El simple hecho de estar escribiendo este artículo para mi amada Estantería, no solo rompe la primera regla, sino también la segunda, pero es increíble la cantidad de personas que disfrutó de la adaptación cinematográfica de Fight Club, protagonizada por Edward Norton y Brad Pitt, donde se nos cuenta el tránsito de “descubrirse a uno mismo” más fenomenal de su tiempo, en que –SPOILER– al final nos enteramos de que la increíble relación de amistad entre El Narrador y Tyler Durden son, en efecto, la misma persona.
Pero lo que pocos saben, es que después de esa escena final de Marla y Jack, viendo como explotaban y caían al suelo los escombros de los principales edificios de tarjetas bancarias de la ciudad, tiene mucho por delante…
Esta historia, retratada en el cómic “Fight Club 2”, escrito 20 años después de su primera parte por Chuck Palahniuk, te la contaremos y recomendaremos, por supuesto, La Máquina.
El autoconocimiento continúa…
Diez años pasaron y vemos a un Jack más adulto, cansado. Tiene un hijo y una familia con Marla, pero su relativamente normal vida tomaría un rumbo más descabellado e inesperado de lo que cualquiera hubiese imaginado, porque el regreso de Tyler Durden tras diez años de haber sido erradicado por Jack, no va a ser en silencio, ya que el carismático Tyler cuando vuelve, lo hace con bombos y platillos.
Respecto al argumento, es preferible no contar mucho, debido a que al igual que la película y el libro, te toma por sorpresa y te lleva de la mano por un camino lleno de sinsentidos y cosas inesperadas, para llegar al clímax de la historia. Esta continuación se antepuso absolutamente a todas las reacciones que podía llegar a tener, donde Chuck Palahniuk saltó el tiburón sin preocuparse de si a los lectores les agradaría ese final o no.
La razón por la cual escogí Fight Club 2 para esta edición de La Estantería es para comentar el punto esencial de toda la obra: ¿Es realmente necesario sacar una secuela a un clásico tras años de silencio?
En la actualidad se puede ver en demasía la aparición de secuelas o reboots/remakes de clásicos de toda la vida, siendo Fight Club una película de culto. Esta solo recibió una secuela a forma de cómic, la cual muchos críticos y fans acérrimos de la obra original condenaban al autor por “sepultar” su propio legado… difiero. Ya que, uh… la historia trata justamente de eso, la necesidad de seguir con algo que ya terminó.
En las páginas finales del cómic, podemos ver a una turba furiosa reunida alrededor del escritor, exigiendo un cambio al final del cómic, a causa de que este “es una mierda”.
Y es justamente para esa clase de fan que Chuck escribe este cómic, del cual no entraremos en detalles para que tú mismo te sorprendas. El autor hace notar que es una verdadera tortura el intentar alargar algo que ya está bien tal cual está, es una crítica osada a él mismo como escritor y a los fanáticos de la cinta dirigida por David Fincher, donde nos cuenta la historia del Club de la Pelea…