Es 1999. Ambiente de fin de siglo y milenio en su máximo apogeo. En estos “oscuros” días se estrenó un filme que significó un parteaguas para la historia del cine y la ficción moderna en general. Esta cinta entra en la amplia clasificación de transgénero y no por directa relación hacia sus directoras, las hermanas Lana y Lilly Wachowski, sino porque cruza varios géneros sin quedarse mucho tiempo en uno solo.
Un largometraje que innovó en efectos especiales, escenas de acción, argumento y, sobre todo, una cantidad considerable de subtextos (psicología, historia, filosofía, tecnología, etc.), entremezclados magistralmente.
Hablamos de Matrix, que cumple ya 20 años de haberse estrenado y aquí revisitaremos esta obra de culto, para posteriormente adentrarnos en lo poco que sabemos sobre su cuarta entrega.
Matrix: el agujero tecnológico visionario
De partida, el argumento de Matrix más que demoledor, es remodelador. No solo genera un antes y un después en el cine, sino en quien la ve.
La realidad resulta que no es la realidad sino una simulación (una realidad virtual) compleja, creada por robots que terminaron, cual Skynet, revelándose contra la abusiva humanidad y ahora nos tienen en dicha simulación, viviendo una vida mundana para que, con la energía que produce nuestro cuerpo (tan solo la generado por nuestro cerebro puede matar a un hombre), se alimenten las maquiavélicas máquinas.
En toda esta simulación esclavizante, aparece un grupo de rebeldes para liberar a todos los humanos que se pueda de ese yugo virtual, llevándolos a vivir al mundo real. Todo bajo tierra, porque no se puede respirar en la superficie, siendo real al menos. Para lograr aquello es necesario que aparezca un mesías, Neo, que logre derrotar a las máquinas dentro y fuera de la Matrix y así conseguir la preciada libertad.
La película, que recaudó más de 400 millones de dólares a nivel mundial, viene de la mente conjunta de las hermanas Wachowski y la dichosa intervención del productor Joel Silver en la trilogía completa, quien tiene a su haber exitosas cintas como Lethal Weapon, Predator, Die Hard o, más recientemente, la saga de Sherlock Holmes.
Cuenta con el reparto estelar de Keanu Reeves (Neo) Carrie-Ann Moss (Trinity), Laurence Fishburne (Morfeo) y Hugo Weaving (Agente Smith), entre otros destacados actores que fueron apareciendo entre la primera y tercera entrega.
Además de todo lo que Matrix, en especial la primera, aportó al cine y cultura pop, también lo hizo mucho más allá del celuloide. Existen dos videojuegos, una serie de cortometrajes animados (Animatrix), dos tomos de cómics y alrededor de 26 libros que tratan de explicar los innumerables significados, revelar conexiones con otros mitos y obras de ficción, explorar todas las referencias a las religiones y filosofías que pueda contener la trilogía y demás intentos académicos y no tanto por aprender la masa de contenidos que es Matrix.
Justamente estamos ante un producto cinemático que hace lo que solo algunos, antes que él, han hecho en el universo de la ficción y más aún en el terreno del cine taquillero.
Repasando primeramente las piezas que se desprenden de Matrix y que complementan su universo, el cual, valga decir, a diferencia de las franquicias actuales, tuvo una explotación bastante moderada. Quizás para bien, aún no existe algo que podamos considerar plenamente un Matrixverso, contrario a las más recientes franquicias de colosal crecimiento en base a una película.
Cómics de Matrix
Los dos volúmenes de cómics se reeditaron el año pasado en conmemoración de los 20 años y vienen siendo la contraparte impresa de los Animatrix. Curiosamente, a diferencia de sus hermanos animados, existen en paralelo a la película original, ya que desde 1999 hasta 2003 se hallaban en la web oficial del filme y uno de ellos (Déja Vu) se imprimió como ítem promocional para regalar en los cines durante el estreno. Sin embargo, Warner Bros. lo retiró debido a su contenido adulto.
