Crítica de “Jurassic World: Renace”: Un grito desesperado (pero entretenido) de una saga que pide un respiro

Jurassic World: Renace es un grito desesperado pidiendo que esta franquicia tenga un respiro. Entretenida pero demasiado larga.

Gracias a Andes Films, pudimos asistir a una función especial de Jurassic World: Renace, séptima cinta de la franquicia que insiste en seguir explotando a los dinosaurios a toda costa.

La película se sitúa cinco años después de los eventos de Jurassic World: Dominion y nos muestra un Planeta Tierra menos amigable con los dinosaurios, donde la convivencia entre especies se vuelve insostenible. Por esta razón, los animales son trasladados a islas inhóspitas con el objetivo de preservar su vida.

En este contexto, un grupo compuesto por empresarios, científicos y mercenarios planea extraer muestras de sangre de los dinosaurios para encontrar una cura para enfermedades coronarias. Para ello, deciden infiltrarse en una isla donde está estrictamente prohibido el ingreso de humanos, lo que desencadena un completo caos. Muerte, dinosaurios y mucha acción: esta cinta se perfila como uno de los blockbusters del año… pero no es más que eso. Un reciclaje total, con una historia repetida y dinosaurios mutantes que rozan el ridículo. Dejen descansar esta franquicia. Por favor.

En La Máquina te contamos qué esperar de Jurassic World: Renace que se estrena este jueves 3 de julio en salas.

UNA CINEMATOGRAFÍA QUE YA HEMOS VISTO

Jurassic World: Renace está dirigida por Gareth Edwards, realizador de la destacada Rogue One del universo Star Wars. Ahora, se suma a otra icónica franquicia, pero sin arriesgar ni renovar. Solo sigue las migas de pan que dejaron sus antecesores. ¿Por qué? Porque no innova. No impresiona. No emociona.

A pesar de un montaje bien ejecutado, se limita a repetir fórmulas ya vistas: planos americanos, primeros planos de los gigantescos dinosaurios, escenas contemplativas para admirar a las bestias y momentos de tensión cuando los humanos están en peligro. Ni siquiera con Spielberg como productor se logra mostrar una mejora. Y aunque el CGI es competente, hay escenas que hacen dudar. La película juega con lo justo: un montaje conformista.

El guion es uno de los grandes problemas del filme. Reciclado hasta el cansancio, demuestra la asombrosa facilidad de repetir la misma historia cada cinco años. El argumento es más o menos así: grupo de científicos en misión suicida por una buena causa, enfrentan a dinosaurios, varios mueren, pero los humanos logran coexistir con las bestias. Fin. Una historia más que vista.

Ahora intentaron en Jurassic World: Renace agregar una subtrama sobre una familia latina que, al encontrarse en el lugar equivocado, termina involucrada en la misión suicida. Una adición que busca poner la cuota de humanidad, pero que aporta poco y nada.

El resultado: un guion básico, sin sorpresas ni profundidad. ¡Ah! Y además decidieron que los dinosaurios fueran aún más mutantes, lo cual recuerda a monstruos de otras sagas. Una decisión visual y narrativamente desastrosa. Todo mal construido.

ACTUACIONES A TONO

Scarlett Johansson lidera el elenco y acapara la atención. Según la actriz, participar en esta franquicia era “un sueño hecho realidad”, y se nota. Interpreta a una mercenaria que hace todo por dinero, pero que, con el avance del filme, revela un gran corazón, lealtad hacia sus compañeros y claridad en sus objetivos. Valiente, decidida y con una fuerte presencia en pantalla, Johansson despliega con soltura su faceta de heroína de acción. Un rol cómodo para la actriz.

Jonathan Bailey también destaca como el Dr. Loomis en Jurassic World: Renace, un científico paciente y reticente, que decide unirse a la misión por su profundo amor hacia los dinosaurios y su deseo de protegerlos. Con bondad, ingenuidad y valentía, forma una excelente dupla con Johansson, mostrando una química muy efectiva.

Se suma Mahershala Ali, a quien no veíamos hace tiempo. Aquí, interpreta a un mercenario y capitán de barco, seguro de sí mismo y que no deja nada al azar. Inteligente y magnético en cámara, demuestra una vez más su talento como actor.

El villano es Rupert Friend, el empresario que lidera la operación sin tener idea de lo que realmente implica. Movido por la ambición y el dinero, solo le importa hacerse billonario con la cura para una enfermedad coronaria, sin importar las consecuencias. Un personaje arquetípico, pero bien ejecutado. Aunque, siendo honestos, todos los personajes son clichés reciclados de entregas anteriores.

Jurassic World: Renace EN PALABRAS SIMPLES…

Jurassic World: Renace es un grito desesperado pidiendo que esta franquicia tenga un respiro. Entretenida pero demasiado larga, y con una subtrama completamente innecesaria, la cinta vuelve a utilizar todos los recursos ya vistos, confirmando que un par de dinosaurios rugiendo ya no es suficiente.

Por favor, que no sigan evolucionando. Mejor que vuelvan al Cretácico. Lo rogamos.

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