poner en pausa su productividad para elaborar “alcohol gel”, mientras las grandes casas de moda han comenzado a incluir mascarillas dentro de sus opciones para abastecer esta nueva necesidad. Algo que inició como una medida de protección para evitar el contagio, ha ido más allá, transformándose en una accesorio indispensable, un poco a la fuerza debido a las ordenanzas sanitarias de usar estas mascarillas en lugares público. Es ahí donde consagrados diseñadores, tiendas y casas de moda, han encontrado una posibilidad de negocio.
Louis Vuitton, Gucci, Armani, Off-White, Zara, G-Star, Urban Outfiters, Danielle Baskin, Collina Strada, Fendi, por nombrar algunas firmas de la moda, se han aventurado con diseños originales, cuyos precios van desde los 40 hasta 200 mil pesos.
¿Qué pasa en Chile?
La industria de la moda en nuestro país ya había sido afectada por el “estallido social” en octubre pasado, ahora enfrentando el desafío de salir adelante con una pandemia mundial. Es por ello que muchos ya han comenzado a producir el nuevo accesorio de moda: La Mascarilla, entregando alternativas diversas para que esta prenda sea un accesorio más en tu look diario, cuyos precios van desde los 5 mil pesos.
Mo Store (@MoStore).
Desde 1997 esta tienda de diseño de autor ha participado de la moda nacional, buscando un estilo único mediante la vivencia y la observación. Esta misma observación llevó a Magdalena Olazával, dueña de la marca, a percibir la escasez de mascarillas y la desesperación por protegerse, sumado al aumento en el valor de las de uso desechable.
“Durante dos semanas tuvimos que parar el trabajo del taller, pero había que mantener los costos fijos, así que comenzar a fabricar mascarillas fue una manera de solventar todo eso”, nos cuenta Magdalena.
El enfoque en el diseño de la mascarilla MO está puesto en la funcionalidad y protección, buscando telas que aporten a esos elementos. Para ello se asociaron en un trabajo colaborativo junto a Loreto Espina de @bandalic.chile que emplea la técnica de nanopartículas de cobre aplicadas al textil.
Con colores neutros, ya cuentan con una versión para niños y envíos para todo chile. Pueden encontrarlas en www.mo-store.cl.
Nicanor Bravo (@nicanor_bravo)
Nicanor Bravo es un reconocido diseñador de moda, quien junto a su pareja Nicolás Najle (@turkogatuno), comenzaron a fabricar mascarillas hace casi tres meses, inicialmente para ellos mismos, luego a sus amigos cercanos y ahora trabajan por encargo con pedidos que les reportan un ingreso para paliar la crisis de la industria.
“Ya veníamos mal desde octubre, el coronavirus no ayudó en nada, pueden parar los negocios, pero no la creatividad”, relata Nicanor.
Sus mascarillas están elaboradas por cuatro capas, entre filtros y telas para prevenir contagios, son reutilizables y puedes personalizarlas según tu estilo. “Las mujeres son más osadas con los diseños, mientras que el hombre es más conservador en la elección de telas”, señala Nicolás.
En sus últimas entregas , están incluyendo pedrería, encajes, terciopelo y otros materiales según el gusto de sus clientes.
Bad Sisters (@bad_sisters)
Esta marca chilena de alta costura, ofrece mascarillas que mantienen el sello de la firma: el arte, pintadas completamente a mano, hechas con materiales que ofrecen la seguridad necesaria para prevenir el contagio.
“Nos hemos preocupado de nuestros insumos, ya que no estamos acostumbrados a tener una máscara todo el tiempo en la cara, las mujeres somos más sensibles de piel, por ello, nuestras mascarillas están confeccionadas con telas suaves al contacto que sean certificadas, antibacteriales y antifluidos, con una tercera capa no tejida que hace de filtro, ajustable a la nariz”, afirma Stephanie Byrt, una de las creadoras de Bad Sisters.
Pueden encargarlas a través de un formulario disponible en su cuenta de Instagram.
Piña Zero Waste (@pinazerowaste)
“Antes muerta que sencilla”, es parte de la filosofía de esta marca dedicada a la moda sustentable, cuyo fuerte son las carteras y riñoneras confeccionadas con plástico reciclado, quienes también se vieron parados en su producción.
“Mi mamá se motivó con géneros que encontramos en la casa, buscamos un molde en internet, hicimos varias pruebas, las que regalamos a amigos y familiares. La bola de nieve empezó a crecer y nos llegaron pedidos de mascarillas”, nos cuenta Caro Piña, fundadora de Piña Zero Waste.
Sus pedidos comenzaron a llegar por Instagram y sus futuros clientes comentaban que las opciones que habían en el mercado tenían poca identidad. Confeccionadas con algodón de alegres colores, tras varias pruebas de telas que evitarán la irritación de la piel, son reversibles y están hechas con mucho amor, evitando usar TNT, un plástico muy tóxico que se emplea en la elaboración de ciertas mascarillas, enfatiza su creadora.