Pocas veces se ve un talento así de natural, tan sólido y con una capacidad de adaptación más allá de lo normal para un actor o actriz. Él va más allá de ser solo un buen intérprete, es quizás el mejor de su generación y uno de los que, a pesar de aparecer con cierta regularidad la “fábrica de salchichas” que es la televisión, la industria pierde de tenerlo como un agente creativo constante. Su capacidad va más allá de lo que fue el “Claudio”, el narcotraficante de “El Reemplazante”. Gastón Salgados Rojas (35), el obrero de las artes escénicas, es una cartelera llena de talento y sorpresas.
A pesar de que su talento es evidente, no fue hasta 2012 donde pudimos presenciar sus habilidades actorales precisamente en “El Reemplazante” (TVN), donde Gastón rompió todos los moldes y haciendo de su personaje alguien querible y, aunque suene extraño, también lo hizo cercano, pues quebrantó los moldes y estereotipos.
La calidad de su interpretación dejó de lado los estigmas y presentó un personaje al que se le podía querer, entender e incluso odiar, todo dependiendo del contexto en que la serie se fuese desarrollando. Salgado Rojas hacía magistralmente su ingreso a la pantalla.
“Nehuén”, (Sitiados, TVN); “Martín Vargas” (Martín Vargas, Mega) y “Rodrigo Carrasco” (La Cacería, Mega), son los personajes principales de las mejores series del último tiempo en nuestro país, los cuales Salgado encarna con profesionalismo y perfiles – obviamente- muy diferentes los unos de los otros, colocándolo a cada cual su sello como actor, consagrándolo como un intérprete de versatilidad, capacidad de adaptación y cuya capacidad de crecimiento e inconmensurable talento ya lo han hecho merecedor de dos premios: Caleuche (entregado por sus propios pares nacionales) y Premio Cristol en el Festival Internacional de Cine de América.
Gastón Salgado es una especie de estrella que cayó repentinamente, iluminando con su profesionalismo, talento, cercanía y humildad la escena local y que, curiosamente, no ha tenido todo el reconocimiento de parte de la industria, pues, asimismo, no solo tiene gran capacidad creativa arriba de las tablas o en un estudio o locación, también como productor y generador de contenidos audiovisuales (Laberinto Films), con la cual lleva a cabo la película – donde también actúa- “Camaleón” (2016).
Creativo, profesional y un certero descubrimiento – el mejor realizado por la industria en la última década a mi parecer- perfectamente podría encarnar roles de todo tipo, protagónicos y en producciones de cualquier índole (incluso internacional), porque su profunda capacidad de reinvención y sentir la actuación lo convierten, precisamente, en un actor y sobre todo creativo que está no solo por encima de la media sino que, incluso, en uno de los mejores.
Progresivo y sistemático trabajo han vuelto a Gastón Salgado en esa “joyita” que aparece de vez en cuando, que nadie tenía muy en cuenta, pero que posee una calidad inmensa que ojalá pudiéramos disfrutar más seguido y por mucho tiempo más.