En la música popular, específicamente en el heavy metal, no existe figura que personifique más lo que es el Rock N’ Roll como lo es John Michael Osbourne (más conocido como Ozzy Osbourne, el Príncipe de las Tinieblas), quizás la persona que le podría hacer el peso a lo que fue su desenfrenado estilo de vida sería su colega y amigo personal, Lemmy Kilmister, líder de la banda Motörhead, quien ya dejó este mundo hace poco más de tres años.
Y es que el cantante original de Black Sabbath, con sus 70 años de edad, conquistó el mundo y la escena del heavy metal con su peculiar estilo de canto de tenor dramatico, lo que, ocupado en Black Sabbath, marcó una de las más importantes generaciones musicales, complementado por los oscuros riffs de guitarra del líder de la banda, Tony Lommy, el bajo punzante de Geezer Butler y el escalofriante ritmo de Bill Ward en la batería.
Con todos estos elementos, se dio a luz (o a la oscuridad, mejor dicho) a la agrupación británica Black Sabbath, considerados mundialmente como los padres del heavy metal por su sonido y letras nunca antes escuchados, que además causaban terror a inicios de 1970.
Sin embargo, la personalidad salvaje, llena de excesos con adicciones a drogas y alcohol a la cual Osbourne estaba ligado de manera abusiva, lo llevaron a que fuera despedido de Black Sabbath en 1979. Estos acontecimientos, sumado a su primer divorcio, hicieron que Osbourne cayera en una depresión, aumentando así el consumo de sustancias narcóticas.
Para suerte de Ozzy, su mánager, Sharon Arden (actual esposa del cantante), lo convenció de permanecer en el espectro musical formando un supergrupo (con músicos de bandas como Quiet Riot, Uriah Heep y Rainbow), que se derivó en su carrera solista, regresando al heavy metal al año siguiente de su despido de Black Sabbath, solo que esta vez con un sonido menos oscuro y orientado al hard/heavy rock que comenzaba a ser más popular en la época.
El espectáculo de Ozzy arriba de los escenarios producía mucho impacto para la época, sus presentaciones en vivo con Black Sabbath causaban polémica por los movimientos y forma de cantar del vocalista, las letras oscuras con influencias ocultistas (literatura a la cual Osbourne es aficionado), dieron mucho de qué hablar y su forma de hacer su espectáculo se fue incrementando en su carrera solista.
Fueron estos actos en vivo los cuales le dieron el apodo “Prince Of Darkness” (Príncipe de las Tinieblas), y la anécdota más recordada fue cuando en 1982 le arrancó la cabeza, en vivo, al cadáver de un murciélago con la boca, que un adolescente, asistente a su concierto, le lanza al escenario (cabe mencionar que el músico no sabía que era un animal real, pensó que era de hule). Los adolescentes que planearon este incidente fueron motivados viendo al mismo Ozzy años atrás en un estado completamente de ebriedad arrancarle la cabeza a palomas en una entrevista con su nuevo sello discográfico.
Ozzy es de esos artistas que, se cree, morirá en el escenario.
Tras años de excesos, locuras y una exitosa carrera musical, los peligros que le dieron su estilo de vida, lo exhaustas que son las giras mundiales, además de su avanzada edad, lo han hecho pensar en el retiro de la música en múltiples ocasiones, siendo la primera en 1993, pero volviendo al mundo artístico años más tarde (quizás una “técnica” publicitaria usada por varias bandas, como KISS y Scorpions).
Lo hizo definitivamente con Black Sabbath en el 2016 (reunidos anteriormente con Osbourne), agrupándose con 3 de sus integrantes originales (Tony Iommy y Geezer Butler), quienes acordaron ponerle fin a la banda debido a complicaciones de salud del guitarrista y por la edad de sus miembros.
Sin embargo, la carrera solista de Ozzy siguió un par de años después, aunque actualmente sí confirmó que daría un paso al costado de las extensas giras mundiales, dado a que terminaba muy cansado a sus 70 años de edad, pero no así a seguir haciendo música y pequeñas presentaciones, siendo su última presentación -hasta ahora- en Chile el día 8 de mayo de 2018, repletando el Movistar Arena con 90 minutos de sus canciones clásicas del heavy metal.
El Príncipe de las Tinieblas estos días se encontraba en el último tramo de su gira europea, junto a otra leyenda del heavy como lo es Judas Priest, pero canceló dichas presentaciones a causa de una hospitalización por complicaciones respiratorias en un hospital de California.
La información fue confirmada vía Twitter por su esposa Sharon, quien agregó, además, que el cantante sufre de una fuerte Gripe y, por órdenes medicas, debía ingresar al centro asistencial, esta noticia abrió las preocupaciones de sus fanáticos, ya que meses antes también se vio forzado a cancelar presentaciones por una infección en su mano.
Es increíble como este hombre ha sobrevivido a la mediática vida del Rock N’ Roll. Con todo lo que ha consumido en su vida, nadie pensó que llegaría a vivo a la séptima década, no obstante es así y no tiene intenciones de detenerse aún.
El mismo Príncipe de las Tinieblas se asombra ante este hecho, tanto así que ha declarado que donara su cuerpo a la cienciauna vez fallecido, para encontrar razones lógicas de su resistencia a sus adicciones.
Ozzy ya lo ha dado todo, con una infancia problemática y sus extravagantes costumbres, se convirtió en un artista ícono del heavy metal, influyendo a grandes bandas como Megadeth, Iron Maiden, Judas Priest, Metallica, Overkill, Alice In Chains, entre muchas otros.
A pesar de que existen muchos cantantes con mejor registro y técnica, no habrá nadie como el gran John Michael Osbourne jamás; de los pocos próceres de un estilo que, quizás, no le agrada a todo el mundo, pero con los fanáticos más fieles del planeta, quienes están seguros de que la leyenda de Ozzy Osbourne permanecerá por siempre en el colectivo popular y que este último percance (como todos los de su vida) no lograrán matarlo, sino que oscuramente hacerlo más fuerte. La inmortalidad ya la tiene ganada.