Powerwolf y Lord of the Lost: Santiago está bendecido de heavy metal

Anoche fuimos testigos de un verdadero ritual, una liturgia licántropa liderada por Lord of the Lost y Powerwolf, respectivamente.

La capital de nuestro país volvió a sumergirse en una atmósfera oscura, envuelta por una opacidad siniestra, aunque al mismo tiempo poética y fraterna, donde lo único que importa es reconectar con esa vibra emocional que el metal —y la música en general— despiertan cada vez que presenciamos un concierto en vivo.

Y es que anoche fuimos testigos de un verdadero ritual, una liturgia licántropa liderada por Lord of the Lost y Powerwolf, respectivamente. Ambas agrupaciones alemanas se presentaron por segunda vez en Chile, y no decepcionaron: ofrecieron un espectáculo arrollador en el Teatro Cariola.

Te contamos todos los detalles de esta misa del heavy metal, aquí en Revista La Máquina.

Hëiligen

A eso de las 19:15 horas, la banda nacional Hëiligen fue la encargada de abrir los fuegos con una potente dosis de power metal chileno. Liderados por el vocalista Renzo Palomino, ofrecieron una presentación sólida, respaldada por un sonido demoledor que fue recibido con entusiasmo por los primeros asistentes que llegaban al recinto.

El frontman deslumbró con pasajes vocales limpios y agudos que despertaron aplausos espontáneos. Uno de los momentos más memorables fue cuando proclamó una frase que se sintió como un mantra compartido por todos los presentes: “el heavy metal es la solución a todos los problemas”.

Foto por Patricio Núñez.

Durante cerca de media hora, Hëiligen demostró con creces por qué son dignos teloneros de grandes nombres, como en esta ocasión Powerwolf, y anteriormente los legendarios Stratovarius.

Setlist Hëiligen:
• Lights in the Darkness
• Back in the Game
• Prisoner of Faith
• Return to the Battle
• Rage of the Gods

Lord of the Lost: la oscuridad también emociona

El ambiente cambió abruptamente. El recinto se envolvió en sombras, atrapando a los presentes en un halo de tinieblas, acompañado de un hipnótico juego de luces. Lord of the Lost hizo su entrada con un sonido demoledor que fusiona lo mejor del metal industrial y el gótico.

Foto por Patricio Núñez.

Los oriundos de Hamburgo desplegaron desde los primeros temas, “The Curtain Falls” y “The Future of a Past Life”, una energía apabullante, llena de carisma y oscuridad, encabezada por su líder y vocalista Chris “The Lord” Harms, quien logró que buena parte del público se rindiera en aplausos y ovaciones.

Harms estuvo constantemente cerca de sus seguidores, chocando puños y entregándose a sus fanáticos más acérrimos, mientras que el resto de la banda acompañaba con una ejecución impecable, con una intensidad sonora que —me atrevo a decir— superó incluso a sus grabaciones en estudio.

Foto por Patricio Núñez.

Los alemanes no daban tregua, intensificando cada vez más su impacto en el público. Muchos quizás no los conocían a fondo, pero sin duda se ganaron el respeto y la ovación de la audiencia con temas como “Live Today” y “Die Tomorrow”. Cerraron su sólida participación con “Drag Me To Hell” y “Blood & Glitter”.

Setlist Lord of the Lost:
• The Curtain Falls
• The Future of a Past Life
• Loreley
• Destruction Manual
• For They Know Not What They Do
• Six Feet Underground
• Born With a Broken Heart
• Live Today
• Die Tomorrow
• Drag Me to Hell
• Blood & Glitter

Powerwolf: la santa misa del heavy metal

Poco a poco el Teatro Cariola se llenaba, con rostros maquillados al estilo característico de la banda. Incluso un fan asistió completamente disfrazado de lobo. En el escenario, dos enormes gigantografías del clásico hombre lobo flanqueaban el atril-espada de Attila Dorn, que dominaba el centro del escenario.

A las 21:30 en punto comenzó la liturgia. La banda alemana, fundada por los hermanos Greywolf, regresaba a tierras chilenas tras cinco años de ausencia, desatando el delirio con “Bless ‘em With The Blade”. Un arranque impresionante, con una calidad sonora impecable y una puesta en escena digna de videoclip.

Foto por Patricio Núñez.

Uno de los grandes aciertos de la noche fue la carismática dupla formada por Attila Dorn y el tecladista Falk Maria Schlegel, quienes interactuaron constantemente con el público. Entre chistes, arengas y gritos, lograron elevar la efervescencia del ambiente. En uno de los momentos más memorables, Falk incluso realizó el clásico “siu” de Cristiano Ronaldo, desatando risas y aplausos por igual.

La ceremonia continuó con himnos como “Incense & Iron”, “Army of the Night” y “Amen & Attack”, que encendieron el primer gran moshpit, el cual se mantuvo activo durante el resto del concierto. Saltos, coros masivos y una comunión energética que vibraba desde el alma.

En el público se respiraba una sensación de hermandad, ese vínculo que tan bien se manifiesta en el power metal. Fue hermoso ver cómo los fans compartían esa emoción, saltando juntos en círculos, bailando incluso en temas como “Dancing with the Dead”. Me atrevería a decir que entre tanto movimiento, este concierto también sirvió como rutina completa de cardio.

Foto por Patricio Núñez.

Attila y Falk, que también se animaron a bailar juntos, incluso motivaron al guardia del sector derecho del recinto, quien se dejó llevar por la música y terminó disfrutando el show. Ni la banda ni el público aflojaban, algo que quedó patente en canciones como “Demons Are The Girl’s Best Friend” y “Fire And Forgive”, donde la energía del público chileno sorprendió gratamente al líder de esta misa licántropa.

En uno de los pasajes más emotivos, una decena de personas se arrodillaron en señal de devoción durante “Stossgebet”, mientras dos parejas bailaban al ritmo de “Alive or Undead”, transformando el caos en poesía.

Powerwolf también aprovechó de presentar parte importante de su nuevo disco, Wake Up The Wicked, interpretando temas como “1589”, “Sinners of the Seven Seas” y “Heretic Hunters”. Un álbum que los llevó al primer lugar en los rankings alemanes de GFK Entertainment, consolidando su lugar como una de las bandas más destacadas del metal europeo actual.

Foto por Patricio Núñez.

La parte final de la misa vino cargada con sus clásicos: “Sanctified with Dynamite”, “We Drink Your Blood” y “Werewolves of Armenia”, que desataron hasta la última gota de adrenalina del público. Los “UH AH UH AH” retumbaban como un mantra, con un crowdsurfing incluido que coronó una noche de heavy metal espectacular. Sin duda, los lobos volverán pronto a Sudamérica.

Setlist Powerwolf:
• Bless ‘em With The Blade
• Incense & Iron
• Army Of The Night
• Sinners Of The Seven Seas
• Amen & Attack
• Dancing With The Dead
• Armata Strigoi
• 1589
• Demons Are The Girl’s Best Friend
• Stossgebet
• Fire And Forgive
• We Don’t Wanna Be No Saints
• Alive Or Undead
• Heretic Hunters
• Sainted By The Storm
• Blood For Blood
• Sanctified With Dynamite
• We Drink Your Blood
• Werewolves Of Armenia

Fue una noche inolvidable, de principio a fin. Un espectáculo que exhibió con majestuosidad el poderío del metal alemán, pero que también dejó en claro que en Chile la pasión por este género arde con una llama inextinguible. Como bien lo dijo Attila Dorn: “Santiago está bendecido de heavy metal”. Y no podríamos estar más de acuerdo.

Galería de fotos por Patricio Núñez para Revista La Máquina: