En la literatura, a través de los siglos, se ha evidenciado una amplia gama de temáticas que, en algunas ocasiones, construyen inesperadamente polémicas, intromisiones políticas o molestias generalizadas solamente por tocar la fibra de la esencia humana, específicamente por las creencias o la fe.
Es así como la religión, independiente de cuál sea, en épocas de festividad como Semana santa o Navidad, surge la pregunta: ¿existirá realmente Dios?, ¿Jesús habrá sido como nos han hecho creer desde pequeños?, ¿qué pasa con la Iglesia, el Corán, Yavhé o Buda en el razonamiento humano?
Allí radica el concepto central de la siguiente lista de recomendaciones que preparamos en La Máquina, en que podrás conocer qué obras literarias, tanto científicas como novelescas, han hablado desde la verera contraria de la creencia doctrinaria. Derechamente, criticándola.
1. ”El buen sentido”, atribuido a Paul Henrich Holbach
A Dios se le conoce solo por los desastres, disputas y locuras que ha causado sobre la Tierra.
Fue publicada clandestinamente en 1772. Pese a que su autoría es dudosa, se le atribuye al ilustrado barón francoalemán Paul Heinrich Dietrich, colaborador de la Enciclopedia de Diderot. Este autor no estuvo anduvo con tapujos cuando redactó sus líneas controversiales: “La teología es la ignorancia de las cosas naturales reducida a sistema“. Los hombres no son más que ‘niños grandes’, escribe Holbach, y confían en un Dios ‘que no existe más que en su imaginación, y que se ha dado a conocer únicamente por los estragos, disputas y locuras que ha causado sobre la Tierra’. Visto así, tampoco Dawkins es tan ácido. ‘Ni los nuevos ateos son tan nuevos’.
2.”Historia mínima del cosmos”, de Manuel Toharia
Desde la antigüedad, el hombre ha convulsionado su mente con dudas por el origen y posible fin de todo lo que existe. Su curiosidad ha permitido redimensionar hacia atrás la trascendencia del universo, incluido el espacio y el tiempo. Hoy podemos establecer un relato aproximado del devenir del Cosmos, desde el lejano Big Bang hasta nuestros días. El autor Manuel Toharia desmembra y distribuye los conceptos básicos de la cosmología, entrelazando la explicación plausible y directa de qué es la energía, qué es el espacio, qué es la física cuántica, qué es el repensado tiempo y qué términos usa la ciencia para analizar el universo como un algo poderoso y creador.
3-Elogio del ateísmo, de Gonzalo Puente Ojea
Gonzalo Puente Ojea aumenta el análisis de la formación del cristianismo como fenómeno ideológico, fe cristiana, Iglesia, poder y El Evangelio de Marcos. Del Cristo de la fe al Jesús de la historia-, y ofrece un conjunto coherente de escritos que ilustran algunas de las formas y figuras que reviste la alienación religiosa, contribuyendo así a fortalecer las razones que muchos ciudadanos ya tienen para no creer, o a estimular a otros a cuestionarse sus supuestas razones para creer.
4- ”El fin de la fe”, de Sam Harris
El neurocientífico y filósofo Sam Harris recorre el mundo en lo geográfico y en lo temporal para dilucidar cada una de las desgracias causadas por la fe, como las Cruzadas. Pone en tela de juicio todas las religiones organizadas como enemigas de las inquietudes humanas que más progreso han producido. Además, se adentra en su tendencia a la violencia y reflexiona sobre su intención de anclar a los seres humanos al pasado. El fin de la fe distribuye a lo largo del texto reflexiones severas sobre el cristianismo, el judaísmo y, sobre todo, el islam.
5- Dios no es bueno, de Christopher Hitchens
El escritor y periodista británico, Christopher Hitchens, dejó escrito, antes de su muerte a los 62 años producto de un cáncer, uno de los alegatos antirreligión más potentes de nuestro siglo, en el que a la más similar pluma de George Orwell, cada línea es una idea o un dato importante sobre la religión como destrucción y como negocio es crucial para entender su mirada de este prácticamente axioma del hombre.