El documental producido por HBO, Leaving Neverland, que testimonia los relatos de dos supuestas víctimas de Michael Jackson en cuanto a acusaciones de pedofilia y abuso infantil, ha generado miradas diversas no solo entre espectadores y fans del Rey del Pop, sino también en la familia Jackson.

Desde su estreno en el festival Sundance, el clan Jackson no se había pronunciado oficialmente a las repercusiones negativas que el documental ha cosechado. Tan solo la hija de Michael, Paris Jackson, había criticado el trabajo audiovisual y pidió que no fuera visto.

Sin embargo, en esta jornada la familia del creador de Bad, a través de un portavoz, se entregó una carta de 10 carillas a Richard Plepler, el CEO de HBO, la cual puedes ver aquí.

En ella, los Jackson acusaron de “sensacionalista” y “ciertamente unilateral” al documental, debido a que en la investigación no hubo ninguna contraparte ni contacto con el círculo cercano de Michael Jackson.

La veracidad de los relatos de Wade Robson y James Safechuck, también es puesta en duda por la familia, ya que, afirmaron, la justicia desestimó sus demandas en los años noventa, por ende, señalaron: “Estos dos hombres han estado vendiendo su falsa “historia” durante años, especialmente en un serie de acciones legales fallidas (…) el Estado descubrió montones de información sobre Robson y Safechuck que dejó claro, de manera inequívoca, que no tenían ninguna credibilidad en absoluto”.

Además, los Jackson piden una compensación por parte de HBO por lo vejatorio que es el documental con la imagen de Michael.

Estaremos encantados de reunirnos con HBO para discutir una solución. Tenemos muchos más información y testigos que expondrían a quienes realmente son estos dos.

De igual manera, HBO respondió a la misiva y afirmaron, al sitio Pitchfork, que no detendrán la intención de emitir el documental por sus señales televisivas el 3 y 4 de marzo. Y que, viendo la película, la gente podrá tornar su juicio según lo visto.