En dicha antología se incluyen artistas con cierto renombre en el mundo del cómic como Neil Gaiman, Ted McKeever y las propias Wachowski.
Las historias expanden la “realidad” de Matrix, con sus rarezas, metáforas, acción explosiva y reflexiones profundas sobre la vida y su significado. Todo esto empaquetado en formatos que recuerdan las clásicas historietas pulp fiction cuyo representante más conocido es Dark City de Frank Miller.
Así que, básicamente estamos ante 24 historias que nos muestran más recovecos de Matrix, personajes adicionales que sufren lo mismo que los grandes protagonistas y sobre todo esa atmosfera única e irrepetible que nos deleitó en 1999. Estas historietas son altamente recomendables, no solo si eres fan de Matrix sino del arte de las viñetas en general.
Animatrix
Los Animatrix constituyen el otro apéndice del Matrixverso. Acá también encontramos un conjunto de historias (9 en total) que permitió a otros autores, directores y animadores contarnos más sobre esta extraña realidad entre Zion y la Realidad Simulada.
Indudablemente, el influjo anime que inspiró a las Wachowski está presenté en todo su esplendor a lo largo de estos cortos, cuyos directores son destacados en el mundo del anime como: Koji Morimoto (Akira, Robot Carnival); Shinichiro Watanabe (Cowboy Bebop, Samurai Champloo), entre otros.
Destaca la – para la época – muy avanzada técnica de animación usada en El vuelo final de Osiris, la cual es preludio directo a Matrix Reloaded. Escrita por las Wachowski y dirigida por Andy Jones (artista de efectos visuales en Avatar y El Libro de la selva).
Para la nostalgia friki, resalta la joya Matriculado, trayéndonos a la memoria ese rarísimo festín visual y argumental conocido como Aeon Flux. Y cómo no si ambos fueron creados por la mente de Peter Chung (sigue asombrando que fuera también responsable de Rugrats).
Videojuegos
Los videojuegos son una parte tan interesante como decepcionante al mismo tiempo. Empezando por Enter the Matrix (de 2003, originalmente lanzado solo para PC y después para el resto de plataformas) que, aunque no recibió buenas crtíticas, tuvo buenas ventas y nos ponía en la piel de Ghost (Anthony Wong) y Niobe (Jada Pinket Smith). Básicamente, un juego de completar misiones y atravesar niveles, nos daba la novedad de que dichas misiones se conectaban directamente con el argumento de la segunda película, generando así una experiencia más inmersiva para dicho filme.
Luego tenemos The Matrix: Path of Neo (2005, para todas las plataformas, menos Nintendo), juego que te coloca directamente en la piel del Elegido, reviviendo algunos momentos de la trilogía y extendiendo otros (entrenamiento, momentos no vistos del proceder de Neo durante toda la historia) y finaliza con un poderoso Agente Smith gigante hecho de autos (¡Sí la decepción para el final!).
Por si fuera poco, el final con visos de anticlimático para Matrix Revolutions los (para ese momento) hermanos Wachowski, consideraron que una gran pelea entre un Neo tamaño normal y un colosal Smith era lo que el público realmente siempre quiso ver (como si no hubiese bastado la batalla final, tipo Dragon Ball Z con un CGI muy lejos de dar la talla en ese momento). Y esto es literal puesto que los Wachowskis tienen una aparición en el juego, justificando este estrafalario final para un juego que realmente estuvo a la altura de su material fuente casi en su totalidad.
Pero dejando a un lado las decepciones, los videojuegos realmente complementan la visión Wachowski en su parte más visceral e inmediata, es decir, poder realizar la tan chinesca y grandilocuente acción que ejecutan los personajes a lo largo de los tres filmes.
Es así como tenemos tres pilares que se extienden más allá de la trilogía original y, tal como Matrix, exploran cuestiones filosóficas y trascendentales a través de vehículo de la cultura pop: comics, films animados y videojuegos.
