Mauricia Saavedra, cantora campesina: “El canto campesino es una forma de vida, no es solamente cantar. Es entrar al mundo de Violeta Parra”

Fue en un momento triste, durante el velorio de Paola Parra —pareja de Mauricia Saavedra y amiga de Ana L’Homme— cuando ambas comenzaron a establecer un vínculo. Un lazo que más tarde daría origen a Yo no canto por cantar, documental que retrata la vida de Saavedra.

“Yo estaba en un momento de dolor terrible. Recién había fallecido mi pareja Paola Parra, amiga de Ana. Yo la había visto antes, nos habíamos saludado, pero no había una relación cercana. Durante el velorio, Ana observa que ahí hay una cantora y me pide una entrevista. Así empezó”, recuerda la protagonista del largometraje que estrenó el 2 de octubre en cines independientes, con distribución de Miradoc.

“Ella me abre todo su mundo como cantora, y también el de las cantoras campesinas. Sentí que era un privilegio estar ahí, porque no cualquiera entra en ese mundo. Eso se transformó en el documental”, dice Ana L’Homme en conversación con La Máquina, cuya obra comenzó como un cortometraje universitario y terminó ganando el premio a Mejor Documental Nacional en el Festival In-Edit 2024.

‘Yo no canto por cantar’, película sobre Mauricia Saavedra (Miradoc)

“El cortometraje lo hice como tesis de universidad. Decidí que ella tenía que ser mi personaje. Ella aceptó hacer una tarea conmigo en un comienzo. Ese corto fue premiado como aporte nacional a la cultura. De repente empezó a conseguir muchos premios”, señala la Magíster en Cine Documental sobre los inicios del largometraje, que pronto llegará al Festival In-Edit de Barcelona

La película sigue la vida de Mauricia Saavedra, cantora y poeta lesbiana de la zona central del país. Junto a otras mujeres, ha impulsado el canto campesino en la Región del Maule, tradición que en 2023 fue reconocida como Patrimonio Inmaterial de Chile gracias al proyecto Al encuentro de las cantoras campesinas del Maule. Yo no canto por cantar retrata su vida cotidiana, sus motivaciones y el legado que deja entre otras cantoras, quienes han encontrado en el canto un refugio, en un contexto rural que se ha caracterizado por el machismo.  

‘Yo no canto por cantar’, película sobre Mauricia Saavedra (Miradoc)

El vínculo de Ana L’Homme con el canto popular se remonta a los años posteriores a 1973, cuando vivía fuera de Chile. “Siempre me atrajo la imagen de Violeta Parra y su mundo. Yo crecí con sus canciones. Estuve fuera de Chile después del 73, y la que me acompañaba era Violeta Parra. Siempre me pregunté cómo era su mundo y de dónde sale su canto. De repente se me abre la posibilidad de entrar en el mundo de las cantoras y para mí tenía esa doble cosa, de entrar en el mundo de la Violeta y en el mundo de la Mauricia. Ese fue el primer impulso”. 

Más tarde, ese impulso se transformó en una certeza que podemos ver en la película: “Mauricia es un elemento muy positivo, que abre futuro entre las mujeres. En el canto campesino ellas cantan su dolor, canciones que se cantan a sí mismas. Esas canciones silenciosas eran su voz. Y si aceptaban la cámara, eso tenía que mostrarse”, agrega la documentalista.  

‘Yo no canto por cantar’, película sobre Mauricia Saavedra (Miradoc)

Para Saavedra, la idea de salir en una película era impensada y responde un rotundo no cuando se le consulta si se imaginó algún día llegar a los cines. “Yo hacía investigaciones pequeñas en la región. Hice un par de videos relacionados con las cantoras. Yo iba siguiendo cantoras, iba buscando historias. Ese era mi mundo, pero yo no me veía en una pantalla. Nunca lo imaginé ni lo soñé. Todo esto para mí ha sido un regalo. Ha sido un regalo para mí y para todo el canto campesino. Un regalo para todas estas cantoras que estamos en este mundo del canto campesino, donde hay una filosofía de vida y un trabajo de campo. Una forma de vivir”.

