Hace unas semanas vio la luz el nuevo disco de Jaco Sánchez, el alter ego de Pablo Ilabaca, destacado guitarrista chileno fundador y exintegrante del grupo Chancho en Piedra, además de miembro estable del proyecto televisivo-musical 31 Minutos. Este álbum lleva por nombre “Jaco Sanchez & his all-stars”.
Un disco que poco tiene de disco. ¿Cómo? Claro, porque nadie mejor que su creador lo describa, denominándolo como un “anti-disco”. Un proyecto espontáneo, sin mucho ensayo, desnudo, sin arreglos. Pero honesto. Así le gusta trabajar a Pablo Ilabaca: hacer música desde la esencia de lo que significa, con errores pero con un buen resultado, eso es el nuevo lanzamiento del ex Chancho en Piedra.
Con ya 15 años de carrera en solitario, Pablo Ilabaca no pierde el tiempo y, a pesar de estar en medio de una pandemia mundial, el trabajo no para. En enero de este año ya había estrenado la segunda parte de su proyecto “Sunshine” y ahora nos sorprende con una disco totalmente en vivo que nació como un registro de la banda y que finalmente se convirtió en lo que hoy es “Jaco Sanchez & his all stars”.
En La Máquina hablamos en exclusiva con Pablo y quisimos saber más de este nuevo proyecto, de su inspiración y del momento que se vive en Chile y el mundo, brindando su visión sobre la industria musical actual.
N.E.: Esta entrevista se realizó de manera remota, debido a las precauciones dictadas para evitar la propagación del coronavirus covid-19.
Cuéntame un poco de tu nuevo disco. Entiendo que fue un proyecto que salió de otro. ¿Cómo es eso?
El disco nació de pura casualidad. Antes de irme a una gira a México, decidí juntar a la banda y grabar una sesión. Vino la pandemia y se arruinaron todos los planes de la humanidad. Es un disco que partió siendo otra cosa y eso es la particularidad de este, creo que eso se siente en la música, se siente en la frescura de que no estás grabando un disco, que estás grabando solo una sesión y que una sesión se transforme en un disco le da otra fuerza a la música, se muta, tiene una transformación, tiene una metamorfosis totalmente positiva hacia la inmortalidad de la música. Muchas veces uno graba y la deja guardada en el clóset, pero esta música salió del closet y está ahí para que toda la gente la escuche. Entonces, por eso yo digo que es un “antidisco”, porque no está pensado como un disco, sino que fue hecho pensado para otro propósito, pero terminó siendo un soporte para toda la eternidad.
¿Te sirvió para canalizar, quizás, las emociones que se producen por el encierro?
Premonitoriamente, sí. Porque hay un tema que se llama “Para Mí” que habla sobre la contingencia social, pero como fue un disco pre pandemia no habla de nada de pandemia. Si nos ponemos esotéricos, de más que encontramos alguna similitud con algo. Creo que lo más relacionado que tiene con el encierro el disco, es el mismo disco, que pudo salir y ver la luz y que tuve la suerte de haberlo grabado.
El mensaje de esa canción (Para Mí) es claro, partiendo porque comienzas con una frase explícita. ¿Cómo nace esta canción?
Es un tema que habla de nuestra contingencia, es súper explícito. Es una canción que tiene una potencia y letras muy incisivas. Es hincarle el diente a la realidad que estamos viviendo. “Para mí Chile es así , la raza humana es así, para mí esto no va a cambiar, en el congreso no hay moral”, tiene que ver con lo que todos sienten nomás. Pero decirlo en una canción me pareció súper entretenido, sobre todo en una canción que tiene mucha energía y es súper ondera, es como para bailar, pero la gracia es que esté diciendo un mensaje. “Sal a bailar a la cancha pero despierta, sal a bailar a la cancha pero anda a votar para que haya una nueva Constitución, sal a bailar a la cancha pero ten los ojos abiertos”.
Si no me equivoco, el sampleo final es el Che Guevara.
Así es. El sampleo que hay lo lanza Dj Perez y tuve la suerte de invitarlo a esa sesión de ese sábado 7 de marzo y él llevó el disco de Che Guevara. Yo le pedí que pusiéramos algún récord o pista de algo emblemático político latinoamericano y qué más emblemático que Che Guevara.
Tienes canciones que son muy diferentes respecto al contenido. “Bailo con los muertos”, por ejemplo, es muy diferente a “Para Mí” ¿Qué te pasa con la muerte y tus antepasados? Es curioso porque es una canción que habla de muertos en un momento en el que estamos rodeados de muerte.
