Desde hace ya algunos años, en la televisión y el teatro chileno viene abriéndose paso una nueva generación de actores y actrices que viene a renovar por completo la escena local en ambos soportes. A nombres como Antonia Bosman, Andrew Bargsted, Vivianne Dietz, Victoria De Gregrorio, se suma Francisco Dañobeitía (@gatoseco), actor contemporáneo a los anteriormente mencionados, que actualmente está fuera de pantalla, pero cuya presencia es necesaria.
Su debut lo hizo hace casi diez años en ‘Valió la Pena’, teleserie de Canal 13 que, números más o números menos, sirvió para que él pudiese hacer su entrada triunfal a la industria. De ahí en más, Dañobeitía ha sido constantemente desaprovechado por la televisión, considerando su multifacético registro de posibilidades artísticas, su conocimiento y manejo de diferentes formas de expresión, como por ejemplo lo son el actuar y la música.
Y sí, no es el primer actor que paralelamente ejerce como tal y tiene una estrecha relación con la música, mas sí es uno de los primeros de esta nueva generación, siendo hombre, que es capaz de generar proyectos por sí mismo, desarrollar de manera densa y robusta esas facetas y al mismo tiempo permitirse evolucionar en escena haciendo uso de ambos recursos, pues en el trabajo que realiza con su banda Amigos del Viento.
La última incursión de Francisco Dañobeitía fue hace ya tres años en la también producción de Canal 13, ‘Amor a la Catalán. Tras ello, su figura dentro de la caja negra se ha ido diluyendo, sin embargo debería repensarse, en consideración de que la exigencia de la audiencia es de una TV cada más comprometida con la mejora de sus posibilidades a la hora de entregar contenidos. Dicho de otra manera, lo que hoy la gente busca y pide, es que se deje de banalizar cualquier apuesta audiovisual y, en ese sentido, en el de siempre ir mejorando.
Dañobeitía se convierte en un actor que debiese estar siempre presente, que es necesario a la de contar con un rostro joven y fresco, que además pueda interpretar y lograr personajes vastos y sólidos, agregando como adicional todo su valor musical.
