La partida de Malú Urriola deja un vacío en la literatura chilena, pero su legado perdurará en sus obras y en la memoria de todos.
En una triste noticia para el mundo de las letras chilenas, este viernes 21 de julio ha fallecido a los 56 años la destacada poeta, guionista y académica Malú Urriola, tras una valiente lucha contra una larga enfermedad. Oriunda de Santiago, su legado ha dejado una huella significativa en la escena literaria del país, según informó La Tercera.
Malú Urriola inició su carrera literaria en 1988 con el poemario “Piedras rodantes”. Esta fue una época en la que la poesía chilena vivió un florecimiento de importantes figuras, como Rodrigo Lira, Soledad Fariña y Elvira Hernández.
En una entrevista posterior, Urriola mencionó cómo la dictadura militar influyó en su vida y su trabajo artístico. Además, se rodeó de personas intelectualmente inquietas, como el escultor Lautaro Labbé y Aristóteles España, quienes fueron importantes en el ámbito artístico durante esos difíciles años. Su vinculación con este círculo creativo comenzó desde joven, cuando llegó a este mundo adolescente junto con su amiga Maggie Labbé, hija del escultor mencionado.
Desde temprana edad, Malú tuvo una clara predilección por la escritura de mujeres. Comenzó leyendo a autoras como María Luisa Bombal a los 7 años y luego se sumergió en la obra de escritoras chilenas y extranjeras, destacando su interés en el feminismo.
En 1994, la poeta publicó uno de sus trabajos más destacados, “Dame tu sucio amor”, un poemario que se alejaba de los cánones más tradicionales de la lírica y se ubicaba en lo pop, con fuertes tintes feministas. En sus versos, Urriola expresaba con fuerza y contundencia su visión sobre las dinámicas de género y la opresión patriarcal.
La incursión de Urriola en el ámbito audiovisual también fue notoria. Realizó un máster en guion en Madrid, España, lo que le permitió desarrollarse como guionista y participar en series como “Los Venegas”, “El cuento del tío”, “Cárcel de mujeres”, “Mea Culpa”, “El día menos pensado”, así como formar parte de equipos en teleseries como “Mujeres de lujo”, “Infiltradas”, “La sexóloga” y “Amor a la Catalán”.
En sus últimos años, Malú Urriola dedicó parte de su tiempo a impartir talleres literarios en la Fundación Pablo Neruda, institución en la cual ella misma había sido becada en 1986.
Su talento y dedicación fueron ampliamente reconocidos, recibiendo diversos premios a lo largo de su carrera. Entre ellos, destacan la Mención Honrosa del Premio Municipal de Literatura de Santiago en 1995 por su obra “Dame tu sucio amor”, y el Premio Municipal de Literatura de Santiago en la categoría Poesía en 2004 por su trabajo “Nada”. También fue galardonada con el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura en 2004 en la categoría de Mejores Obras Editadas por su obra “Nada”.
La partida de Malú Urriola deja un vacío en la literatura chilena, pero su legado perdurará en sus obras y en la memoria de aquellos que admiraron su valiosa contribución al mundo de las letras y la cultura del país. Descanse en paz, Malú Urriola.