Nota del autor: Tras una semana de descanso quise experimentar un poco con este pedazo de la realidad que es mío (de cierto modo), donde puedo compartir con aquellos que me leen parte de lo que me dejan las historias de las que escribo. Pues hoy quise trabajar con esto, al ser el cómic un medio donde podemos ver y leer… Nos faltaría escuchar, ¿no?
Por ello pensé: ¿Qué canción asociaría a las historias que tanto me gustan? Porque a todos nos gusta escuchar música, ya que es el medio a través del cual decoramos el tiempo, no los espacios. Así que por primera vez en mi casi año como autor en este medio, me gustaría leer qué piensan de este artículo y si les gustaría ver más de esto a futuro. Dicho esto, podemos comenzar.
Hace algo de un año las salas de cine se repletaban para ver la épica conclusión de la Saga del Infinito del Universo Cinematográfico de Marvel, denominado Endgame, donde vimos cómo (spoiler, supongo) Tony Stark se sacrificaba para salvar al universo de lo que fue el chasquido de Thanos en Avengers: Infinity War, así que a suerte de “homenaje” me puse a pensar en una historia digna del vengador acorazado y “Extremis” fue la primera en aparecer en mi mente.
El arco nos muestra a un Tony pleno, aun cuando, como es la costumbre, busca mejorar no solo como persona, sino como héroe y esto lo lleva a indagar una manera de perfeccionar su segunda piel (y nunca mejor dicho).
Hablar del hombre de hierro hoy es bastante complicado sin mencionar las películas donde este aparece, sobre todo Iron Man 1 y 2 de Jon Favreau, quien fue el que cimentó el carisma del personaje gracias a la excelente interpretación de Robert Downey Jr., quien hizo que todo el mundo se enamorase del vengador acorazado.
Parte del punto anterior se debe a que el personaje además de ser un futurista que siempre mira hacia el mañana, sus historias nunca tuvieron mucha profundidad en cuanto a trama y solo se dejaba escurrir en sus páginas el carisma de Tony Stark y su guardaespaldas personal, Iron Man. Quienes, por cierto, entregaban un espectáculo de acción bastante entretenido para los lectores.
Aquí es donde “Extremis” pone ambos pies en la tierra, gracias al brillante trato que le da el guionista Warren Ellis al personaje, pasmando esta historia como la mejor de Iron Man hasta la fecha.
¿Tony o Iron Man?: he ahí el dilema
La trama superficial es bastante sencilla de entender: un terrorista americano consigue una suerte de experimento de “súper soldado” que lo convierte en el “hombre del mañana”, una amenaza imparable que pone muchas vidas en riesgo, malversando el asombroso poder que consiguió gracias a este suero. Pues aquí entra Iron Man, quien debe detenerlo a toda costa y llevando al límite al hombre tras la máscara de hierro.
En esta miniserie somos testigos del orígen del alter ego superheroico de Tony Stark, que incluso se reescribe cambiando la jungla del Este asiático por Afganistán (para darle cierta cercanía a las nuevas generaciones), pero ¿cuál es la gracia de volver a mostrarnos el nacimiento de un personaje que ya conocemos? Porque solo así podemos ser testigos de su renacimiento. Eso es “Extremis”, un viaje por la carrera de Tony como héroe y como persona, donde se pregunta lo que significa para él el traje y qué quiere que este sea, ambas preguntas que no se responden puesto que ni siquiera él está seguro de su respuesta.
El arte de Adi Granov ayuda en demasía a tomarle el peso a esta historia, que más que acción y golpes se centra mucho en el debate filosófico de quién es realmente Iron Man y quién es Tony Stark, todo esto de la mano de Warren Ellis. Ni hablar de la influencia que se toma de su trabajo para la adaptación cinematográfica del personaje.
Extremis es una historia “extremadamente” (¿vieron lo que hice ahí?) recomendable para aquellos interesados en el Demonio con Armadura, ya que es un repaso por su carrera a modo de ligeras pinceladas de su pasado, sus errores, su poco profesionalismo y sus problemas con el alcohol.
“Pasé de ser un hombre atrapado en un traje de hierro, a un hombre liberado por el traje”
Más fuerte, mejor, más rápido
¿Que tiene que ver el título de este artículo con el mismo? Pues la cuarta canción del álbum “Discovery” del dúo francés Daft Punk se titula “Harder, Better, Faster, Stronger”, que por traducción sería “Más fuerte, Mejor, Más Rápido, Más Resistente” y esto es justamente lo que busca Tony. ¿Para él mismo? ¿Para su armadura? ¿Para la humanidad? Y la respuesta es que, eso busca para todo.
Tony Stark al igual que Reed Richards son hombres de ciencia, hombres que miran al mañana y no quieren dar un paso atrás, son aquellos que no buscan mejorar, sino perfeccionar todo lo que tocan, eso puede ser tanto una virtud como un defecto para sus personas.
Es una verdadera lástima que un viaje tan increíble y bien estructurado fuese la antesala a la “destrucción” del personaje que se llevó a cabo en Civil War, donde Mark Millar lo convierte en un hombre que haría todo lo posible por demostrar estar en lo correcto, llegando a contratar a super criminales, construyendo prisiones en la zona negativa, llevando a la muerte a un vengador (y eso no es lo peor), entre otras cosas.