Ahora bien, a pesar que la última parte de la trilogía recorre un camino con buenas sorpresas, pero también con grandes decepciones, uno de los elementos que hemos agradecido por muchos años, es que Matrix “decidió” ser un “producto” cerrado, en oposición a la ya, para esos años, inminente tendencia a prolongarlo todo hasta que ya no se pueda más y luego de eso, seguir estirándolo.
Esto último fue amado por muchos al principio, pero que hoy por hoy solo genera una sobresaturación que empieza a producir excesivamente enlatados, clichés, sin cuidado o aprecio por detalles, con escasos aportes realmente significativos para quienes nos sentamos a verlos, leerlos o jugarlos.
Entonces, ¿tendremos una cuarta parte con mal augurio?
Pero antes, si eres un apasionado de Matrix como yo, lo siguiente será un repaso. Pero si no, podrías encontrar más de una sorpresa:
Matrix, una ensalada de cultura pop y no tan pop
El filme de 1999, nos ofreció escenas de acción memorables junto a efectos especiales que generaron hito en Hollywood. Pero este envoltorio nos proporciona un material mucho más denso para digerir, cuya vigencia se remonta a siglos antes que Matrix y seguramente permanecerá por varios siglos más. Hablamos de toda la filosofía y rasgos religiosos que contiene la trilogía, tocando incluso tópicos de mitología y leyendas urbanas.
Podemos encontrar el referente a Platón y su mito de la caverna donde la realidad es realmente la sombra de aquello que es real, en este caso la simulación, siendo la sombra del verdadero y destruido planeta tierra.
Jean Baudrillard, filósofo francés, propuso que la sociedad ha perdido la capacidad de distinguir entre la simulación y la realidad, quedándose solo con los referentes de las cosas en vez de con las cosas en sí. No por nada el disquete que Neo busca antes que lo llamen a una fiesta, está ocult en el libro de Baudrillard “Cultura y simulacro”.
Pienso, luego existo es la máxima de Descartes, filósofo francés del S. XVI y también es parte de las filosofías que se funden en Matrix ya que la realidad percibida por los conectados a ella existe solo en sus mentes. Pero aun así, afecta por completo a sus cuerpos.
Indudablemente, la Biblia está presente en Matrix, principalmente con el tema mesiánico representado a través de Neo, la creación-destrucción-creación del mundo (como se explica al final de la tercera cinta con respecto a la Matrix en sí) y demás eventos que rodean a la vida de Neo.
Cómo olvidar la postura de crucificción que adopta cuando es llevado por las máquinas para que acabe con Smith. No obstante estos elementos no son exclusivos de la Biblia y han existido en religiones y relatos místicos tan atávicos como la necesidad de la humanidad por creer en algo superior.
Alicia y Ghost in the Shell. De más reciente data, ambas ficciones tienen lugar en la historia de las Wachowski, empezando por la elección de la píldora y el “paso por el espejo” hasta los programas tomando consciencia, viviendo, sufriendo y volviéndose prófugos dentro de la propia Matrix.
Phillip K. Dick y Julio Borges fueron escritores que elaboraron las más intricadas ficciones, en el fondo de las cuales siempre yacían cuestiones trascendentales: qué define a la identidad, qué es la realidad, cómo podemos saber que no estamos viviendo el sueño de alguien más. Cuestionamientos a los que Matrix ofrece respuestas parciales y alternativas, dentro de su propia ficción, sin dejar de hacer resonar dichas preguntas en el espectador una vez que corren los créditos.
La cultura pop en su más brutal expresión. Como una especie de catarsis posterior a las tragedias de Hiroshima y Nagasaki, la cultura japonesa empezó a desarrollar animes cada vez más violentos. Algo similar vino sucediendo con los videojuegos a nivel mundial a inicios de siglo.
La estética y “lenguaje” tanto visual como físico de ambas expresiones artísticas (animes y videojuegos) está presente de forma constante en Matrix, con los programas de entrenamiento (tutoriales), programas alternos para cargar armamento y ropa, así como esa narrativa y fuerte influjo nipón presentes desde la escena inicial de persecución de Trinity hasta la pelea a lo Gokú al final de la tercera entrega.
