Hace algunas semanas, y gracias a los amigos de Andes Films, pudimos asistir a una función especial de El Brutalista en el marco del Festival de Cine UC. La película es una de las más esperadas del año, tanto así que las entradas se agotaron al instante, dejando a mucha gente sin verla. De todas formas, el próximo jueves 20 de febrero estrenará en salas de cine.
La cinta nos cuenta la historia de Lazlo Toth, un judío que huye de la Europa de la posguerra en busca de un futuro mejor, escapando de los horrores del conflicto y tratando de dejar atrás los traumas que afectaron tanto a él como a su familia. En su viaje, llega a Estados Unidos, donde es contratado por un magnate para construir un moderno edificio para la época y así mejorar su calidad de vida. Sin embargo, todo toma un macabro rumbo, y la “tierra de las oportunidades” resulta ser solo un espejismo.
El metraje es espectacular, como las cintas de antaño: dura alrededor de tres horas y 35 minutos y marca el regreso de los intermedios al cine. Con un palmarés de premios y reconocimientos -como sus nominaciones al Oscar-, la cinta ahora está en el ojo del huracán por su uso de inteligencia artificial, pero aquí eso nos importa poco o nada. Es la mejor película del año. Se merece todo y más.
En Revista La Máquina te contamos qué tal es El Brutalista.
UNA OBRA MAESTRA DE LA CINEMATOGRAFÍA
Esta brillante cinta está dirigida por Brady Corbet, cineasta más conocido por su carrera como actor, que ahora se luce en la dirección y podría llevarse su primer Oscar en esa categoría. Para hablar de la cinematografía, hay que dar un poco de contexto, ya que la arquitectura, la guerra y el cine se unen como nunca antes. La cinta se sitúa en un universo posterior a la Segunda Guerra Mundial, en un contexto de auge del movimiento arquitectónico conocido como Brutalismo, caracterizado por construcciones minimalistas con materiales de construcción al desnudo, una paleta de colores monocromática, figuras geométricas angulares y ausencia de adornos.
Este estilo arquitectónico se considera una reacción directa a la nostalgia por la arquitectura de los años 40 y las demoliciones de la época debido a la guerra. Con este contexto, podemos afirmar que la cinematografía de esta cinta es su punto más alto: una paleta de colores grisácea que transmite la sensación de un tiempo detenido, planos maravillosos y una reconstrucción casi perfecta de la arquitectura de aquellos años. La dirección de Corbet es formidable y lo convierte en un candidato seguro para levantar la estatuilla.
El guion eleva esta cinta a la categoría de lo mejor del año. Puede parecer denso y tomarse su tiempo, pero esa es precisamente la gracia: la historia. Primero, nos presenta a un arquitecto judío devastado por la guerra y sus consecuencias, que emigra a Estados Unidos sin siquiera saber el paradero de su familia. Luego, al llegar a este nuevo lugar con la esperanza de comenzar de nuevo, todo se tuerce, y su realidad se vuelve aún más oscura. El guion es aristotélico en relación con el personaje de Toth y ofrece una mirada crítica a la sociedad norteamericana, mostrando cuán cruel y corrupta puede ser con los inmigrantes y los necesitados. Además, es una película profundamente política, con una feroz crítica al capitalismo brutal y una reflexión sobre las secuelas internas que dejan la guerra y las adicciones que surgen como consecuencia. Tremenda.
LA POLÉMICA DETRÁS DE ‘EL BRUTALISTA’
Pero surgió la controversia. No todo podía ser tan perfecto. Hace algunos días, el editor de la cinta reveló que se utilizó inteligencia artificial (IA) para diseñar parte de la arquitectura del filme debido a la falta de tiempo y presupuesto. Además, afirmó que los acentos húngaros de Felicity Jones y Adrien Brody fueron mejorados mediante IA para hacerlos sonar más naturales. A partir de estas declaraciones, estalló la polémica. Muchos cuestionaron las nominaciones y premios, en especial los de Adrien Brody. Sin embargo, el director salió en defensa del proyecto, asegurando: “en ningún momento el uso de la inteligencia artificial influyó o fue un factor clave en la brillante actuación del elenco”.
Defensa o no, la polémica no afectó demasiado, ya que la película obtuvo 10 nominaciones a los Premios Óscar. Ahora sólo queda esperar si será castigada o si conseguirá el premio mayor. Desde nuestra perspectiva, la IA llegó para quedarse y, aunque puede ser una herramienta útil, no debería interferir con el trabajo natural de los actores.
ACTUACIONES SUBLIMES EN ‘EL BRUTALISTA’
Adrien Brody
El actor que parece sólo elegir proyectos brillantes. Tras su icónico papel en El Pianista y una destacada filmografía, regresa a las grandes ligas con su protagónico en El Brutalista. Brody es uno de los actores más intensos de la industria y encarna al personaje desde el minuto uno. Su interpretación de Lazlo Toth, un arquitecto brillante cuya vida es destrozada por la guerra, es exquisita. Con fuertes traumas y adicciones a las drogas para sobrellevar su dolor, Toth llega a Estados Unidos con ilusiones, pero termina cayendo como la víctima perfecta. Brody brilla con una actuación llena de matices, emociones contenidas y una verdad insuperable. Su Lazlo Toth es una víctima, pero nunca se muestra como tal: es fuerte, complejo, sensible y talentoso. Brody merece el Oscar. Aunque su acento fue perfeccionado digitalmente, eso no le resta mérito a una de las mejores actuaciones del año.
Guy Pearce
Nuestro villano. También nominado al Oscar, esta podría ser la mejor actuación de su carrera. Pearce encarna a un magnate norteamericano con dinero ilimitado y una crueldad absoluta. Representa a la sociedad estadounidense sedienta de poder, capaz de destruir a cualquiera que se interponga en su camino. Carismático y manipulador, Pearce es un antagonista perfecto.
Felicity Jones
Y luego está ella. Felicity Jones, quien, tras el intermedio de 15 minutos, se convierte en dueña de la película. Interpreta a la esposa de Toth, pero su personaje es mucho más que eso. Trabajadora, con una enfermedad que la hace dependiente, luego toma el control y enfrenta a quienes tanto daño les han causado. Jones añade sensibilidad y aporta una necesaria cuota femenina en un filme que lo pedía a gritos. También nominada al Oscar, su presencia es fundamental.
‘EL BRUTALISTA’ EN PALABRAS SIMPLES…
El Brutalista tiene todo para convertirse en la mejor película del año. Con una cinematografía brillante, actuaciones magistrales y un guion sublime, agradecemos que el director ignorara a quienes decían que esta cinta nunca vería la luz. Porque sí: la vida es brutalista.