“La Monja II” es un festival de jumpscares que, sin duda, demuestra el desgaste de una franquicia que ve prontamente su término.
Hace 10 años llegó una nueva franquicia de terror que ha dominado las salas de cine. Hablamos del “Universo Warren” y todos sus derivados, como por ejemplo las cintas de “El Conjuro”, “Annabelle” y “La Monja”. Y si bien se nota el desgaste en cada una de ellas, el director y produtor, James Wan, no se da por vencido y ahora nos trae la secuela de “La Monja”, ese personaje que tuvo su primera aparición en la segunda parte de “El Conjuro” y que ahora tiene su propia cinta.
“La Monja II” nos lleva a la Francia de 1956, donde hay sacerdotes y monjas que han sido misteriosamente asesinadas. La hermana Irene sospecha que el demonio Valak ha regresado.
Esta cinta es una obra de terror genérica y llena de jumpscares, pero que, aun así, es una de las mejores películas del Universo Warren.
UNA CINEMATOGRAFÍA CORRECTA QUE LA SUBE DE NIVEL
La cinta está dirigida por Michael Chaves, cineasta detrás de “La Llorona” y “El Conjuro 3”, quien ahora tomó la posta de liderar la secuela de una película que, de por sí, no exigía una segunda parte. Pero le agradecemos que lo haya hecho, porque después de varios intentos fallidos, nos trajo la película que podría ser la mejor de su filmografía.
La cinematografía de “La Monja II” es correcta y genérica. Infaltables primeros planos, planos generales para provocar el misterio en el espectador, silencio absoluto y centenares de jumpscares. Eso es este largometraje: un festival de momentos de horror monótonos, siendo que este recurso es utilizado como única herramienta para provocar susto. Eso, y un demonio que de monja ya sólo tiene el vestuario.
El guion es cosa aparte. No podemos negar el hecho de que es una buena historia; está bien desarrollada, tiene poco y nada de agujeros argumentales y los personajes nuevos están bien incluidos. La narrativa se cuenta bien y no parece larga ni mucho menos. Cumple.
Así como también la fotografía, las locaciones y el departamento de vestuario. Todos nos trasladan de muy buena manera a esa Francia de los 50s y crea una atmósfera más que adecuada y acorde al universo al cual pertenece.
También consta decir que James Wan, el hombre creador detrás de este universo y de “El juego del miedo”, en “La Monja II” figura como productor ejecutivo, notándose su mano y también el desgaste. Algo se siente en el ambiente y que nos asegura que estamos frente a una de las últimas entregas de esta franquicia. Y está bien, ya que no aguanta más.
ACTUACIONES DESTACABLES
Debemos hablar de Taissa Farmiga. La actriz conocida por sus roles en la serie “American Horror Story”, figura como una de las protagonistas de esta historia y cumple con creces, ya que se repite el plato y, por ende, maneja todos los códigos actorales que hay que tener en esta saga. Expresiones faciales orgánicas, transmite el miedo, la desesperación y el dolor. Pero algo pasa. Es imposible no ver a Vera Farmiga, su hermana y protagonista neta del Universo Warren. Tiene los mismos gestos, los mismos ojos expresivos y las mismas reacciones al terror. Debe desmarcarse.
Después tenemos que hablar de Jonas Bloquet, el tranquilo y apacible Maurice, quien crece en esta película. Ahora es el hombre poseído, el que necesita la ayuda, esos quiebres los maneja bien.
De igual manera, está la participación de Storm Reid como la monja rebelde. Storm lee muy bien esa tecla de actuación, pero no mentimos cuando aseguramos que su personaje prometía mucho, mas se fue desinflando mientras corría el filme.
Las niñas del internado están muy bien en los personajes clichés, tanto de niñas agresoras como de la niña tímida y retraída. Algo que pareciera nunca puede faltar.
“LA MONJA II” EN PALABRAS SIMPLES…
“La Monja II” es una película genérica y que a punta de jumpscare te quiere sacar un susto. Se agradece el esfuerzo por contar una historia bien hecha y gracias a eso se convierte en una de los mejores spin off del Universo Warren. Pero no alcanza para algo más. Ni se les ocurra. Y sí. Hay post créditos.