Ahora bien, después de un material con tantas capas de contenido diverso, que fue (restando algunos tropiezos) tan bien llevado al cine y expandido en formatos de cómics y videojuegos y sobre todo (a pesar de tener un final abierto) nos ofreció una conclusión, no tuvimos 10 años más de Matrix o spin-offs al respecto, cabe plantearse la justificación de una cuarta entrega.
Esto es lo que sabemos hasta ahora :
De entrada pudiésemos agradecer el regreso de la “trinidad” original: Reeves, Moss y Fishburnes retomando sus papeles. Así como pasa con Niobe (Jada Pinket-Smith) y el Merovingio (Lambert Wilson).
Se suma el actor Yahya Abdul-Mateen II (Watchmen, Aquaman, US) quien tendrá un papel protagónico.
También tendremos a Neil Patrick (How i met your mother) y una lista más de fichajes que resultan interesantes para la posible temática del fin: Jessica Henwick, Jonathan Groff, Toby Onwumere, Eréndira Ibarra, Priyanka Chopra y Andrew Caldwell.
Llama la atención, además, que las Wachowski no vuelven del todo, solo Lana dirigirá y escribirá Matrix 4. Aunque declaró que la esencia de su hermana estará presente en el película.
Esta vez el guión también correrá por parte de Aleksandar Hemon y David Mitchell. Ambos trabajaron con Lana Wachowski en la renombrada serie Sense 8 y Mitchell escribió la novela Cloud Atlas, accidentamente adaptada por las Wachowski.
De forma oficial, lo único que nos ha comunicado Warner es “una película completamente nueva ambientada en el mundo de The Matrix”.
Adicionalmente y dentro de la moda de las filtraciones, sabemos de las siguientes escenas filmadas: Keanu Reeves, con su aspecto actual, (nada de cyberpunk) caminando por una calle soleada. Reeves y Moss en una moto durante la noche. Esta misma pareja saltando/volando desde un rascacielos. Y por último, fuertes explosiones grabadas a puertas cerradas que generaron gran alarma en los vecinos de la zona.
De aquí en adelante solo queda teorizar y especular. Es probable que Neo pase el manto, teniendo en cuenta lo mencionado sobre el rol de Yahya y sobre todo si recordamos que otro afroamericano (Will Smith) fue la primera opción para representar a Neo. También vale tener en cuenta que la etnicidad de todos los presentes en Matrix siempre ha buscado alejarse del modelo ario popular en Hollywood.
La confirmación de escenas de acción y en especial del vuelo de Trinity y Neo nos aseguran que volveremos a entrar en la Matrix.
Si tenemos en cuenta el final de la trilogía, donde se menciona que Neo volverá y que esta vez el ciclo de destrucción/reconstrucción de Zion y de la Matrix se ha interrumpido en aras de lograr un equilibrio entre humanos y máquinas, pudiésemos pensar que alguna de las partes ha roto la tregua y el ciclo ha vuelto a comenzar una vez más. Sin embargo y usando la mente capitalista de Hollywood, el posible paso de antorcha hacia Abdul-Mateen II pudiese indicar el inicio de un nuevo (¿interminable?) camino en el Matrixverso, tal como se ha realizado previamente con grandes franquicias (Avengers, Arrow, Jumanji, Fast and Furious).
No obstante lo que es totalmente seguro es el deseo de que esta nueva entrega tenga la misma consistencia de sus predecesoras (sobre todo la génesis) y no ceda ante un mero interés capitalista por (re)formar una nueva franquicia que genere mercadotecnia ilimitada. A pesar de que proyectos como el Mandalorian probaron ser suficientemente buenos como para “perdonarles” la nueva línea de productos creada a partir de, sigue existiendo una buena cantidad de precedentes donde el revivir franquicias de culto solo genera decepción y una extensa cantidad de artículos para el consumo masivo.
Esperemos entonces que Matrix 4 valga la pena y sobre todo muestre respeto hacia su gen y los millones de fanáticos que conseguimos en ella una fuente inagotable de entretenimiento de altura relleno con un contenido cultural denso y muy apetecible.