Finalmente se estrenó la tan controversial y esperada película autobiográfica de una de las bandas más exitosas e infames del rock n’ roll: Mötley Crüe, con “The Dirt”, basada en el libro del mismo nombre escrito por la banda y publicado el año 2001. Es dirigida por Jeff Tremaine y producida por Netflix.
La película muestra la historia de la agrupación desde sus inicios y cómo llegaron a ser uno de los precursores del glam metal con su hard rock crudo y una vida llena de excesos que son bien retratados en el filme, son fáciles de entender inclusos para quienes no conozcan en detalle la propuesta de este cuarteto.
La pieza audiovisual comienza mostrando a Mötley Crüe luego de cualquier concierto en pleno auge de la década de los 80’s en Los Angeles. Se introduce en la personalidad de los cuatro miembros en la etapa más salvaje de su carrera, con una pequeña introducción de cómo los personajes principales serán llevado a cabo más tarde.
Aquello es demostrando paulatinamente en un inicio por el bajista Nikki Sixx (interpretado por Douglas Booth), su dura infancia sin nada más que la música con él, quien tras varios intentos de bandas llega a conocer a Tommy Lee (interpretado por el rapero Machine Gun Kelly), luego de un fallido show de la antigua banda de Sixx, London, deciden buscar más miembros, encontrando a Mick Mars (Iwan Rheon) y a un vocalista de covers amigo de Lee de la escuela: Vince Neil ( interpretado por Daniel Webber). Estas son las cuatro partes perfectas para el desenfreno y el desastre más exitoso en la escena del rock a principios de los 80’s.
“No éramos una banda, éramos unos pandilleros”. De esa forma describe Nikki a Mötley en los primeros instantes de la película, que desde el primer minuto se representa todo lo que se sabe que es sinónimo de Crüe: “Sexo, drogas y rock & roll” en su más pura expresión.
Un elemento a destacar del guion y el ritmo de la trama son los soliloquios, que de vez en cuando son brevemente relatados tanto por los integrantes de la banda como por algunos personajes secundarios; captan mucho la atención e incluso aportan datos que no se podrían descifrar explícitamente.
Las personalidades de los miembros de la banda se muestran como cualquier tipo de banda podría tener. El baterista Tommy Lee, al ser el más joven de ellos, se representa como un chico lleno de energía, enamoradizo, repleto de esa locura adolescente que es fácil de percibir.
Una de las escenas más divertidas es cuando se muestra una rutina “normal” de la banda en giras mundiales protagonizada por Tommy, desde que despierta con resaca a las 5 PM hasta las increíbles fiestas después del show terminando su día cerca de las 6:30 AM. Se ve cómo el integrante más alegre y fiestero, efusivo y con carisma, sin duda uno de los mejores logrados del largometraje de Netflix.
Nikki Sixx, por el otro lado, el líder de la banda, con hartos problemas familiares, una infancia dura que lo dejaron prácticamente en la calle, se refugió en la música para poder sobrevivir.
Fue el compositor de las letras y música de la mayoría de las canciones; en la cinta es el personaje que resalta más, además de ser de los más problemáticos y extremos en la película. Con una personalidad adictiva, el personaje arruina muchos momentos de su vida (y de la vida del grupo) a causa del alcoholismo y drogadicción, pero sin embargo toca fondo y lentamente deja atrás esas costumbres, retratando lo que en realidad sucedió en su vida real. Quizás, lo único que le faltó a Douglas fue un poco más de expresión en las escenas más significativas, aun así su papel cumple con todo lo que se puede esperar del auténtico Nikki Sixx.
El guitarrista Mick Mars, lo representan como un tipo extraño, de personalidad más fuerte y amargada en comparación de los demás, tal vez por ser el mayor de los Crüe (y lo resaltan mucho en la producción).
Si bien es uno de los personajes menos mediáticos de la agrupación, en la vida real compartía de igual modo todo el desenfreno que estaba en la vida de Mötley Crüe, solo que lo muestran más bajo perfil en la película que en lo que realidad es, pero se adapta fielmente a las poses y dominio escénico del auténtico.
Sin embargo, para ser de los personajes principales el menos polémico, es un elemento importante tanto para la banda como para la filmación, ya que de igual forma sufre las consecuencias con una gran enfermedad detrás.
