Es natural que en cualquier ámbito y rubro de los quehaceres de una sociedad, aparezcan nuevos rostros que den, en este caso, un aire renovador a la actuación y refresquen lo que ha sido durante 20 o 25 años la generación que ha protagonizado las teleseries, series, obras de teatro o películas dentro de la escena chilena.
Hoy, a raíz de un fenómeno incuestionable como Verdades Ocultas (Mega/AGTV) -la teleserie más extensa en la historia de la televisión chilena-, es que una nueva actriz se ha tomado la opinión pública y ha demostrado que el recambio de aquellos actores que aparecieron a fines de los 90′ ya llegó y está para quedarse. Rocío Toscano (26) ha consolidado y posicionado finalmente su carrera.
Claramente, sin la intención de quedarse con lo hecho, en la actualidad podemos hablar de un posicionamiento profesional por la actriz de origen argentino, quien comenzó su carrera haciendo pequeñas apariciones en Matriarcas (TVN) y Veinteañero a los 40 (Canal 13), teleseries en las que ya era posible evidenciar un desplante que hacía que las escenas que les tocaba interpretar se volvieran naturales y, por ende, creíbles, aun cuando sus apariciones no tenían un desarrollo dramático muy extenso.
Antes de que las teleseries, por pequeños que hayan sido los papeles, se hayan fijado en ella para formar parte de sus elencos, Rocío tuvo una participación recurrente en la que es, sin lugar a dudas, una de las series más exitosas de la historia de la tv criolla, “Los 80″ (Canal 13), ficción en la que dio vida a Ximena, una peculiar joven de la época que llegó a desordenar la vida del hasta ese entonces “inocente” Félix Herrera (Lucas Bolvarán).
En este papel, la actriz, que por allá en el 2014 tenía apenas 22 años, demostró su lado más sexy, pero que combinó con un lado oscuro que permitía entender la naturaleza más fría y dura de la convulsionada etapa que el hijo menor de los Herrera estaba pasando. El rol de Rocío permitía un desarrollo paralelo, en en cual tanto ella como el joven actor podían demostrar la fase por la que la serie estaba pasando, entendiendo de mejor manera todo lo que se desarrollaba en forma interna en el círculo de Félix.
Llegaba el 2016 y Mega junto a la productora AGTV proponía como teleserie estelar de la tarde a “Amanda”, producción en la que, si bien Rocío no era directamente la protagonista, sí tenía una incidencia directa en cómo se comprendían los hechos que en la teleserie iban ocurriendo. Ella era nada más y nada menos que la versión adolescente de Amanda, la enfermera protagonizada por Daniela Ramírez.
Rocío Toscano, con 23 años, obtuvo un papel de suma importancia para una teleserie cuyo horario es fundamental en cómo se desarrolla la programación de los canales, dándose a entender que el trabajo de años comenzaba a dar frutos, ya que se convertía en una protagonista indirecta de una de las teleseries más importantes de la última década: Verdades ocultas.
Ya comenzábamos a ver de lo que era capaz esta joven actriz, que a pesar de aparentar casi ser una menor de edad debido a su rostro juvenil, ha podido mostrar madurez, colocándola en el tapete ya no como una promesa sino que ya es una realidad. Una realidad joven, claro, pero también es una actriz “consolidada”que, pese a tener mucho por aprender, es capaz de pararse en un set televisivo y hacerle frente a una cámara y actuar de tú a tú con actrices y actores que ya llevan años de protagonismo en pantalla o en las tablas.
El recambio de las cosas y las personas es un proceso innegable e ineludible en la sociedad, sin importar el orden y ámbito que sea, pero lo que sí podemos manejar es cómo nos enfrentamos a él y en eso Rocío ha sido capitalizar cada una de sus apariciones para hoy demostrar que su explosiva aparición como rostro fuerte la nueva camada de actrices no es ningún tipo casualidad.