Parecía una persona normal con casa, estudios y un trabajo, sin embargo fue uno de los primeros asesinos en serie de Estados Unidos: cautivante, un hombre atractivo que obtenía la confianza de las jovencitas universitarias. En su Volkswagen las seducía, haciéndose pasar por un desvalido que tenía un brazo en yeso; las chicas aceptaban subir a su auto y emprender un viaje mortal, del que cuenta con decenas de relatos tétricos y no aptos para cualquier lector, perduramente más de 5 años.
Basado en este tipo de “persona” Netflix desarrolló una de sus película más esperadas: Bundy, Extremely wicked, shockingly evil and vile (“Extremadamente malvado, asombrosamente maligno y vil”), justamente cuando se conmemoran 30 años de su ejecución en la silla eléctrica. Será protagonizada por un realmente parecido Zack Efron y Lilly Collins. Su estreno está programado para este 18 de abril en la plataforma.
Para retratar la maltrecha audacia de tan despiadado sujeto, Netflix la lanzará sin tener la aprobación entre los escritores como Melanie Hamlett y Rebeca Morris, que cuestionan el actuar de la industria.
Si el chico con el que entablas una conversación es quien te quita la vida, ¿estarías dispuesta a una conversación?.
Este era Ted Bundy, para luego darte un golpe en la cabeza para subirte a su auto, violarte y finalmente matarte: fue el modus operandi de este aclamado asesino en serie, treinta años atrás en las calles y recovecos del “País de los sueños”.
Sin embargo, si no conoces su historia, estarás pensando que esto sucedió a las 2 de la madrugada en una calle solitaria, ¡no! Bundy tenía como sus lugares preferidos los campus universitarios, las bibliotecas y un parque a plena luz del día, atiborrado de personas.
Entre sus víctimas contó 36 mujeres jóvenes. Después de confesar sus crímenes al FBI para aplazar su condena a muerte, se defendió a sí mismo, fue conocedor de las leyes tras estudiar derecho. En su desesperada carrera por mantenerse con vida, pidió a la fiscalía tiempo para poder confesar sus innumerables asesinatos y abusos.
Asimismo, engañó a sus vigilantes, los gendarmes que los custodiaban, pudiendo escapar de la policía en dos ocasiones, la sed y hambre de sangre, lo expuso. Continuó matando mujeres tras liberarse de las rejas y dejando rastros por su atolondrado proceder ya conocido por la policía.
En una ocasión, un oficial lo detuvo y reconoció el auto de Bundy, aprovechando un descuido cuando se revisaba la patente del auto; donde se descubrieron las armas homicidas y cabellos de las víctimas.
Todos estos antecedentes también los puedes ver en un documental preparado por Biography, en el cual está todo el desarrollo y la génesis de este asesino serial.
La escritora Melanie Hamlett en un artículo de la revista Glamour, emplazó a que se hable de las víctimas y su colega Morris dijo : “Es peligroso mitificar su imagen y darle aires de romanticismo”.Quizás como lo que hubiera querido Bundy tras su muerte.
En un post en Twitter, la empresa Netflix escribió: “He visto que se está hablando mucho de lo atractivo que era Ted Bundy y me gustaría recordarles a todos que hay literalmente MILES de hombres atractivos ahí fuera, y casi ninguno es un asesino en serie condenado”.
Joe Berlinger (Paradise Lost) es el director de esta película y también de la serie documental Conversations with a Killer: The Ted Bundy Tapes (“Conversaciones con un asesino: las cintas de Ted Bundy”) que también se estrenó Netflix 24 de enero de 2019.