Juan Cano, protagonista de ‘Proyecto fantasma’: “Esta es una película de mucho texto y diálogo, lo cual es una novedad en el cine chileno”

“Es un filme de cómo enfrentar los 30 (años) en una ciudad como Santiago”, relata Juan Cano sobre su experiencia en “Proyecto fantasma”, filme chileno disponible en salas nacionales.

El joven actor chileno Juan Cano conversó con Revista La Máquina acerca de su rol protagónico en la nueva cinta de Roberto Doveris (“Las plantas”, 2015) llamada “Proyecto fantasma”, que ya se encuentra disponible en las salas de cine.

Además, el rostro de ficciones como “Héroes invisibles” y “Taller de video” habló acerca de cómo realizó este rol que ya comenzó a brindarle notoriedad en festivales extranjeros, así como también de sus próximos proyectos ligados al cine, la televisión y la música.

“Proyecto fantasma”: La cinta chilena sobre fantasmas, terapias alternativas y travesías en Ñuñoa

Producida por Niña Niño Films y escrita por Doveris, la película tuvo su estreno en el extranjero, en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam, y sobresalió en el BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente), donde su actor protagonista fue premiado por su actuación en el filme.

La cinta nos inserta en la atípica vida de Pablo, joven que sueña con actuar en la pantalla grande, pero para sobrevivir trabaja como paciente simulado y en extrañas sesiones de terapias alternativas. Acaba de terminar una relación y su compañero de casa desaparece, dejándole deudas y un sinfín de problemas, entre ellos, un fantasma. Este será el comienzo de su travesía por el barrio de Ñuñoa, conociendo a sus vecinos, haciendo nuevos amigos y descubriendo que el camino para cumplir su sueño será más enredado y complicado de lo que parece.

El actor Juan Cano relata más sobre el filme en esta entrevista.

¿Qué opinas acerca del estreno de la película y sobre tu premio en el BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente)?

¡Genial! ¡Bakán! Es cerrar el ciclo de todo lo lindo que ha sido viajar con “Proyecto fantasma” y que la película haya estado en países diferentes, donde ha sido muy aplaudida. Eso nos ha generado mucha alegría y ahora es súper lindo poder mostrársela al público chileno para ver cómo reacciona. Fue la raja ganar el premio en el BAFICI. No sabía que existía un premio como Mejor Actor, así que me sorprendí y obviamente me sentí muy feliz, porque era como una pequeña medallita, que hace que te pesquen un poco más los medios o que sirva para la promoción de la película. Además que la recepción que tuvo “Proyecto fantasma” en Buenos Aires fue increíble. La gente amó que fuera tan cotidiana, sincera y el bajo presupuesto se volvió un atractivo. Allá hay una súper industria. Entonces ellos echan de menos esta cosa más genuina, cercana, la amistad y el día a día, que la película lo tiene. Un premio me sirve caleta productivamente. Me hace tener más visibilidad y uno siempre quiere más pega, debido a que los espacios que hay en Chile son pocos. Para mí los premios sí son una manera de visibilizarte mucho más desde un lugar todavía tan invisibilizado.

 Ya habías trabajado antes con Roberto Doveris. ¿Cómo se dio que protagonizaras este filme?

Yo me quedé a vivir con Roberto después de “Las plantas”, porque le arrendé una pieza en su departamento. Vivimos cuatro años juntos y nos hicimos súper amigos. Él empezó a escribir esta película y de repente le dieron ganas de integrar mi vida como actor en esa ficción. Finalmente me dijo que quería que yo la protagonizara. El guión también tiene aspectos de nuestras vidas y amistades. Es como una oda a ese departamento de Lastarria en donde vivimos.

¿Qué tal fue la experiencia del rodaje?

Tuvimos un proceso bastante loco. Porque grabamos escenas en el verano del 2020 y el 70% de la película se rodó durante el 2021. Así que fue un hueveo, porque solamente podíamos grabar de tal hora hasta tal hora. “Proyecto fantasma” se filmó en una época en que dieron un mes de apertura. No sé si fue en febrero, pero se podía tener un aforo de veinte o veinticinco personas en un lugar y la producción aprovechó ese momento para grabarla, porque era un largometraje de pocos requerimientos. Fue un poco a trasmano, porque había que respetar ciertas cosas. Recuerdo que había un permiso para estar después de las 10 de la noche en la calle. Entonces, si volvías en taxi y te pedían las cuestiones, tú mostrabas ese permiso y estabai. También había que usar mascarillas si no participabas en las escenas y nos hacían PCR. Todo lo típico de la pandemia estuvo entre medio. Pero también tomando muy en cuenta el estado emocional en que uno estaba durante la emergencia sanitaria: bastante raro, con un poco de frustración con toda la anormalidad, que al final terminaba afectando a la hora de actuar. Pero, por suerte, mi personaje estaba con una especie de nube negra y eso le aportaba.

