Labios delineados, maquillaje en tonos cafés, pelo alborotado, cejas delgadas… Tal vez ya no lo recuerdes (o no quieras acordarte), pero, si viviste en los años 90, lo más probable es que hayas llevado alguna de estas tendencias. Esta década grunge nos lleva a una época en donde los looks eran muy naturales, sin embargo resaltaban mucho la belleza con muy poco.
El último tiempo hemos visto como muches solo quieren volver al pasado, por esto décadas como la de los 80’ o 90’ quedaron grabadas en la memoria de todes, obvio la moda y beauty no se quedaron atrás por eso celebridades como Kim Kardashian o Ariana Grande han sido grandes impulsoras de recrear maquillajes de esta época que se rehúsan a quedar en el pasado.
Labios Cafés
Fue una tendencia alabada y repudiada. Ahora es rescatada. Los labios marrones o chocolate marcaron los años 90, y con ellos empezamos este viaje por las tendencias actualizadas de aquella maravillosa década. Hace unos 30 años los labiales oscuros eran aliados de sombras de ojos de tonalidades similares, un delineado en los labios y gloss eran la mezcla perfecta para un look más casual.
¿Cómo elijo el marrón perfecto?
Tonos de piel claros: les favorece los tonos marrones con matices rojos o naranjas, ya que harán contraste con los tonos más claros. Ahora bien, si el tono de tu piel es claro con subtonos fríos, los colores con base azul o morada serán las más favorecedoras, como el cereza o los marrones malva. En cambio, para los tonos claros con subtonos calientes, los marrones rosas o rojos, como el color topo o el canela.
Tonos de piel medios: aquellas con pieles oliva son las más afortunadas en lo que se refiere a los labiales marrones, la mayoría de los tonos serán favorecedores y pueden experimentar con pigmentos más oscuros e intensos. Ojo, si se es propensa a las rojeces deberán evitar los tonos con matices rojos o verdes porque las destacarán.
Tonos de piel oscuros: las tonalidades marrones más calientes, como el tostado, el café y el rosa, funcionarán como perfectos aliados para las pieles oscuras con subtonos calientes. Además, si uno tiene los subtonos fríos, irán mejor los tonos marrones azules o cereza.
Ojos y labios a la vez
¿Por qué no? Los años 90 son herederos de los excesos de la década anterior, donde la extravagancia reinaba sobre el universo de la belleza. Victoria Beckham, en su época de Spice Girl, no dudaba en combinar sombra de ojos y labiales. Para adecuarlo a la vida moderna, usa los mismos tonos en todo el rostro, ya que se puede conseguir un efecto muy favorecedor, si te preocupa que este look sea demasiado dramático, no entres en pánico. Gracias a las nuevas fórmulas más ligeras puedes maquillar labios, ojos y mejillas (anteriormente un pecado capital de la belleza) sin que resulte demasiado cargado.
El poder de las cejas
Con unas cejas bien definidas puedes conseguir maquillarte menos. De verdad, aunque las cejas mínimas cobraron un gran protagonismo entre las tendencias de la década, hubo un gran número de mujeres que apostaron por una belleza de efecto natural. Hablamos de la modelo Carolyn Murphy y la socialite Carolyn Bessette. Cejas finas, sí, pero huyendo de la hipersofisticación.
Proyecta luz sobre el rostro
El arte de crear una transición entre los ojos y los labios. Utilizaremos colorete aplicado en forma de rubor sobre nuestras mejillas, dando un toque muy sutil, y polvos iluminadores en la zona central del mismo para que nos proyecte mucha luz sobre el rostro. Estos puntos de luz también los vamos a extender al arco de cupido, debajo del arco de nuestras cejas, en el centro de la barbilla y un pequeño toque sobre nuestra nariz.
Y la piel mate por favor
Este articulo no podía finalizar sin hacer referencia a la piel. Mientras que las cejas, los ojos y los labios cobraron gran protagonismo, la piel se relegaba a un segundo plano. Sin brillos. La idea era generar un look lo mas mate posible.
Los anuncios de televisión de Calvin Klein y Ralph Lauren fueron referencia clave para demostrar que, a pesar de todas las tendencias, el efecto de una cara natural podría ser una opción predilecta. Para preparar la piel, algunos maquilladores suelen apostar por usar mascarilla hidratante y, después, optan por bases de maquillaje fluidas y luminosas. También utilizan correctores para cubrir las posibles manchas. Un truco para que no se agriete la base: es aconsejable aplicarse, con pequeños toques, una crema hidratante. Nunca se debe aplicar masajeándolo, porque la base dejaría de lucir homogénea.
