La “vuelta a la democracia” en Chile supuso consigo no solo la salida del poder de un tipo de gobierno que controlaba y velaba autoritariamente por los contenidos y que estos no fuesen, según su criterio, perjudiciales o tuviesen un grado de influencia insurrecta en las personas, sino que además tornó mucho más laxos los límites de la censura y abrió principalmente las pantallas de Televisión Nacional y Canal 13.
Esto, específicamente a la realización de contenidos mucho más liberales y con una apertura editorial notoria, la cual, entre otras cosas, era posible apreciar gracias al reintegro de muchos actores y actrices que fueron vetados por las autoridades depuestas en el plebiscito del ’88.
A este proceso, donde la rivalidad entre ambos canales se hizo más latente que nunca, se le denominó la Guerra de las Teleseries.
El periodo denominado como Guerra de las Teleseries tuvo su apogeo máximo durante las décadas de los 90’s y 2000’s, periodo en el cual ambos canales de televisión establecieron una reñida lucha precisamente por quién realizaba la telenovela más exitosa en el horario que abarcaba (y abarca actualmente) entre las 20 y 21 horas.
Entre las producciones más emblemáticas de este periodo se encuentran, por parte de Canal 13, Doble Juego, Champaña y Top Secret o Amor a Domicilio. Por parte de TVN, la que sería la gran ganadora de este periodo, destacarían de la mano del director Vicente Sabatini, Estúpido Cupido, Oro Verde, Aquelarre, entre otras.
Este fenómeno implícito en la cultura de televisión chilena, siguió durante la medianía de la década siguiente, en el nuevo milenio, cuando en 2004 se emitiría una teleserie de época que buscaría imponerse aprovechando a su vez lo alicaída situación de Canal 13: Los Pincheira.
La teleserie producida por TVN entraría con gran fuerza, logrando calar profundamente en la gente, obteniendo cuatro premios APES e incluso transformándose en un producto de exportación.
La premisa de la teleserie protagonizada por los principales actores y actrices del canal estatal, entre los que destacaban Amparo Noguera, Claudia di Girolamo, Alfredo Castro, Blanca Lewin, Antonia Zegers, Pancho Melo, Luis Alarcón, Delfina Guzmán, Ricardo Fernández, Tamara Acosta, entre otros, llevaba a la pantalla chica la biografía casi íntegra de los Hermanos Pincheira, un grupo de asaltadores de caminos fieles al bando Realista que azolaría los parajes de la zona central y centro sur del país en la época de la Independencia.
Detrás de esta exitosísima teleserie que quedaría grabada en el inconsciente colectivo gracias a su excelso y especial canción de inicio en cada capitulo, existe una historia profunda, que involucra política, historia, encuentros y desencuentros.
¿Quiénes fueron los Hermanos Pincheira? ¿Cuál es su importancia histórica? ¿Fue territorio chileno su único espacio geográfico conocido?
Los Hermanos Pincheira, el terror de los caminos y aliado realista
Pongámonos en contexto: Chile en la época colonial no contaba con gran fuerza de seguridad para poder cubrir todos los espacios que, fuera de Santiago, ya era considerado campo o, en algunos casos, eran haciendas privadas, las cuales debido a su extensión resultaba muy difícil poder proteger en forma íntegra.
Esto, sumado al traslado de los más acaudalados señores y señoras de la élite chilena a diferentes reuniones, tertulias o simplemente a pasear, se transformaba en un caldo de cultivo para que personas rezagadas o pertenecientes a las estofas más bajas de la sociedad, sin posibilidad alguna de ascenso debido a la rígida estructura social de la época, conformaran grupos de montoneras constituidas por cuatreros y asaltantes que emboscaban a cualquier persona que sirviese de botín, más aún cuando estas poseían grandes cantidades a su disposición inmediata grandes cantidades de dinero.
Estos grupos de montoneros se volvieron constantemente un dolor de cabeza para las fueras realistas, siendo la derrota del Brigadier Antonio Pareja (1757-1813) y el respectivo vacío de poder que esto significó, lo que prosiguió con un desbande de seguridad interna, consiguiendo que estos grupos de montoneros, asaltantes y bandidos rurales surgieran insurrectamente.
Sin embargo, no sería hasta iniciado el proceso independentista que la consolidación de estos grupos delictuales tomaría forma definitiva, aprovechando que el foco de la atención de las autoridades de la época se encontraba en controlar a esta nueva fuerza antagonica que buscaba -y logró- conseguir la emancipación del Reino de España. Este proceso es conocido como bandolerismo social y se inició gracias a que, potenciado por lo mencionado, grupos flotantes de individuos, principalmente peones, se encontraban a la deriva en grandes campos y sin mayor protección de ningún tipo, sumiéndose en pobreza y alcoholismo.
