“Dune: Parte Dos” es una obra maestra y por lejos la mejor película de ciencia ficción del año, con una historia que no dará fin alguno.
Hay una película que tuvo un profundo retraso. Pero eso sólo provocó que la esperásemos con mas ansias y que la presión sobre la cinta fuese aún mayor. ¿Y el metraje? Cumplió con creces, superó toda expectativa e incluso rompió con esa supuesta maldición de que “las segundas partes nunca son buenas”. Hablamos de “Dune: Parte Dos”, la secuela dirigida por el brillante Denis Villeneuve, y que parte directamente con el viaje de Paul Atreides, para poder reestablecer el orden y la paz y además enfrentarse contra la Casa Harkonnen.
Si bien la primera parte se hizo sentir como una larga introducción, esta vez es sólo acción, buenas actuaciones y un montaje que fácilmente puede estar nominado en la temporada de premios. La Guerra Santa ya está aquí.
UNA OBRA MAESTRA DE LA CINEMATOGRAFÍA
Denis Villeneuve lo hizo de nuevo con “Dune: Parte Dos”. Estamos frente a la mejor película de su filmografía. Su cinematografía es impresionante y, si creemos que la perfección no existe, esto se le acerca mucho.
Sus planos, en donde nos demuestra la majestuosidad de las locaciones, es increíble. Incluso comienzas a dudar de la existencia de la pantalla verde, porque aquí todo parece real, correcto, en su punto. Los que más ocupa son los planos generales, pero eso ya sabemos el porqué. ¡Qué increíble cinta y que buena dirección!
Mención honrosa para Greig Fraser, el director de fotografía de “Dune: Parte Dos”, que aquí está sencillamente sublime. Su trabajo es delicado y perfecto. Qué buena cinematografía tiene esta cinta. Lejos lo mejor logrado del metraje.
Ahora analicemos el guion. Como debiera estarlo, cumple con el punto y lo sobrepasa. La tarea de escribir una secuela siempre es difícil, porque nunca suele estar a la altura de la primera cinta. Pero aquí todo fue diferente. Desde el arco de cada personaje hasta la construcción de la historia, todo está hecho para que cada pieza caiga por su propio peso y sea un increíble rompecabezas. Si bien se toma su tiempo en construir el camino del héroe (¿o su transformación en dictador?) lo hace de manera impecable y en ningún momento te aburres o te cansas de la historia. De hecho, ya quieres que esa guerra comience. Y comienza. De forma desatada.
El departamento de vestuario y maquillaje también cumple con su trabajo. Nos traslada de una forma magnífica al mundo de Arrakis y todo está en su perfecto punto. Todo bien cuidado, bien hecho, bien armado. Todo está bien en esta película.
ACTUACIONES IMPECABLES
Timothee Chalamet fácilmente se puede consagrar como el mejor actor de su generación; su Paul Atreides lo demuestra. Su protagonismo en esta cinta hace que el actor crezca y maneje todas las escenas con una gran maestría. Su arco y viaje de personaje es un desafío y el laureado intérprete salió airoso. Primero, lo vemos como un empático y correcto líder que siempre quiere hacer las cosas bien y pone por encima el bienestar de los demás antes de sus propios deseos. Pero luego todo se quiebra, y el viaje de Chalamet comienza. Lo vemos fuerte, vigoroso, temible y con unos monólogos en donde demuestra que sólo él será el rey y que va por todo. Y si quieren guerra, pues guerra tendrán. Qué buen actor es.
Zendaya como Chani es lo que esperábamos de ella. Si bien en la primera cinta no tuvo mayor desarrollo, aquí es todo diametralmente opuesto. Su Chani se muestra valiente, dispuesta al sacrificio y siempre siendo el oído, la escucha y el amor de Paul. Pero también ella pelea por su gente y cuando ve que Paul cambió, ella decide lo opuesto. Estamos seguros que se rebelará. Y estaremos contigo.
Luego, vienen los villanos. Austin Butler (nominado por “Elvis”) brilla con un personaje psicótico que nos hace olvidar su eterno acento de Presley. Aquí lo vemos entregado, rapado y a merced de la maldad. Brillante.
Y el elenco ensamble está brillante. Rebecca Ferguson como la madre manipuladora; Javier Bardem siendo el aire de esta cinta y poniendo la siempre bienvenida cuota de humor; Florence Pugh con un personaje que no tuvo mayor desarrollo pero que sabemos que lo tendrá; Stellan Skarsgaard como la mente malvada de turno, y muchos otros que supieron leer bastante bien que esta segunda parte iba a ser todo un hito. Y trabajaron para ello.
Dune: Parte Dos en palabras simples…
“Dune: Parte Dos” es una obra maestra y por lejos la mejor película de ciencia ficción del año. Una fotografía descomunal, actuaciones intensas y una historia que era difícil de poner en pantalla, pero Villeneuve lo ha logrado. Esperamos con ansias el inicio de su Guerra Santa y que caiga todo lo que tenga que caer. Porque si va a ser de esta forma, queremos hasta cinco partes más.