Finalmente, el vocalista de la banda, Vince Neil, de personalidad mujeriega, fuerte, donde solo está en la banda para conseguir mujeres y siendo ya el vocalista que es la cara visible de la banda, entonces con eso, la fama y el éxito van de la mano con los excesos y las tragedias.
Este papel en especial sufre una transformación a continuación de que nace su hija, donde si bien la vida desenfrenada se va paulatinamente alejando, las rehabilitaciones, el cariño y las responsabilidades surgen casi por obligación.
Es el rol más emocional desde la mitad de la película y bien merecido, porque a pesar de la lujosa vida de un cantante de glam metal en los 80’s, tuvo que liegar con fuertes situaciones personales que casi le cuestan la vida, pero que al final, considerando el estilo de vida de estos “pandilleros”, estaban destinados al desastre en alguna ocasión.
Si bien es cierto que esta es una de las bandas más caóticas del Sunset Strip en L.A, acá se muestra tanto lo fiestero y lo “feliz” de la banda, pero también en las situaciones más oscuras de la agrupación. La violencia de pareja de Tommy Lee, la muerte y resucitación de Nikki Sixx a causa de la sobredosis de heroína , la degenerativa enfermedad ósea de Mick Mars, las muertes y accidentes que rondaban la vida de Vince hacen ver que no todo es fiesta y sexo para una banda que tuvo mucho éxito.
Hay una premisa esta película: no todo es color de rosa, con pañoletas, maquillajes, peinados escarmenados y la vida de un rockstar, que tiene su lado complejo, y las diversas situaciones son retratadas de una forma muy fiel a la realidad, no por nada los 4 miembros de la banda estuvieron presente en cada rodaje, lo que le da una fidelidad a los hechos aprobada por la misma banda. Una buena apreciación de las tragedias que envuelven a Mötley Crüe a costa del éxito que tienen.
Otro gran acierto de esta producción son los personajes de tercera categoría que aparecen, tal como ocurrió en la vida de Mötley Crüe, David Lee Roth (cantante de Van Halen), Slash (guitarrista de Guns N’ Roses), John Corabi (vocalista de Mötley Crüe cuando se fue Vince), entre otros.
Pero la más icónica es la del Príncipe de las Tinieblas Ozzy Osbourne (exvocalista de Black Sabbath), quien los lleva en su primer gran tour en 1984, y quien es tan o más desenfrenado que Crüe.
Si bien la película no trata de ellos, este tipo de personajes podrían haber tenido más escenas para desplegarse, ya que es una muy entretenida aparición para la gente que conoce la historia de la banda.
La película cumplió con todo lo prometido y que uno esperaba tan solo viendo el tráiler; la euforia por esta producción superó las barreras y ha sido bien aceptada por la gran mayoría de los fans, además del parecido físico de sus personajes con los reales.
Sexo, drogas y rock & roll (y algo más) es lo que se vio en la película, igual que en el adelanto y cumplió a cabalidad sin convertirlo en un cliché que todas las películas de música contienen.
Si, tal vez se omitieron partes interesantes como la carrera solista de Vince Neil al momento de salir de la banda, o la ansiada pelea (que nunca se llevó a cabo en la realidad) de Neil con Axl Rose, o los roces con Metallica y la escena del thrash metal que estaba surgiendo, pero son detalles que solo los fanáticos estamos pendientes y que, la verdad, su relevancia hubiese sido mínima (pero interesante, detalles que despiertan a todo buen fanático al verlos en la pantalla grande).
Hubiese gustado que la música hubiese tenido más espacio, más que el espectáculo y las situaciones de sus vidas, lamentablemente pasó a un segundo plano, no obstante es un factor que pasa en cada biopic musical. Ocurrió en Lords Of Chaos (con reseña acá), en Bohemian Rhapsody (aunque la escena final se salva de este detalle) y ahora en The Dirt son contadas las escenas donde la música predomina, pese a ello es una muy bien lograda producción.
.Falta historia actual del cuarteto, pero como entrega es buenísima, cabe destacar que Mötley Crüe se separó el 31 de diciembre de 2015 con un concierto ese mismo día en Los Angeles y ahora por esta producción han decidido reunirse agregando cuatro canciones nuevas al soundtrack del filme (una de ellas es un cover a Madonna) por todo el éxito que la película ha tenido y bien merecido, porque esta es una de las bandas que pasó a la historia pese a todo el caos e infortunios que los han llevado a estar aún de pie, se agradece un montón su historia y veamos qué es lo que preparan para el futuro la banda más carretera del mundo.