Puede haber familiares nuestros que se queden con lo que dijo Sergio Rojas, porque confían en él, y eso transmitirlo a sus entornos.
Por Felipe Vásquez, periodista y columnista de Revista La Máquina.
Es cierto que la televisión ya no tiene las mismas audiencias como antes. En el caso de la televisión abierta, por ejemplo, su audiencia cayó en un 18% entre el 2013 y el 2023, equivalente a 800 mil personas (CNTV, 2024). Sin embargo, los mensajes que se emiten en pantalla sí tienen impacto y pueden generar desinformación.
¿Por qué hago esta introducción? Bueno, es porque durante la semana se ha puesto en boga la confesión del periodista Andrés Caniulef de ser portador de VIH (indetectable gracias al tratamiento médico), pero más aún la sarta de leseras que el panelista del programa “Que te lo Digo”, Sergio Rojas, dijo al reaccionar a la noticia. Sus palabras estuvieron cargadas de estigmatización y desinformación sobre el contagio.
Puedo entender que se sintiera dolido por desconocer información sobre alguien con quien tuvo intimidad. Pero eso no justifica, en ningún caso, la ignorancia ni la violencia de sus palabras, especialmente en un tema que hasta hoy sigue perjudicando a las personas diagnosticadas con esta enfermedad.
Ya el ‘Circo de las Montini’ nos lo mostró
En el 2002, la gran obra de ficción nacional “El Circo de las Montini” intentaba sensibilizarnos respecto al tema con la historia de Rodrigo Marín, un hombre heterosexual que al tener una aventura se contagia del virus. Rodrigo y su entorno representaban distintos prejuicios en torno a la enfermedad: su padre lo rechaza y cree es una enfermedad exclusiva de homosexuales que se puede transmitir por el tacto; su esposa Sirena cuando se entera piensa que es una sentencia de muerte y el circo en su mayoría lo trata mal.
A diferencia de Sergio Rojas, los personajes viven en un entorno en el que no existe escolaridad avanzada, por lo que el prejuicio es lo primero en salir a flote. A pesar de eso, la evolución de ellos favorable y terminan aceptando a Rodrigo (el padre termina abrazando a su hijo cosa que antes evitaba por temor al contagio).
Con esto, quiero decir que si hace 20 años una teleserie nos hablaba del tema y sus prejuicios, es inaudito que hoy existan voces con espacio en pantalla que hablen de este asunto sin prepararse al respecto.
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Reacción en redes sociales tras Sergio Rojas
Al menos hay un alivio en esta situación: hay quienes, con evidencia, responden a lo emitido en televisión, como lo hizo la Fundación Chile Positivo. Puede que en directo el rating no sea alto, pero basta con que una persona vea un discurso en televisión y decida interactuar con su contenido para que se pueda volver viral en redes sociales, donde muchas personas consumen contenido e información. Hoy las audiencias también son creadores de contenidos a partir de lo que ven en otros medios. Por ese lado se abre el debate y eso es sano.
De todas maneras, aunque es positivo que existan respuestas fundamentadas, no es tolerable que la ignorancia tenga tanta caja de resonancia. Esto no ocurre solo en la farándula, sino también en espacios de aparente discusión política, como “Sin Filtros”, donde parece importar más tener razón que dialogar.
Mi única duda es qué pasa con quienes no ven las respuestas fundadas. Puede haber familiares nuestros que se queden con lo que dijo Sergio Rojas, porque confían en él, y eso transmitirlo a sus entornos. Es por eso que debemos promover la información correcta en nuestros círculos y espacios, para que no existan personas perjudicadas por la ignorancia de otros.