Hace algunos días, el mundo se sorprendió con el trailer de “WandaVision“, la nueva serie de Marvel Studios en Disney Plus, protagonizada por Elizabeth Olsen y Paul Bettany. A pesar de lo críptico que nos puede parecer este avance, una de las historias emblemáticas de la Bruja Escarlata es “House of M”, en la cual la hija de Magneto (gracias Disney) entra en un estado de locura, cambiando por completo la realidad del universo Marvel.
¿Cuál es el precio de la felicidad?
“Todos estamos buscando algo”, versaba Annie Lennox en “Sweet Dreams“, el éxito de los 80 que dejó a Eurythmics grabado a fuego en el consciente colectivo y, tal como dice esta canción, todos tenemos sueños o anhelamos algo. Sea amor, dinero o poder, todo el mundo busca algo que lo haga feliz, pero todo tiene un precio y algunos están dispuestos a entregar a los demás como parte del pago en la búsqueda de sus sueños.
Brian Michael Bendis es un autor que ha tenido buenas, malas y terribles historias. Reconocido por algunos como uno de los grandes autores que pasó por Marvel, ya que gracias a él tenemos “Ultimate Spider-Man”, “Alias” (Jessica Jones) y obviamente el libro que revisamos hoy, “House of M”. Pero este autor también es vilipendiado por otros gracias a “Civil War II” y las atrocidades que hizo con personajes como Moon Knight, Superman, Los Avengers, Guardians of The Galaxy y la lista sigue, sin embargo hay que reconocer que lo que revisamos en este artículo es destacable.
La historia comienza con Charles Xavier y Magneto, eternos rivales que buscan curar la locura que posee Wanda, al mismo tiempo que los Avengers y los X-Men debaten sobre qué hacer con la Bruja. Algunos sugieren asesinarla para ahorrar problemas y tiempo, a diferencia de sus compañeros Vengadores, quienes buscan ayudarla. Eventualmente, todos emprenden camino a Genosha, con el fin de extraer a Wanda quienes notan que desapareció.
Una luz cegadora señala el quiebre mental de Wanda Maximoff, quien tras decir tres palabras, que se convertirían en una de las frases más icónicas de Marvel, deshace el tejido de la realidad, dándole al mundo todas las cosas que siempre quisieron, creando un mundo feliz, donde las amistades cambian, las familias se separan para formar otras y bueno, al igual que en el Marvel del UCM, “No hay Mutantes” (de manera simbólica, debido a que los “Mutantes” son una minoría, perseguida por una sociedad intolerante).
Tras tener una probada de felicidad, Peter Parker, Scott Summers, Emma Frost y muchos más tienen las vidas que siempre quisieron. En un mundo donde los mutantes son los grandes gobernantes del mundo, dejando de ser perseguidos por los humanos, quienes viven en armonía con el mundo. Pero gracias a su factor curativo, el único que recuerda como era todo en realidad es Wolverine, quien cree que Magneto aprovechó la inestabilidad de su hija para hacer el mundo como siempre lo quiso.
Sin ánimos de arruinar la historia de “House of M” para los nuevos lectores, no hago más que recomendarla como uno de los mejores trabajos de Bendis, a quien como lector le guardo rencor hace algún tiempo. Pero si no fuese por él, un sinnúmero de grandes historias como “Infamous Iron Man” o “Ultimate Spider-Man” jamás habrían sido contadas y personajes entrañables como Miles Morales y Jessica Jones no tendrían la notoriedad y reconocimiento que poseen gracias a Bendis.