Crítica de “Rápidos y Furiosos X”: Un entretenido festival del ridículo que convirtió una saga en meme

“Rápidos y Furiosos X” tiene a un sorprendente Jason Momoa, pero cae en ser una cinta ridícula, sin sorpresas y con acción desbordante.

Así es… Llegó a las salas nacionales una nueva entrega de la incombustible “Rápidos y Furiosos” llamada “Rápidos y Furiosos X”, esa franquicia que ya es parte de la cultura pop y que cada ciertos años nos trae una nueva cinta con una trama calcada a la anterior.

La primera llegó hace más de 20 años atrás y nadie hubiera apostado que se convertiría en lo que es hoy. La última cinta nos muestra nuevamente a la “familia” juntos, pero pronto comenzarán los problemas. Dante Reyes, el hijo del traficante Hernán Reyes, es el nuevo enemigo de Dominic Toretto y que buscará la venganza por la muerte de su padre.

UNA CINEMATOGRAFÍA QUE SE SUPERA A SÍ MISMA

“Rápidos y Furiosos X” es dirigida por Louis Leterrier, quien estuvo en la silla de dirección de los filmes “Furia de Titanes”, “El Increíble Hulk” y “Nada es lo que parece”, y ahora se aventura con la décima parte de la franquicia; con esto vuelve al género de acción.

La película tiene todo lo que debe tener una ‘Rápido y Furioso’: explosiones, autos de gama alta (o de cualquier gama) volando por los aires y quedando prácticamente ilesos, el grupo expandiéndose por todo el mundo (tienen locaciones que dicen pertenecer a la Antártica) y personajes que reviven y otros que mueren.

La cinta está llena de acción, persecuciones y un Toretto haciendo lo que sabe hacer con un auto: Lo imposible, buscando superarse a sí mismo en cada entrega.

Pero el guion es otra cosa. Siempre es el corazón de la película, la que le da los giros y la trama atrapante. Y aquí falla de forma estrepitosa. La historia nos muestra el porqué de que este largometraje es considerado como una película “bisagra”: relleno tras relleno, la cinta no moviliza y simplemente es una película que sólo conduce al final y poco y nada aporta más que presentarnos al nuevo villano.

Dicho esto, la intromisión del personaje de Jason Momoa es algo casi inédito, extraño y bordea la ridiculez. Pero lo aceptamos, porque es Rápido y Furioso.

Los efectos especiales en “Rápidos y Furiosos X” están perfectamente logrados; las locaciones están de 10 y hay algo en el ambiente que te dice que se acerca el final.

Asimismo, la cinta quiere “tirar toda la carne a la parrilla” y junta a todos sus personajes icónicos para su último adiós.

Nota: Quédense hasta la post-créditos porque hasta el innombrable ha vuelto.

ACTUACIONES A TONO EN “RÁPIDOS Y FURIOSOS X”

Si hay alguien a quien le pertenece esta película es a él. Hablamos de Vin Diesel, el eterno Dominic Toretto. Aquí lo vemos como siempre, siendo el hombre ancla y el cual constantemente tiene enemigos. Un invencible, saldrá de cuanto choque de auto vivo y victorioso; él siempre cuidará a su familia con uñas y dientes.

En el filme vemos un atisbo de emocionalidad y tiene algunas escenas en que se “emociona”, pero no logramos conectar, porque hace muchos años sabemos quién es Toretto. Ese hombre todo terreno, un héroe de su tiempo que siempre saldrá victorioso. No lo queremos ver sufrir, lo queremos ver manejar autos, derrapar en una pendiente y salir vivo. Y nos lo da todo.

Pero ahora vamos con el que verdaderamente sostiene la cinta: Jason Momoa nos tomó por sorpresa al ser un villano excéntrico, cringe y psicópata que simplemente nos encanta. Malvado, resentido y con mucho odio, Momoa nos da un personaje que se sale de su molde de hombre viril para mostrarnos toda la locura de su Dante Reyes. Un hombre al que le da lo mismo herir y ser herido, con fetiches algo extraños, mas con un encanto y carisma que hace que se robe la pantalla. Uno de los mejores personajes que se unió a este universo.

El elenco ensamble está bien, como siempre, sin embargo no propone nada nuevo. Todos sabemos que son la banda de Toretto y se mantienen en ese sitial, pero es algo extraño lo que sucede con el personaje de Letty, ya que en en “Rápidos y Furiosos X” tuvo poco tiempo en pantalla, y si bien los aprovecha y saca su veta de mujer ruda, nos quedamos con ganas de más. Quizás en las próximas entregas que se vienen, pueda lucirse.

EL FENÓMENO DE RÁPIDO Y FURIOSO

Es algo innegable. Esta franquicia es parte de la cultura pop. Se acaba de estrenar y ya es éxito de taquilla con millones de dólares reunidos en su primer fin de semana. Ya sea por morbo, por “ver qué harán ahora” o ver si Toretto muere; la gente asiste a verla y tienen millones de fieles fans. De todas maneras, la cinta se respeta a sí misma y se adueñó de su propio meme, entregando lo que la gente quiere.

“La familia es lo primero”, “no me quitarás mi auto”, “este grupo es una secta con autos” y el “tuve fe” son parte de las “frases meme” que ahora son parte del guion. No tiene problema en tomar esto y hacerlo parte oficial de la cinta, así sucede con los hermanos perdidos, el hijo que recién aparece, los malos porque son malos y la intromisión de un personaje que hace creer que era parte de una cinta de la cual nunca fue. E incluso muertes y posterior apariciones del personaje vivo. Sólo falta que aparezca Nick Fury y se hace el crossover completo.

La falta de sentido no importa, porque el cine comercial te permite todas estas licencias y en eso “Rapidos y Furiosos” sabe jugar muy bien.

Es una cinta fan service, hecha para su fiel público y para el amante de la acción. Y en eso, lo aplaudimos de pie.

“RÁPIDOS Y FURIOSOS X” EN PALABRAS SIMPLES…

“Rápidos y Furiosos X” es la primera parte del principio del fin. Se siente así y pone todo de sí para que sea un cierre épico. Con un villano encantador, explosiones cada 10 minutos, persecuciones y un Toretto todopoderoso, la cinta es un total fan service y le da a su gente lo que quiere: a su familia.

Que se vengan cinco más porque ya está claro que “si la familia lo pide, la familia lo tendrá”.

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