Silvestre y la Naranja, la banda referente del rock argentino: “Nos encantaría colaborar con Alex Anwandter o Javiera Mena”

Fue durante las vacaciones, entre la naturaleza de Bariloche, que un grupo de chicos que veraneaba allí, decidieron que había que formar una banda. “La banda surgió un verano en la Patagonia Argentina, zona de lagos y montañas. Con varios de los chicos nos conocemos de ahí, por veranear en esas zonas desde pequeños. Un verano surgió la idea de empezar a juntarnos a tocar y compartir canciones. La forma en que comienza todo proyecto musical, de una manera más inocente, más natural, sin mucha proyección”, cuenta Justo Fernández en conversación con La Máquina, vocalista de Silvestre y la Naranja, banda que regresa a Chile para presentar Alter Ego, su quinto disco, el próximo sábado 18 de octubre en la Blondie.

Y este lugar, en el sur del país vecino, también está presente en el nombre de la banda que hoy conforman Justo Fernández, Francisco Nicholson, Lucas Grasso y Fernando Laprida. “Como la banda y la idea comenzaron un verano allá, queríamos que el nombre del proyecto haga referencia a ese entorno. Entonces Silvestre es por lo natural, una referencia al lugar donde todo comenzó”, agrega Fernández, ad portas de su segundo show en solitario en Chile, tras actuar en Sala Metrónomo el 2024.

Silvestre y la Naranja debutó en 2016, con la presentación de Laguna, el primer disco de estudio de la banda trasandina. A este le siguieron Anim4les (2019), Supersticiones (2021) y Sueño Cítrico (2023), disco que generó un vínculo especial entre Silvestre y Chile. “Metrónomo fue nuestro primer show propio en Chile, donde presentamos Sueño Cítrico, que lo grabamos en Chile. Se había atrasado la presentación en Santiago y era una parada obligatoria. Chile había sido una gran parte de la producción del disco” comenta el vocalista de la banda nominada a un Premio Gardel por ese disco.

Silvestre y la Naranja presenta Alter Ego en la Blondie

Lo grabamos allá, en Estudio del Sur. El país era constante en todas las conversaciones del disco. Siempre lo mencionábamos y no lo habíamos tocado allá. Ese show fue muy lindo, muy especial”, añade Fernández que vuelve para presentar Alter Ego, la última producción que sacan a la luz.

Esa conexión con la escena local también se refleja en las bandas con las que Silvestre y la Naranja le gustaría colaborar. “Se me ocurre Alex Anwandter, Javiera Mena, por ejemplo. En su momento éramos muy fanáticos de Astro, que ya no están vigentes, pero los escuchábamos mucho. Pero el primero que se me viene a la cabeza es Alex Anwandter. No lo conocemos, pero sería lindo conocerlo”, cuenta Fernández.

Y este nuevo disco llega en un momento clave para la banda, que cada día está más consolidada. Silvestre y la Naranja, que se ha caracterizado por su eclecticismo, muestra en Alter Ego una ampliación de las exploraciones sonoras que realizaron en sus trabajos anteriores. Esta vez, los tintes electrónicos toman gran relevancia, mezclando sonidos rockeros con el synthpop, significando una evolución innovadora para el cuarteto argentino. “Creo que fue una evolución bastante natural, que surge orgánicamente, según lo que sentíamos en cada momento como banda. Es importante recalcar que nunca nos gustó limitarnos a nivel estilístico. Si en cierto momento estábamos vibrando con algún estilo de música o cierto tipo de sonido, lo plasmábamos. Cada disco fue una fiel representación de la época y etapa”, señala el músico. 

El eclecticismo y la amplitud estilística es fundamental en Alter Ego, disco que ya ha sido presentado en Paraguay, Colombia, Estados Unidos, España antes de llegar al cono sur. “Para este disco, estábamos vibrando esto de la combinación entre la canción más rock-pop y lo electrónico. Este disco fue el fruto de eso. Somos muy eclécticos en la composición. Si indagases en las maquetas que tenemos dando vuelta, hay desde R&B, soul, temas de pop ochentoso, hasta un tema que podría ser de Justin Bieber y alguno de rock nacional“.

Portada de Alter Ego, nuevo disco de Silvestre y la Naranja

Siempre nos gusta explorar, pero siempre vamos a intentar mantener cierto orden y que tampoco sea un caos estético. Nos gusta cuidar eso y que haya un mensaje prolijo”, aclara Fernández, sin cerrarse a nuevas posibilidades “¿Hacia dónde vamos a ir en el futuro? No lo sé, y eso también es parte de lo que nos mantiene activos y con vida. Veremos lo que la música nos va dictando”.

El nombre del disco también se relaciona con el buen momento en que la banda se encuentra. Esto los ha llevado a extensas giras, sesiones de ensayos y entrevistas –como esta–, que explican la historia detrás del título. “El nombre nace como una especie de juego interno que tuvimos entre los cuatro, este último año o dos años, con nuestra primera gira larga. Surgió como un juego de adaptación al nuevo ritmo. Si no estábamos en un show, estábamos en el estudio. Y si no estábamos en el estudio, estábamos haciendo notas. Una especie de juego, de empezar a joder con las versiones de nosotros mismos, como uno intenta mostrarse lo más auténtico posible”, relata el vocalista de la banda. 

“Hay veces que hace falta que entre ese personaje. Y me refiero a las versiones de nosotros mismos en los shows, en las redes sociales, en las notas. La música y lo que hacemos va de la mano de la exposición, entonces ahí empiezan los juegos con las versiones de nosotros mismos”, agrega.

Silvestre y la Naranja presenta Alter Ego en la Blondie

Luego de su paso por Chile, la banda continuará la presentación de Alter Ego por México y Estados Unidos. “Es muy loco ver cómo la música trasciende fronteras. De pronto estás tocando en lugares tan lejos de casa y es muy lindo, muy mágico. Esta gira es de tres meses, en casi 28 ciudades y 8 países”, menciona Fernández. “Queremos seguir agrandando la familia latinoamericana de Silvestre. Por ejemplo, ir a Santiago e ir tocando en lugares cada vez más grandes. Ir tocando en lugares icónicos, como ya estamos haciendo de a poquito. Primero en la Metrónomo, ahora en la Blondie. Ojalá seguir tocando en los otros teatros míticos que tiene la ciudad”, confiesa expectante.  

Para su nuevo arribo a Chile, el escenario elegido será la Blondie, el día 18 de octubre, un lugar que podrá sacar el máximo de este disco. “No conocemos la Blondie, pero nos dicen que es una linda discoteca para bailar. También que siempre pasaron mucha música ochentera y britpop. Este disco me parece que tiene mucho de esa vibra medio retrofuturista ochentosa. Así que si la Blondie representa eso a nivel musical, vamos a encajar bien”, asegura Fernández a días de regresar a Santiago.

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