Crítica de “Zona de Interés”: Una tétrica cinta en que un inquietante silencio puede ser ensordecedor

Con varias nominaciones a los Oscar 2024, “Zona de interés” llega al cine chileno como una apuesta arriesgada y que merece ser vista en salas.

En los próximos días llegará a los cines de Chile una cinta de drama bélico que no se parece en nada a los que hemos visto antes. Hablamos de “Zona de Interés”, dirigida por Jonathan Glazer, nominada a distintos premios Oscar y que nos muestra la “apacible” vida de la familia Hoss, quienes viven en una gran casa en el campo, llenos de tranquilidad y aparentan tener una vida familiar plena. Pero con un gran detalle: Rudolf Hoss, patriarca de la familia, es el director del campo de concentración de Auschwitz, acaba de ser trasladado y debe irse a otro lugar. Sin embargo, su esposa decide no acompañarlo.

He ahí que comienza toda la tensión, silencios inquietantes y mucho pero mucho subtexto donde importa lo que se dice como lo que no se dice.

UNA INQUIETANTE CINEMATOGRAFÍA

La brillante cinta está dirigida por Jonathan Glazer, quien sólo ha tenido 3 películas a su haber, mas con “Zona de Interés” parece haber encontrado a la gallina de los huevos de oro.

Su dirección hace que esta cinta funcione a la perfección, porque el gran trabajo de este filme es la cinematografía. Lo aplaudimos de pie. Sus quietos planos generales, sus abruptos cortes de escenas, la ensordecedora música, los largos silencios, la quietud y la creación de un halo de subtexto peligroso, extraño y nada fácil de sobrellevar.

El universo que crea Glazer hasta llega a sentirse tétrico y bordea lo horroroso e incómodo, tal como se tiene que sentir una obra que está ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Aquí se le aplaude la sutileza. No es necesario ser explícito o mostrar los horrores de la guerra para hacer que se sienta. Y aquí se siente. Mucho.

El guion también ayuda mucho. Es brillante. Gracias a un buen escrito, tenemos buenas películas y aquí eso se vuelve a confirmar. Somos testigos de un texto muy bien construido, que dice lo justo y necesario y que sabe exactamente que no poner en palabras para dejarlo a la interpretación. Ni siquiera eso pasa porque uno puede intuir exactamente lo que está pasando. La historia que cuenta es tan simple pero tan compleja a la vez que hace que sea un brillante guión. Nos devela lo complejo de las relaciones humanas, la frialdad, la poca empatía y también cuando darse cuenta de que una relación ya está quebrada. Hermoso.

También reconocimiento para la foto, el montaje y el departamento de vestuario; están impecables. Esos planos en donde la cámara no se mueve ni un milímetro, hay silencio y sólo se contempla, es una maravilla. Porque eso es, una película con el inconfundible sello de la productora A24 y que se le quiso dar un giro a una historia que hemos visto muchas veces. Se logró.

ACTUACIONES QUE ENTIENDEN EL LENGUAJE

Debemos hablar de la pareja protagónica. Pareciera que ambos llevan la historia y, aunque ella no haya querido acompañarlo, la narrativa no se cuenta sin él. Primero hablemos de Sandra Huller, la actriz alemana que alcanzó nominación al Oscar este 2024 por “Anatomía de una caída” y aquí vuelve a brillar como Hedwig Hoss, la esposa del mandamás. Su rol no es reducido a ser la esposa de, ella lleva los tiempos, provocando un quiebre, que hace que todo alrededor se comience a desmoronar. Aquí Sandra pasa de la tranquilidad a la inquietud, a la rabia y a la indiferencia total en un abrir y cerrar de ojos. Qué buena actriz es.

Y por el otro lado, está él, Christian Friedel como Rudolf Hoss, brillante estratega nazi que se ve enfrentado a un traslado, a una orden que debe obedecer, pero que en el hogar no es obedecida. Christian transmite su poder, no obstante luego muestra su frustración de tan buena forma que aunque sea un personaje introvertido, sabes que algo está pasando en él. Se queda quieto cuando tiene que hacerlo, sus silencios son respuestas y lo vemos afectado; siempre continuando para cumplir en su trabajo. Muy bien, Christian.

Ahora tenemos a todo el elenco ensamble, que, como dije, saben leer muy bien este extraño lenguaje. Todos en la misma tecla, saben la historia que se cuenta y saben cómo se está narrando. Nada falla y nada falta.

“ZONA DE INTERÉS” EN PALABRAS SIMPLES….

“Zona de Interés” es una magnífica cinta. Con silencios que ensordecen, tensión constante y un subtexto amenazante, no necesitó de la crudeza de la Segunda Guerra Mundial para saber que siempre estaba presente. A24 es una de las mejores productoras de cine y aquí lo demuestra otra vez. Por favor, hagan de esta cinta su zona de interés y véala en cines. Lo merece.

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