Todo termina por deteriorarse. Los moáis de isla de Rapa Nui en 100 años se convertirán en figuras cuadradas a consecuencia de los líquenes (microorganismos compuesto por hongos y algas), la erosión y animales que rondan por el territorio, advirtió una asesora de la Corporación Forestal Nacional (Conaf), Tahira Edmunds.
Las mil esculturas, tal como esgrime un artículo de Reuters, que adornan la isla, están amenazadas. Y según la arqueóloga Sonia Haoa, el 70 % de ellas son afectadas por los hongos y no son el único patrimonio de la isla pero sí es el más importante para los isleños.
Para Haoa, los moáis son el principal atractivo turístico de la zona y su principal fuente económica, similar a un “pozo de petróleo”.
Por otra parte, la erosión y las vacas dañan las esculturas en lugares apartados que, junto a los líquenes, terminan por destruir este tesoro arqueológico.
El patrimonio pascuense está avaluado en 500 millones de dólares en daños y no basta con el aporte monetario de comunidades locales. Actualmente no hay fondos del gobierno para proteger las esculturas con figura humanoide.
Vía: Reuters y Biobiochile.cl