Este era, a grandes rasgos, el contexto, la perspectiva y el entorno socio-político de la época en el cual las montoneras y asaltadores de caminos hicieran de las suyas, movilizando y causando el interés tanto de las fuerzas realistas como las consideras en la época como patriotas.
Finalmente, después del establecimiento y la tranquilidad que significó la victoria en la Batalla de Chacabuco (1817), encuentro bélico en las que las fuerzas lideradas por Bernardo O’Higgins comenzaron a cimentar la consagración del triunfo independentista, grupo que buscaba rápidamente afianzarse hacia el centro e ir derrotando al resto de las tropa hispánicas, ocasionando consigo la aparición, en medio de una situación de control social inexistente y prácticamente anárquica, la elevación de un grupo de hermanos líderes y símbolos de esta etapa de la historia de Chile: los Hermanos Pincheira.
Nacimiento de la guerrilla
El contexto era ese y las necesidades de su propia realidad los llevaron a entender que la única manera de sobrevivir era convirtiéndose en esta figura ya tan temida y que, entre otras actividades, había tenido un representante incluso entre las filas independentistas, más precisamente al lado del guerrillero Manuel Rodríguez, al forajido José Miguel Neira, uno de los principales salteadores de caminos de la época. Las guerrillas se habían instalado definitivamente en el país.
Los hermanos Pincheira, familia compuesta por:
Juan Antonio Pincheira (f. 1823)
Santos Pincheira (f. 1823);
Pablo Pincheira (f. 1832);
José Antonio Pincheira (1804-1884);
Rosa Pincheira (sin fecha);
Juana Pincheira (sin fecha).
Todos ellos, organizados en una respetada estructura jerárquica, donde el primogénito Juan Antonio era el líder del grupo que llevaría a cabo su primer asalto luego de que las fuerzas realistas fueran derrotadas en la Batalla de Maipú; luego, aquellos que sobrevivieron y lograron mantenerse alejados del asedio rebelde, se dispersaron, uniéndose a montoneras ya existentes o bien creando las propias, conscientes y convencidos de que la causa realista era la correcta.
En este periodo fue cuando el mencionado Juan Antonio Pincheira decide liderar a su familia en el vandalismo, comenzando las acciones cerca de Parral, su ciudad natal, intentando perpretar un asalto a la ciudad de Chillán en conjunto al también vándalo nombrado en la documentación de la época simplemente como Zapatam fallando en su intento al no contar la fuerza ni la dotación de hombres necesaria para el cometido.
Poco después de aquel 3 de agosto de 1817, precisamente en septiembre, cuando en compañía del Cacique Martín Toriano, volverían a intentarlo, teniendo relativo éxito.
A pesar del poderío que Los Pincheira en la zona, asimismo existieron momentos de los hombres que la afamada familia lograba reunir caían en combate. Ese mismo octubre, ya habiendo logrado hacerse un nombre en la zona con apoyo de indígenas, criollos y realistas escondidos y asaltando haciendas y fundos del lugar, sufrieron uno de los embistes más importantes de una su quehacer bandolero: 40 muertos, 64 detenidos y 2 fusilados fue el saldo del corretaje a gran escala.
Los Pincheira rápidamente se hicieron un nombre entre los asaltantes menores de la zona sur, consiguiendo consigo crear una red de apoyo que le permitía a la banda mantenerse a salvo del resguardo de las, a esas alturas, fuerzas oficialistas comandas por Bernardo O’Higgins, quien además buscaba atraparlos por su reconocida inclinación y apoyo a las fuerzas de la Corona Española. Poco tiempo después, los Pincheira iniciarían su leyenda.
Esta familia de montoneros se hizo gran fama incluso más allá de nuestras fronteras, cuando una vez ya habiéndose hecho un nombre dentro de las fuerzas de orden de la época e incluso logrando cierta aceptación por grupos más desposeídos y que miraban con reticencia lo que las nuevas autoridades al mando podían hacer, los Pincheira fueron declarados como enemigos públicos, obligándolos a una especie de exilio que los llevó, increíblemente, a aliarse con la resistencia realista y las guerrillas confederadas de Argentina.
Los Pincheira siempre han sido más que una teleserie exitosa, siendo esta la encargada de mostrar, a grandes y breves retrasos, la historia de uno de los íconos populares de la historia de Chile en el siglo XIX y que ha logrado mantenerse con mayor o menos vehemencia hasta nuestros días.
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