Rocco Posca, actor de La Sociedad de la Nieve: “Llegué a un límite físico muy grave”

Rocco Posca actualmente se encuentra centrado en su carrera como músico y tendrá un concierto el sábado 12 de octubre en el Club Chocolate.

Una de las cosas que he envidiado de Argentina es su amor y compromiso con el arte, su cultura y como su hermoso pueblo se complementa con esta, al punto de luchar si se llega a dejar alguno de estos aspectos de lado en cualquier conversación. Si bien las diferencias entre países hermanos son claras, debemos estar unidos en muchas cosas.

Chile, al igual que Argentina, está lleno de arte. Sin embargo, no vengo a comparar diferencias o virtudes, sino a hablar del privilegio que tuve al reunirme con uno de sus artistas, Rocco Posca.

El argentino artista, músico, actor e hijo del reconocido actor argentino Favio Posca, nació el 12 de agosto del 2000. Siendo un joven rodeado de arte, era cuestión de tiempo para que esta joven promesa diera sus primeros pasos en la industria.

Con tan solo 17 años, comenzó grabando un sencillo titulado Connections, siendo Rocco la guitarra y la voz de sus propias creaciones. Sin duda, un prodigio con una trayectoria musical tan impresionante como su carrera actoral.

Ha participado en diversas cintas argentinas, como Gato negro (2014) y Bigli (2021), pero dio su salto a la fama con la ya reconocida cinta La sociedad de la nieve (2023).

Sin embargo, actualmente se encuentra centrado en su carrera como músico y, con una exitosa gira en Latinoamérica, Rocco Posca aceptó tener una entrevista con Revista La Máquina, previo a suconcierto el miércoles 16 de octubre en el Club Chocolate (más información y entradas aquí).

Rocco Posca y su entusiasmada llegada a Chile

Sé que tendrás un próximo concierto aquí en Chile, en Santiago. Cuéntame más sobre esto. ¿Qué significa para ti venir y tocar para el público chileno?

Para mí ir a Chile es, la verdad, parte de un momento muy hermoso de mi vida que tiene que ver con una gran expansión que empecé a tener este año, tanto con la música como con la vida en general. Y la verdad es que Chile y su público han sido gran parte de eso, porque me han enviado mucho cariño a través de las redes y de todos los medios posibles. Me han hecho llegar cartas, regalos. Así que para mí Chile es una alegría inmensa y el símbolo de que mi música puede seguir cruzando fronteras y llegando a nuevos lugares. Así que, bueno, significa y simboliza un montón de cosas hermosas.

Acerca de la música, ¿qué te motivó a ser músico y qué te motiva hoy en día a seguir siéndolo?

Siento que lo primero que me… O sea, en realidad no lo sé. Era muy chico, tendría seis o siete años, y me acuerdo de entrar al cuarto de la madre de mi mejor amiga, donde había una Fender roja tirada en el piso, enchufada a un amplificador. Recuerdo que fui, gateando hasta la Fender, porque estaba en el piso, y sonó por el amplificador. Esa es una imagen que tengo grabada, como un antes y un después. A partir de ese día le pedí a mi madre y a mi padre que me llevaran a clases de guitarra. Creo que me convertí en músico sin tener la meta de querer dedicarme a esto, simplemente sucedió. Sentía la necesidad de cantar lo que componía y expresarlo, no dejarlo solo para mí. Eso terminó teniendo el título de “músico” y de “carrera”, pero para mí lo único que existe es mi vínculo con las canciones, con el instrumento, con el canto y con lo que necesito decir. Así que creo que la motivación es esa: estar en contacto con lo que necesito y manifestarlo.

El Arte de Actuar

Tengo entendido que has participado en varias películas en tu carrera como actor.

Sí, la más reciente y relevante quizás fue La Sociedad de la Nieve.

¿Habrá una pausa en tu carrera actoral o tratarás de equilibrar la música y la actuación?

Bueno, la verdad es que yo siempre dejo que eso se dé de forma natural, porque tampoco es que abundan los proyectos audiovisuales. Creo que la música siempre ha sido lo que me ha sostenido; esencialmente soy músico, esa es mi vida. Y cuando aparece un proyecto audiovisual, me encanta y lo disfruto mucho. Permito que interrumpa mi rutina musical, pero no lo busco activamente, dejo que llegue cuando tiene que llegar. Es como si los proyectos tuvieran un reloj perfecto, porque cada tanto, cuando necesito un respiro creativo de la música, aparece algo que me trae un aire fresco. Pero permito que se regule solo, que tenga su propia lógica.

Que la vida te guíe.

Sí, exactamente.

¿Cómo surgió en ti la pasión por la actuación?

Bueno, nací en una familia de actores. Mi padre es actor, muy reconocido aquí en Argentina, con una trayectoria en televisión, cine y teatro. Siempre estuvo presente en mi vida. Actuar fue algo natural para mí, no lo veía como una carrera, sino como una necesidad de expresar distintas formas y emociones. Estudié en una escuela de teatro por muchos años, y me empezaron a llegar castings. Al principio no quedaba en casi ninguno, pero de repente quedaba en alguno, y hacía la película muy felizmente. Pero como te digo, nunca fue algo que buscara de manera consciente, simplemente las cosas suceden, y mientras se sienta bien, todo va bien.

Al final, tu vida ha sido puro arte.

Sí, la verdad que sí, mi vida ha estado muy atravesada por el arte. Igual siento que el hecho artístico es realmente la vida misma. Justo el otro día hablaba con un amigo sobre cómo muchos artistas, aunque no necesariamente expongan su trabajo o den conciertos, son artistas porque su vida es un acto artístico en sí. Creo que siempre he visto el arte de esa manera, como una manifestación de la vida.

¿Qué fue lo bueno y lo malo de haber participado en La Sociedad de la Nieve?

Muy bueno. Está bueno porque todo el mundo solo pregunta lo bueno, pero mira, yo siento que lo bueno fue muchísimo más que lo malo, y te diría que lo mejor fue todo lo que aprendí. Filmábamos con cinco cámaras, mis compañeros fueron increíbles, y trabajar con un grupo tan grande y tan amoroso fue algo muy enriquecedor. Aprendí mucho sobre cómo vincularme con un equipo enorme en una producción gigante, y aún en las condiciones más ásperas, como el hambre que a veces te ponía de mal humor, logramos mantener una buena vibra. También, una vez que la película salió, me abrió muchas puertas a un nuevo público, lo que me ayudó a crecer tanto en la música como en la actuación.

Lo malo, quizás, fue haber llegado a un límite físico muy grande. Recuerdo haber tenido anginas tres veces en un mes y medio, recuperarme y volver a caer. Fue un estrés físico muy alto, y eso, sinceramente, no lo extraño.

Rocco Posca presentará un concierto el sábado 12 de octubre en Club Chocolate (más información y entradas aquí)

También podría gustarte