Mientras la pandemia por covid-19 y el confinamiento impactan fuertemente la industria cinematográfica, las artes y la cultura en general, esta catástrofe mundial se convierte también en una gran fuente de inspiración para diversas creaciones. Es el caso de “Homemade” (Hecho en casa), estrenada recientemente por Netflix, una colección de cortometrajes grabados en casa, inspirados y registrados en cuarentena.
La propuesta impulsada por la productora Fábula y The Apartment Pictures, reúne a destacados cineastas desde Paolo Sorrentino, Pablo Larraín, Maggie Gyllenhaal, Ladj Ly, entre otros, bajo el pie forzado del confinamiento.
“Hecho en casa” comprende 17 cortos que, tras una mirada autoral, reflejan 17 visiones del encierro. 17 diversas voces en aislamiento alrededor del mundo, con directores y directoras que graban desde Santiago, Japón, México, Los Ángeles, París, Beirut, Londres, Berlín, entre otros.
Algunos cortometrajes son rodados con mayor producción, otros solo con celular; diversas son las maneras que sus creadores escogen para ilustrar esta cuarentena. Emociones, una receta de cocina, cartas, la maternidad, conversaciones por Skype, Whatsapp y drones volando ciudades, dan cuerpo a estas realizaciones. Unos abordan el contexto con una mirada más documental, exponiendo los encierros de sus creadores. Otros se van por la vía de géneros como la comedia, el musical y el suspenso. No tantos apuestan por la ficción.
Se reconoce la presencia femenina de la colección con un repertorio paritario de 9 cortometrajes dirigidos por mujeres. Todos los cortometrajes, por cierto, pueden ser vistos sin ningún orden.
¿Qué nos cuenta “Hecho en casa”?
Si bien la pandemia es una situación difícil de experimentar, el humor tenía que hacerse presente.
Paolo Sorrentino, quien ya había mostrado una fascinación por la figura del papa en sus anteriores producciones, se luce con un cortometraje llamado “La última noche”, protagonizado por el papa Francisco y la reina Isabel, ambos personificados en muñequitos de plástico. Estos tienen que pasar el confinamiento juntos en El Vaticano, con un diálogo magistral, divertido e irónico. El papa le hace un tour por el lugar, pasando por distintos lugares de la casa del director, mientras la monarca inglesa confiesa que no sabe hacerse un té, porque siempre se lo han servido.“Tú y yo somos meros símbolos, por eso no sabemos hacer nada”. El corto grabado con su celular, mantiene los magníficos encuadres que identifican al director.
Rungano Nyoni, directora y guionista zambiana-galés, nos hace reír ingeniosamente con una historia de separación en cuarentena, donde una pareja vive en piezas separadas y pasan su vida entre chats de WhatsApp y la fuga del perro de la vecina.
Pablo Larraín en “La última llamada” destaca con la historia de un hombre en un asilo de ancianos (Jaime Vadell) que hace una videollamada a una ex novia de juventud (la actriz argentina Mercedes Morán). Una historia que parecía romántica y nostálgica, da un notable giro humorístico y se luce con brillantes actuaciones.
Además de Larraín, “Homemade” cuenta con la participación del chileno Sebastián Lelio que en “Algoritmo”, un original corto grabado con su celular y protagonizado por Amalia Kassai, crea un musical donde una mujer baila y canta acerca de la supervivencia mientras realiza tareas domésticas. Hacia el final, el corto hace alusión al movimiento social vivido en Chile.
La actriz estadounidense, Maggie Gyllenhaal, sobresale con la propuesta más radical del confinamiento, un corto que con tintes de ciencia ficción y distopía; sitúa a un hombre (su esposo, el actor Peter Sarsgaard) enfrentándose en soledad a un virus que afecta el sistema solar. Mientras una radio relata un apocalipsis inminente, con millones de muertos y una luna gigante se avecina, su protagonista mantiene una estrecha relación con la naturaleza.
A su vez, el actor y director de teatro chileno, Antonio Campos, aprovechando el medio ambiente que lo rodea, se acerca al suspenso y el terror con la historia de dos mujeres aisladas y su hija, quienes se enfrentan a la aparición de un misterioso hombre en la playa.
La familia fue de gran apoyo para rodar estos cortos. La tarea de vivir el confinamiento con niños está retratada y varios desde un formato documental, incluyen a sus propios hijos como centro de la historia.
David Mackenzie, director de cine escocés, nos expone la cuarentena desde la perspectiva de una adolescente. Asimismo, la cineasta mexicana, Natalia Beristain, nos muestra el confinamiento de una pequeña pero independiente niña, interpretada por su hija, que mira a sus amigos a la distancia.
Nadin Labaki y Khaled Mouzanar, por otro lado, con su hija encerrada en una habitación y un unicornio, dan pie a una hilarante improvisación de la menor que se vuelve perturbadora. Gurinder Chadwa, una directora hindú, nos acerca a sus raíces con un cortometraje más casero. Enseñándonos el cotidiano de su familia en cuarentena, mientras atraviesan el dolor de perder a seres queridos y agradecen el regalo de tener tiempo para compartir.
Rachel Morrison, quien en 2018 se convirtió en la primera mujer nominada al Oscar por cinematografía, en este corto titulado “Los afortunados” le dedica una poética carta a su hijo de 5 años y abre la reflexion a cómo los niños recordarán este momento. Otro corto que tiende a lo literario es el de Johnny Ma, quien escribiendole una carta a su madre, que nunca leerá, nos adentra a su vida en aislamiento en México. Junto a su familia, a quienes les enseña la receta de su madre que se encuentra en Japón.
Los más intimistas son “Casino” de Sebastian Schipper que expone a un hombre que en soledad que se enfrenta a la monotonía que acarrean los días y comienza a relacionarse con sus alucinaciones que son proyecciones de su propia persona. Siendo el color un elemento importante para marcar el tono psicológico, el blanco abunda sus composiciones.
A su vez la actriz Kristen Stewart, quien interpretará a Diana de Gales en la próxima película de Larraín, se autodirige en “Crickets” y se sumerge en un corto basado en el insomnio que padece. Un cortometraje grabado casi en su totalidad con primeros planos, que nos acerca a las expresiones de la actriz y que a ratos se vuelve un tanto autorreferencial, sin embargo, refleja la ansiedad que muchos viven estos días. Un cortometraje más contemplativo es la propuesta de Naomi Wahase, rodado en Japón.
Quizás la única crítica es que casi todos los cortos muestran el confinamiento desde una vereda privilegiada. Si bien narran los problemas personales que puede acarrear el confinamiento, pocos los hacen desde un lugar social. No está retratada la pandemia de los más vulnerables, de aquellos que, sin trabajo, no tienen qué comer, o que viven una violencia doméstica. Salvo el trabajo de Ladj Ly, que con un guiño a su película “Los Miserables” vuela un dron sobre Montfermeil, uno de los barrios más vulnerables afectados por la pandemia, acercándose desde una mirada social a la intimidad de sus vecinos.
Si se trata de perspectivas, Ana Lily Amirpour recorre con un dron y una bicicleta Los Ángeles. Mientras con el dron nos ofrece una ciudad desértica y teatros cerrados. Con los planos del manubrio y la rueda de su bicicleta nos da una mirada más íntima y personal del encierro. Tal como lo narra en su cortometraje: “El arte es solo una manera de formar una nueva perspectiva”.