El canto campesino es una forma de vida, no es solamente cantar. Yo estoy muy lejos de Violeta Parra, pero ella fue nuestra inspiradora. Ella escarba este mundo en su época y saca lo que se estaba perdiendo, lo que estaba muriendo y lo presenta. Hoy me tocó a mí”, cuenta la poeta. 

Es un canto más de raíz, canto por sentido, que recibe una herencia que se va transmitiendo de generación en generación. De madres a hijas, de abuelas a nietas. Así sucesivamente. Es un canto ancestral y el canto popular recoge todo eso. En el canto comercial no estamos. Nos cuesta un mundo vender un disco, vender nuestros trabajos. Pero lo que estamos haciendo, lo dejamos registrado. Por si en algún momento hay interés”, aclara Saavedra, cuando se le consulta por la diferencia entre el canto campesino y el canto comercial

En el documental, una escena representa lo que la cantora refiere. Francisca, una joven, se acerca a Mauricia con el interés de adentrarse en el canto campesino. “El canto campesino hay que sentirlo. Como dice la Fran, que se le paran los pelos cuando escucha este canto. Esos jóvenes tienen que buscar su raíz. Los que se acercaban a mí, me decían que tenían su abuelita y que les gustaría recoger lo que su abuela cantaba. Y es importante que lo hagan, para continuar con este legado”. 

‘Yo no canto por cantar’, película sobre Mauricia Saavedra (Miradoc)

Para L’Homme, parte del valor del canto campesino está en la empatía. “Hay una raíz, que no es la raíz del pasado, sino una que está más adentro tuyo. A medida que profundizas en ti, vas comunicándote mejor con el otro. Este mundo necesita de comunicación, la incomunicación nos lleva a la discriminación, a la intolerancia”, agrega la documentalista. 

“Mientras más me conecto conmigo misma, más conecto con los demás. Eso es la empatía. Las letras se cruzan con los sentimientos de otros: cuando escuchas sus historias, las cantas porque también tienen mucho que ver contigo. En cierta medida, lo que canto representa a muchas personas, y cada uno lo interpreta según su propia experiencia”, explica Saavedra sobre la importancia de la empatía y el sentimiento colectivo en el canto campesino.

Si bien el canto ha sido un refugio para Mauricia Saavedra, tampoco está exento de frustraciones. “Hubo muchos momentos en que peleé conmigo misma y con mi guitarra. No quería cantar. En esos bajones sentía que no tenía sentido, que le cantaba al viento y a nadie le interesaba. Sin embargo, aparecía esa fuerza profunda que me decía que esto tiene otro sentido, que no depende de los demás sino de mí. Y si yo lo necesito, tengo que seguir desarrollándolo. Me peleé con mi guitarra un par de veces y la tuve meses guardada. Pero luego la necesitaba, necesitaba comunicar, cantar, soltar el canto. Entonces volvía, vuelvo y siempre voy a volver. Es uno de mis instrumentos para poder sanar”, confiesa.

‘Yo no canto por cantar’, película sobre Mauricia Saavedra (Miradoc)

Luego de su estreno en cines, Yo no canto por cantar viajará a Barcelona, a la edición catalana del Festival In-Edit. donde representará a Chile y su canto campesino. “Me parece interesante que cosas profundas de Chile salgan y que otros puedan aprender de esto. Por supuesto que nos sentimos halagados que In-Edit nos haya dado ese premio (Mejor Documental Nacional, In-Edit 2024). Había otros documentales muy buenos, no pensábamos que íbamos a ganar. Pero sí, Chile tiene mucho que dar en profundidad y espero que sea recibido con esa profundidad en Barcelona”, cierra Ana L’Homme.

Revisa dónde ver Yo no canto por cantar aquí