 ¿Cómo describirías a Pablo?

Quería dedicarle esta actuación a Roberto Doveris y al Chicho Jera, que es un amigo mío que tengo de chico. Me inspiré en ellos dos para este personaje. Aunque tenga eventos de mi vida, yo soy una persona muy seria y un poco contestaria. Cuando me molestan las cosas lo digo y mi papel era un poco más pasivo y tierno, que no es algo principal en mí. Sentía que el Chicho contenía esto junto con el Dovi. Tuve que hacer ese trabajo para que este personaje fuese mucho más cálido e inactivo. Me costó bastante, porque habían partes en que me complicaba no responder. Pablo sueña con esto de hacer cine, pero no se mueve. Un error que cometen los artistas es querer algo y no hacer nada por ir hacia eso. Por ejemplo, un casting. Pablo tiene eso de que es muy conformista. Tuve que meterme en aquello y lo de ser gay lo enfaticé en la caracterización. Ir mucho más al callo con ciertos gestos y entonaciones de voz que me parecían lindas de interpretar, que son aspectos de Dovi y de Chicho. Cuando los personajes están con una nube negra, tienes que estar como en ese estado de depresión, decepción y frustración. Eso también fue un trabajo que facilitó la pandemia, donde estábamos medios desesperanzados, decepcionados y enrabiados. Pero entrar al estado de la tristeza, la pena, el miedo y la inacción también es una labor. Porque no es algo que uno busque o quiera.

¿Qué opinas acerca de la actualidad del cine chileno?

Pienso que el cine va en ascenso. Tal vez hayan recortados los fondos, pero creo que todo se va a mantener igual durante un tiempo. Lo cual es súper fome como artistas. Igual creo que eso no va a impedir que el cine chileno crezca. En general, se sigue recurriendo al CORFO y al FONDART, y a los festivales e instancias internacionales donde hay plata. En ese sentido, no creo que sea un retroceso, sino que va a seguir creciendo. Se podrían hacer mejor las cosas si hicieran mejores las cosas desde la izquierda. Pero, por ahora, yo me mantendría distante de alguna opinión. Prefiero confiar que la cosa va a seguir creciendo muy piolita. Mientras ocurre todo este proceso de turbulencia política latinoamericana.

 ¿Cómo crees que se han dado las relaciones entre el actual gobierno del presidente Boric con el mundo de la cultura y las artes?

 Yo creo que es bakán la aproximación que tiene el gobierno y eso se nota en las cosas que veo cercanas al radio artístico y mainstream: Santiago Centro, Recoleta, Providencia o Ñuñoa. Se han hecho bien las cosas y es pro-positivo desde la izquierda. Pero cuando votamos por Boric pensamos que el desempeño iba a ser mucho mejor. Aunque igual han habido aportes.

¿Cómo definirías “Proyecto fantasma”?

Es un filme cercano que trata sobre la amistad, de cómo sobrellevar los problemas y enfrentarse a la adultez de los 30 siendo artista en Chile. Esta es una película de mucho texto y diálogo, lo cual es una complejidad y novedad, porque se dice que en el cine chileno nadie habla. Hay más importancia a las miradas o a lo que puedan sentir los personajes que al texto. Esa es una de las cosas que me agrada de Roberto. O sea, entiendo que el arte sea una sublimación de la realidad, pero hay que jugar con algo más en el cine. “Proyecto fantasma” es tal cual como describo al director. Porque al mismo tiempo que es intelectual, es incisivo, novedoso y tierno. Posee todo eso y puede juntar cultura pop con filósofos contemporáneos y al mismo tiempo algo Kawaii.

Cuéntanos acerca de tus próximos proyectos

Viene una película que grabé en Perú que se llama “Érase una vez en Los Andes”, que se va a estrenar primero en festivales internacionales y en Lima, y que la dirigió Rómulo Sulca. En festivales chilenos se va a estrenar la cinta que grabé en Argentina, que se titula “Reparo” de Lucía van Gelderen. También se va a lanzar un largometraje que grabé el 2019 y que se llama “Un buen hombre”. Participé en el filme “Patio de chacales”, que es chileno, donde actué con Néstor Cantillana y Blanca Lewin. Se va a estrenar “Bravura plateada”, miniserie sobre la cantante Cecilia, que va a salir por TVN en octubre, donde también interpreto a un personaje súper lindo. Ahora estoy haciendo música, canto y toco guitarra en “Defectos especiales”. Es un proyecto musical que lo conformamos cuatro integrantes. Yo soy el vocalista, compositor y toco la guitarra rítmica. Tenemos dos singles arriba y vamos a ir subiendo sencillos cada mes. Es rock alternativo con un poco de influencias en Virus, Ases Falsos y el J-rock, que es el rock japonés, y que me gusta harto. Tenemos alguna presentación en vivo que hemos grabado y estamos subiendo contenido a YouTube, donde esperamos generar audiencia.

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