Avenida 10 de Julio, de Nona Fernández: El dolor de una sociedad narcotizada

Luego de unos meses desparecida, vuelvo a escribir. Y regreso con un libro que me invitó a parar como lo hace uno de sus protagonistas, Juan. ¿Has parado alguna vez por tu salud mental? ¿Has tenido el privilegio de parar? Son algunas de las preguntas que me dejó “Avenida 10 de Julio”.

Sobre la autora, Nona Fernández Silanes -de quien ya hablamos acá con su novela “Space Invaders”-, nació en Santiago de Chile, en 1971. Es actriz y escritora. Fue elegida el 2011 por la Feria del Libro de Guadalajara como uno de los veinticincos secretos mejor guardados de la literatura latinoamericana. Como narradora ha publicado el volumen de cuentos “El cielo” (Cuarto propio, 2000) y las novelas “Mapocho” (Planeta, 2002), “Avenida 10 de Julio Huamachuco” (Uqbar, 2007), ambas ganadoras del Premio Municipal de Literatura; “Fuenzalida” (Random House, 2012), y “La dimensión desconocida” (Random House, 2016. Premio Sor Inés de la Cruz).

Bajo Editorial Alquimia ha publicado: “Space Invanders” (2013), “Chilean Electric”(2015, Premio MOL a mejor novela publicada), y una edición definitiva de “MAPOCHO”.

Como dramaturga, Nona Fernández ha estrenado con su compañía La Pieza Oscura las aplaudidas obras “El Taller” (2012, Premio Altazor y Premio Juan de Nuez Martín) y “Liceo de Niñas” (2016).

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Esta novela tuvo su primera edición en 2007, siendo esta última por Alquimia Ediciones, 2021 la Definitiva. Acompañada por el poemario “La pieza oscura” de Enrique Lihn, la autora inicia la escritura de este libro con las preguntas: ¿Dónde están los niños? ¿Habrá manera de recuperarlos?

Yéndonos de lleno con “Avenida 10 de Julio”, el libro está dividido en 5 partes y la historia es narrada en primera persona por sus dos protagonistas: Juan y Greta, quienes se conocen en el colegio y se unen en un romance en medio de militancias y protestas estudiantiles a mediados de los ochenta, hito que los une y luego los separa, dada la violencia del contexto sociopolítico en el que se ven envueltos, a propósito de la dictadura militar de Augusto Pinochet.

A través de cartas, Juan se intenta comunicar con Greta ya siendo adulto, con un matrimonio fracasado y observando como su hogar, su barrio, es destruido por un nuevo proyecto inmobiliario.

Juan un día decide parar, terminar con los medicamentos que lo ayudaban (u obligaban) a dormir, a estar despierto y trabajar. Acciones que realizaba al igual que un automata, sin goce por la vida.

Foto: Belén Herrera.

“NADIE ENTENDÍA QUE ESTABA CANSADO, QUÉ SOLO QUERIA PARAR. NO NECESITABA VACACIONES. SIMPLEMENTE TENIA QUE FRENAR EN SECO Y NO DAR UN PASO MÁS HACIA ADELANTE.”

Avenida 10 de julio, de Nona Fernández

Juan un día decide detener su auto y, con él, su ajetreada vida, mientras se hunde en los recuerdos de un pasado más apasionante, en el cual tenía un propósito que perseguir junto a sus compañeros de colegio, a través de la lucha estudiantil: Sacar al tirano del poder.

Por otro lado, Greta se enfrenta a la pérdida de su primera hija, a un matrimonio que termina en desilusión y a una vida austera después de estos acontecimientos, donde su único objetivo se convierte en restaurar el furgón escolar, lugar en que estuvo por última vez su pequeña hija. Greta recorre las calles de la Avenida 10 de Julio buscando los repuestos para este furgón. A medida que va consiguiendo las piezas, nos muestra la procedencia de estos pedazos de chatarra y de los accidentes automovilísticos, que esconde cada una de estas partes.

Acorralados por Carmen Elgueta, la mujer del seguro que quiere indemnizar a Juan para que venda su casa y a Greta, para que firme contra el chofer del furgón que terminó con la vida de su hija, el encuentro de sus exparejas; se van entrelazando estas historias, hasta que logran encontrarse sus protagonistas en otro espacio temporal, en un agujero negro diseñados por y para ellos, donde conviven con los muertos y desaparecidos que atraviesan el resto de los relatos.

De manera personal, este libro caló profundamente en mí y me ha regalado una de las imágenes más hermosas y dolorosa de los últimos tiempos: un hombre en medio de la carretera que decide parar su auto, mientras todo fluye su alrededor al ritmo acelerado del neoliberalismo salvaje. Detenerse, prender la radio del auto y descansar. ¿A quién no le gustaría ser Juan?

Otro punto es que esta obra de Nona Fernández está maravillosamente escrita, sus personajes te llevan de la mano por sus desventuras, por sus sueños e ideales, sin perder el norte de la ternura, del cariño y el amor por la lucha por el otro.

Este libro me deja preguntas valiosas respecto al panorama actual, donde estamos pronto a escoger a un nuevo presidente y me cuestionó: ¿Cuál de estos candidatos presenta un plan para la salud mental? ¿Qué entendemos por salud mental? ¿Debe ser un privilegio solo para quien pueda costearla?

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Dónde adquirir “Avenida 10 de julio”:

LA FURIA DEL LIBRO: https://www.instagram.com/lafuriadellibro/?hl=es-la

https://tienda.hueders.cl/products/avenida-10-de-julio

https://www.libreriadelgam.cl/libro/avenida-10-de-julio_104040

https://alquimiaeditorial.cl

entre otras librerías del pais.

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