Apenas debutó en la televisión en 2018 en la tercera parte de la ya célebre teleserie de Canal 13, “Soltera otra vez”, María Jesús “Tutú” Vidaurre se ha posicionado como, quizás, la gran promesa de la actuación chilena.
Con apenas 22 años, María Jesús ha conseguido crear un nombre en la escena artística nacional, deslumbrando con su carisma, naturalidad y, sobre todo, con un talento que, aunque incipiente, evidencia un potencial que claramente puede marcar un precedente a futuro.
Con una carrera que ya podría ser considerada como común, Vidaurre pasó de ser una promesa del modelaje chileno mientras estaba en el colegio, a verse nombrada como una gran actriz en un futuro.
Tutú Vidaurre es la fiel muestra de las nuevas generaciones: inquieta. Consciente de que la televisión es una gran plataforma laboral tanto en imagen como en lo económico, no solo se quedó con la gran experiencia que significó ser la hija de Tamara Acosta y Marcial Tagle, sino que además ha incursionado en las nuevas formas de hacer ficción.
Su trabajo y participación en los vídeos de talentosos realizadores como Pancho Germain o su rol en la recientemente estrenada web serie “Divas”, sumado lo que es su incipiente canal de YouTube, la han hecho rostro habitual de los nuevos tiempos en donde las experiencias web son las que marcan, de cierta manera, la pauta.
Y aunque pareciera para algunas personas sorprendente, Tutú no se quedó con lo aprendido en las horas de grabación en una de las sagas más importantes de las teleseries chilenas, sino que se ha perfeccionado con estudios de teatro.
Hoy, podemos decir que María Jesús Vidaurre está en pleno proceso de desarrollo, pero asimismo ya es una realidad entre las nuevas generaciones de actores y actrices que pretenden hacerse un nombre en la escena nacional, apostando fuertemente en la vanguardia presente del contenido de redes sociales, haciendo que sea una de las primeras en apostar en forma sólida por los nuevos tiempos de la industria audiovisual.
MUJER FUERTE
Hace aproximadamente nueve meses, Tutú hizo noticia, lamentablemente por algo extra teatral: su testimonio fue uno de los más trascendentes y crudos que se dieron a conocer en la revista Sábado de El Mercurio sobre los abusos cometidos por el director de cine, Nicolás López.
Esta situación, aunque pública, no es algo que a la actriz le acomode mucho hablar, no solo por aquello relacionado con el ámbito legal, sino que es un episodio repudiable del cual es víctima, y el haberlo hablado en forma tan directa y ante la masa la convierten en una mujer valiente, decidida y que demuestra a su vez la clara intención de que su experiencia no se repita nunca más no tan solo en la industria audiovisual, más bien en todos los entornos laborales del país.
Vidaurre, por haberse atrevido a hablar y por querer apostar a una carrera tanto en los ya alicaídos medios tradicionales y a su vez en las nuevas plataformas, es una mujer fuerte a la cual hay que estar muy atentos, porque no es solo un cuerpo o una cara bonita, sino que hay algo más relevante aún: María Jesús Vidaurre es la nueva mujer fuerte del futuro audiovisual y teatral chileno.