Mi favorita. Lo que hago en esa canción es conjurar, algo que siempre estuvo relacionado para mí como algo negativo. Pero yo usé la palabra para darle otra connotación, que es estar con mis recordados, con la gente que me cuida, con mi abuelita que se llamaba Jacobe Sánchez. La muerte es un gran tema para mí, pero por sobre todo me gusta mirar la muerte como la ven los mexicanos, cómo se vive el “Día de muertos” en el cementerio: de que es una fiesta, que van a dejar ofrendas a los muertos que está la gente como si fuera de día en el cementerio, lleno, con mariachis, comiendo, bebiendo, festejando. Por eso me gusta hablar del tema y no es la primera vez que lo hago. No quiero que la muerte se vea como algo negativo, que sea algo que lo podamos comprender, porque estamos rodeados de eso.
¿Te da miedo la muerte?
Depende. Si me muero cayéndome de la Torre Eiffel, obvio que me va a dar miedo. Pero si me muero teniendo 70, 80 años o mañana y sé que viene y estoy preparado, bienvenida.
Hay harta gente que está detrás de este disco. ¿Ellos son “all your stars”?
(Risas) Estaba pensando en el nombre. Se lo puso Martín Benavides, hablando un poco lo del anti-disco, entonces tiene esa libertad: tiene errores, desafinaciones, algún problema de pulso, pero que a mí no me importa, porque yo creo en el error y me gusta el error. Yo creo que dentro del error convive una nueva música y eso me encanta. Me cargan los discos sobreproducidos, me cargan los discos en que están afinadas las voces. Acá no hay nada de eso, acá es tal cual salió nomás. Entonces, pienso en el “His all stars” y sí, hay mucho talento, está la banda que es genial: Felipe Ilabaca, Felipe Metraca, Pancho Guitarra, Valentín Trujillo, está la Javi (Javiera Vinot), que es una de las mejores cantantes que conozco. Está también Pedro Piedra, Matias Chinaski, entonces claro hay muchas “estrellas” si habláramos como de un jet set que no existe.
Siempre has colaborado con varios artistas, ¿crees que eso es lo que se debe hacer en esta industria? ¿Ser colaborativos?
Creo que, como en todo orden de cosas, hay personalidades que se llevan bien haciendo música o arte con otras personalidades, pero tampoco creo que sea un deber. A mí me gusta colaborar y tocar con distintas personas porque estoy en constante aprendizaje. Tengo casi 44 años y siento que no sé nada, porque cada vez me sorprendo de algo nuevo. Aprendo algo de las experiencias que vivo compartiendo con colegas. Así que a mí me encanta colaborar, que haya gente metida tocando y transformando la música y que se vaya para otro lado. Me encantan las metamorfosis musicales y eso ocurre cuando uno se junta con gente que es distinta a uno.
¿Crees que los artistas deberían tener un rol como líderes de opinión aprovechando el alcance o las plataforma a las que pueden acceder?
Yo creo que cada uno puede hacer lo que le dé la gana y hacer lo que quiera por alguna causa o no. Me acuerdo que un músico dijo que él no tenía que opinar de política porque su música no tenía nada que ver con política y que su audiencia era de izquierda o derecha no influía. Yo creo todo lo contrario, que a todos nos afecta todo lo que pasa en el Congreso, a todos nos afecta un tratado o un decreto que se firme, a todos nos afecta que el machi Celestino Córdova está (estuvo) a punto de morir porque está (estuvo) en una huelga seca; porque después de eso la reacción del pueblo mapuche va a ser potente. Entonces, primero que todo hay que estar informados de donde estás viviendo y hay que tener una participación en esta sociedad, si al final eres parte de ella. Mejor si puedes ocupar plataformas como el escenario para darlas a conocer y entregar un mensaje. Yo creo que eso también tiene que ver con el sentir. No se piensa mucho, porque cuando uno está arriba de un escenario de acuerdo como estés y como esté tu espíritu o tu energía, se va como para esos lados, pero obviamente un escenario, un disco o un micrófono es un arma poderosa para la opinión.
¿Qué esperas con este disco? Porque actualmente es difícil promocionarlo en vivo.
Nada. Nunca he esperado nada de las cosas que hago. La música tiene que llegar hasta donde tiene que llegar y las cosas no hay que forzarlas. Ahora estamos haciendo una etapa de promoción para que la gente se entere y lo escuche. Después de este disco va a venir otro y después otro más, entonces nunca tengo una alta expectativa de todos mis discos; de hecho, yo creo que voy a hacer dos discos más que voy a lanzar a fin de año o el próximo. Yo le copio a Frank Zappa, sacaba como 3 discos al año, esa es mi meta.
La última pregunta va para los fans de los Chancho en Piedra, los juanitos: ¿Podría haber un reencuentro? ¿Online quizás?
(Risas) no lo creo. Pero que no suene a soberbia, no pa’ na. Solo estoy ocupado en otras cosas, nos seguimos queriendo.
