Hace algunas semanas, y gracias a Diamond Films, pudimos asistir a una función especial de “María”, la nueva cinta del cineasta chileno Pablo Larraín, protagonizada por Angelina Jolie y que marca el fin de su trilogía de personajes femeninos potentes y mundialmente conocidos.
Ahora es el turno de María Callas, la afamada cantante de ópera reconocida a nivel mundial por su impactante registro vocal, que le valió el apodo de “La Callas”. La cinta nos muestra un poco de su historia, su infancia, su gran amor, el éxito de su carrera musical y también su actualidad, ya que la película nos lleva a los últimos días de Callas, alejada de los escenarios y de las luces.
Debemos decir que el filme no es malo, de hecho, Jolie se lo lleva a sus hombros y nos hace viajar. Pero, lamentablemente, la cinta se siente como un loop constante de situaciones; se torna predecible e incluso poco vertiginosa. Repito, no es mala cinta. Pero sí la más débil de la trilogía ideada por Larraín.
En Revista La Máquina te contamos más sobre el filme que ya está disponible en cines y que estrenará en Netflix durante este 2025.
UNA CINEMATOGRAFÍA YA CONOCIDA
Pablo Larraín ya no necesita presentación. El cineasta chileno más exitoso a nivel internacional vuelve a la carga para entregarnos el cierre de su ambiciosa trilogía que lo llevó a Hollywood y a trabajar con nombres como Natalie Portman, Kristen Stewart y ahora Angelina Jolie. Pablo juega a lo ya conocido. Su marca invaluable: una fotografía preciosa, con una paleta de colores increíble que te hace viajar a los años dorados de la ópera y, sobre todo, a los años dorados de La Callas. Primerísimos primeros planos a su estrella protagonista, una perfección en cada toma donde todo pareciera perfectamente alineado. Pulcritud. Simpleza. Belleza. Eso es la cinematografía de Larraín en su trilogía. Y aquí no ofrece algo diferente.
Pero su narración y el guion hacen de esta cinta la más débil de sus entregas. El montaje va más o menos así: salida de Callas, alucinación, restaurante, entrevista, show y así pasan los días. Un loop constante de la misma situación que solo nos muestra diferentes etapas de la vida de la cantante. Si bien la historia de Callas tiene momentos llamativos, no logra tener la fuerza para compararse con sus antecesoras. Pero esto puede tener una justificación: la vida de Callas ya era monótona, rutinaria y solitaria, y esa es la etapa de la vida en la que se enfocó Larraín. Por ende, tendría sentido. Pero, aun así, no hay ritmo, no hay clímax dramático, no hay vertiginosidad. Una cinta que juega a volver siempre al lugar del inicio, y eso nos hace exasperar. Puede tornarse aburrida, repetitiva y hasta superficial.
Lo más criticable de esta cinta es la poca profundidad que se le da a la vida de María Callas, a sus situaciones, a sus pérdidas, a su tragedia. Esta biopic nos muestra en flashes los momentos más importantes de la dama de la ópera, pero no busca profundizar. Por ende, no hay clímax porque no hay una etapa de la vida de la cantante que sea realmente fuerte para lograrlo. Una pena, ya que material había mucho. Pero, como todo quedó en una pincelada, solo nos quedamos con su canto y sus números musicales.
ANGELINA JOLIE Y TODOS LOS DEMÁS
Angelina Jolie es la gran protagonista y quien demuestra nuevamente lo gran actriz que es. Pablo Larraín suele llevar a sus actrices hasta las nominaciones a los Oscar. Y aquí creemos que lo logrará de nuevo. Angelina da una actuación sublime, exquisita, elegante. Pese al guion repetitivo, ella supo salir jugando y nos entrega a una Callas en sus últimos días, que lucha por mantenerse vigente y que el mundo no la olvide. Vemos tremendos matices: ególatra, talentosa, solitaria, depresiva y con una gran sensibilidad. La María Callas de Angelina Jolie es una mujer con grandes problemas emocionales proporcionales a su inmenso talento como cantante. En los números musicales se nota el lip sync, pero también se aprecia el trabajo de Jolie para impostar una voz tan compleja como la de Callas e incluso te saca una lágrima en el número final. Angelina será nominada. Qué bello trabajo. El único gran detalle es que, al final de la cinta, ponen fotos reales de la cantante y ahí se percibe que esta elección de casting no es la más acertada, ya que Jolie no se parece en nada a la joven Callas. Pero, aun así, esto es un detalle pequeño que no opaca el gran trabajo de la actriz.
Luego están sus grandes compañeros: Pierfrancesco Favino y Alba Rohrwacher, como su mayordomo y su ama de llaves. Por un lado, tenemos a Ferruccio, su fiel mayordomo, quien si bien hace lo que ella le dice, también la desafía. Le trae a un doctor sin su consentimiento, le controla el consumo de medicamentos y la hace tener varios golpes de realidad. El perfecto yin y yang. Y luego tenemos a Bruna, su tierna ama de llaves, que le hace caso en todo. La escucha, la aconseja, la apoya y, sobre todo, la sigue a donde quiera que va. Bruna es el eco de María Callas; donde la cantante dice algo, ella lo repite. Qué dulce personaje.
También tenemos al elenco ensamble. Está su esposo o gran amor, quien es mostrado como un hombre completamente castrador, que incluso la dejó para casarse con Jackie Kennedy y la alejó por completo de su gran pasión: los escenarios y la ópera. Haluk Bilginer es el encargado de traer a la vida al infame Onassis, y lo hace increíble. De hecho, es la decisión de casting más acertada. Por último, tenemos al joven Kodi Smit-McPhee, como Mandrax, un personaje ficticio que la entrevista y sirve como chivo expiatorio para contar la historia. El actor está muy correcto en su rol, transmitiendo calma y escucha.
“MARÍA” EN PALABRAS SIMPLES…
“María” es una cinta biográfica que cumple a medias. Con un colosal trabajo de su actriz principal, la película se torna repetitiva, superficial y poco gravitante. Un trabajo de fotografía perfecto y una sensibilidad y elegancia que no alcanzan a ser un soporte idóneo para tan buena actuación de Jolie. Y si bien es la más débil de la trilogía de Larraín, saldrás emocionado del cine. Te va a erizar la piel.