Harley Quinn volvió a la pantalla grande, sin su Escuadrón suicida, sin su pudín y con el corazón roto, pero, eso sí, determinada a convertirse en una mujer fuerte e independiente, sobre todo alejada del Joker más criticado del séptimo arte.
‘Birds of Prey’ (o BoP para abreviar) pocas expectativas generaba por parte del público más conservador del universo construido alrededor del Caballero de la Noche; injustamente se menospreciaba la realización de este largometraje con argumentos como “muy femenina” -porque, obvio, las problemáticas que se centran en las mujeres no son para todo el público-, “el exceso de ropa las hace menos sexy”, “es un filme dirigido por feministas” -porque el feminismo solo busca molestar a los hombres- o “incluso las mujeres quieren ver mujeres con poca ropa, porque las cosplayers quiere a alguien a quien emular” – ya que sí, las mujeres solo valemos por la cantidad de piel que mostramos…-, son comentarios reales, cortesía de Matthew Kadish.
Sin embargo, la cinta dirigida por Cathy Yan (Dead Pigs) logra sorprender gratamente por lo entretenida y dinámica que llega a ser, aplacando aquellos comentarios y prejuicios.
Margot Robbie retoma su rol como Harley Quinn, quien, además de ser la protagonista, es la voz en off que relata los hechos de la película. La otrora pareja de Joker se encuentra devastada después de finalizar su relación, sin embargo decide no hacer público el término del noviazgo, pues ser pareja del payaso del crimen le da inmunidad y poder en Gotham.
Luego de tener una brillante idea mientras estaba ebria, hará que toda la ciudad se entere de este quiebre. Por un lado, es muy hilarante ver el estado desolado de Harley durante la primera fase de la producción, imitando los estereotipos de las mujeres despechadas en las RomComs.
Empatizamos con la protagonista desde el humor pero con referencias directas al personaje de Quinn en las series animadas y los comics. No obstante, a pesar de que es mencionada, no profundiza en lo violenta de su relación con Joker, algo que pudo haber sido satirizado o tratado desde el humor negro, perdiendo la oportunidad de establecer una crítica hacia la violencia intrafamiliar y hacia la pareja desde el humor.
Cuando las asociaciones criminales y la policía se enteran de esta noticia, Harley se da cuenta de que era una de las personas más odiadas de Gotham y debe enfrentarse a diferentes sujetos que, por alguna u otra razón, detestan a la muchacha.
Uno de los enemigos de Quinn que la busca es Roman Sionis / Black Mask, interpretado por Ewan McGregor, un villano excéntrico con complejo de inferioridad y de divo, una fijación por el sadomasoquismo y una masculinidad resuelta. Sionis es fácilmente un antagonista bastante llamativo y ridículo, hasta un poco patético por su necesidad de alcanzar y exhibir su poder.
Para poder salvarse de Black Mask, Quinn se verá en la necesidad de hacer equipo con Helena Bertinelli / Huntress (Mary Elizabeth Winstead), que tiene una personalidad un poco awkward (símil a una persona sin habilidades sociales); Dinah Laurel Lance / Black Canary (Jurnee Smollett-Bell), extrabajadora de Sionis; Renee Montoya (Rosie Perez), quien busca hace mucho tiempo atrapar a Black Mask, y Cassandra Cain (Ella Jay Basco) que también es perseguida por el antagonista.
Tengo que decirlo, tenía un poco más de expectativas acerca de la unión de estas mujeres -ingenuamente, creí que sería una unión super sorora y revolucionaria… ¿Qué puedo decir? Igual me dejo engañar a pesar de que sé cómo opera la industria-, pero este team up es más que todo circunstancial, ayuda a Harley a sentirse nuevamente empoderada sobre su propia persona, lo que no quita que la química entre los personajes no exista; juntas son entretenidísimas y encantadoras, las coreografías funcionan muy bien y se ven armónicas en términos estéticos.
Hablando de este aspecto, es interesante su estética y su configuración visual, elemento que en un principio propició bastantes críticas negativas, sin razón aparente. No obstante, este ítem dialoga muy bien con el universo que construye el filme: divertido, energético, que no se toma en serio a sí mismo; algo que sin duda formará parte de la lógica visual de las secuelas tanto de las Aves de Presa como de Harley Quinn en solitario.
La desaprobación del estilo visual de la cinta proviene del público acérrimo a la estética de Batman, encerrada perpetuamente en un estilo noir y neo noir; la mayoría de los comentarios negativos se refieren a su AESTHETIC tipo Tumblr o Hot Topic o H&M, sin embargo dichos prejuicios no tiene un fundamento claro más allá de su similitud con ‘Suicide Squad’ (2016).
Una comparación que es errónea por lo siguiente: si bien pueden ser analógicas, a diferencia del Escuadrón Suicida que poseía elementos visuales muy pop, estos no armonizan con el relato ni con el tono y ritmo de la película, es decir, su estética no tenía nada qué ver con su universo; caso contrario es BoP, que sí utiliza estos elementos en favor de su historia, sus personajes y la tonalidad que propone la cinta, por lo tanto, es armónico y atractivo de ver.
Ahora bien, a pesar de los varios aspectos positivos, la configuración de su guion, escrito por Christina Hodson (Bumblebee), es un poco caótica y desordenada, sobre todo en lo que se refiere a la introducción de los personajes y el paso del primer al segundo acto.
La voz en off de Margot Robbie caracterizada va explicando cómo sucedieron los eventos, es un ir y volver entre situaciones, momentos y datos durante toda la primera parte del filme que tiende a fundirse con el segundo acto faltando un poco a la coherencia narrativa: nos plantea un relato estilo anecdótico, que oscila entre flashbacks y flashfowards, sin embargo se desordena cuando advertimos que hay información que no le ha entregado al espectador, volviéndose un poco agotador al repetirse tres veces, pues resulta un recurso innecesario, inconsistente y para nada orgánico.
A pesar de este desequilibrio en los primeros minutos, el resto del largometraje transcurre de manera impecable, finalizando la producción con lógica, revelando que la utilización del nombre Bird Of Prey para titular la película se entiende como una apertura a realizar una nueva franquicia con las heroínas que conforman este grupo, además de dejar en claro que Harley Quinn también tendrá sus películas en solitario.
En conclusión, BoP no es que sea una obra maestra ni una revolución social -¿Qué es eso de “obras maestras”? ¡Qué clase de categoría tan snob y auto-referente es esa!-, pero sí trata con ironía ciertos tópicos bastante poderosos.
Hay que entender que esta es la forma en cómo la industria y las productoras ven el “girl power” y no es que me queje, sin embargo la industria cinematográfica hollywoodense no representa al feminismo, salvo pequeñas excepciones. No trata temas de género como en realidad deben tratarse.
Entendiendo eso y esperando que los prejuicios más fuertes se diluyan un poco, ‘Birds of Prey… and the fantabulous emancipation of one Harley Quinn’, al igual que lo fue ‘Thor Ragnarok’ en el 2017, es una película que reivindica positivamente al personaje de Harley Quinn, además de mostrar nuevas formas narrativas y retratos de heroínas en la pantalla grande, asimismo expande el DCU sin depender tanto de los icónicos Batman y Superman.