“No hables con extraños” es una cinta entretenida para comentar con amigos un fin de semana. Más allá de la actuación de James McAvoy, esta película no sobresale en particular. No es mala, pero es otra más del montón.
Los thrillers de suspenso son un subgénero del terror que merece ser apreciado, aún más cuando es el más explorado por los directores de la época.
“No hables con extraños” forma parte de este subgénero, y en la Revista La Máquina te contaremos cómo fue la escalofriante experiencia.
La trama y la trampa
Una familia compuesta por una pareja y su hija está de vacaciones en Europa cuando se cruzan con otra familia, aparentemente mucho más feliz que ellos. Las cosas se complican cuando comienzan una amistad y descubren sus secretos. En pocas palabras, esto es “No hables con extraños”. Esta película está basada en una cinta danesa del mismo nombre, pero promete ser mejor.
Las películas de suspenso parecen estar encasilladas en la trama donde el protagonista conoce a alguien “buena onda” que resulta ser el villano. Es un concepto repetitivo, pero su ejecución y desarrollo cambian la percepción del filme. Algunos ejemplos de este tipo de películas son “Midsommar”, “Parpadea dos veces” y “Get Out”. Sin embargo, todas se destacan por su esencia, actuaciones, desarrollo y dirección.
El monstruo de McAvoy en “No hables con extraños”
“No hables con extraños” cuenta con un elenco de gran nivel. Mackenzie Davis sobresale en su rol protagónico con un personaje desahuciado y agotado de su vida, pero que ama a su hija. Scoot McNairy logra desesperar con su interpretación, mientras que los niños en esta película son lo mejor en cuanto a expresar terror. Alix West Lefler y Dan Hough son niños adorables que sufren en silencio y desesperación. Pero, sin duda, quien más destaca es el monstruo de esta historia: James McAvoy.
McAvoy ya ha demostrado su gran capacidad actoral. Su perturbador papel en “Fragmentado”, donde cambia de personalidad de manera brusca, fue magnífico, y en esta cinta no se queda atrás.
“Paddy” es ese amigo simpático con quien te diviertes y haces bromas; también es el hombre que envidias: buen físico, familia perfecta. Sin embargo, sabes que oculta algo bajo esa fachada de amabilidad. Sin entrar en spoilers, McAvoy logra transmitir incomodidad y miedo.
Una dirección que te eriza la piel
James Watkins, escritor y director de esta película, demuestra su experiencia, habiendo participado en otras cintas de terror psicológico. Aquí deja ver su creatividad e ingenio. Como ya mencioné, las películas de terror psicológico y suspenso suelen girar en torno a protagonistas atrapados en situaciones de las que deben escapar, y esta no es una excepción. Sin embargo, su ejecución puede sorprender a más de uno.
El manejo del escenario y los momentos incómodos que te harán morderte las uñas por la ansiedad son efectivos, pero no destacan demasiado. En total, conté cinco “screamers”.
“No hables con extraños” en pocas palabras
Sin duda, es una cinta entretenida para comentar con amigos un fin de semana. Más allá de la actuación de James McAvoy, esta película no sobresale en particular. No es mala, pero es otra más del montón.
La película ya está disponible en cines.