Osrever. Reverso. Una historia que se puede ver en dos sentidos. Un cortometraje que parte por el final, en una cama con dos cadáveres semidesnudos (Mayte Rodríguez y Diego Casanueva), junto con otra joven inconsciente (Constanza Muñoz). ¿Qué pasó? ¿crimen pasional? ¿quién asesinó a quién?
Con todas esas preguntas parte este cortometraje de 12 minutos, llamado “Reverso”, filmado por uno de los maestros del terror chileno, Jorge Olguín. Dicen que si escuchas las canciones de Xuxa al revés, se escuchan mensajes subliminales. No hay invocaciones al diablo en “Reverso“, pero sí un inesperado giro hacia el final –en realidad “principio”- que juega con nuestras expectativas y prejuicios.
Su director define a este experimento como un “fashion film”, para el cual contó con la colaboración del fotógrafo Kris Ossandón, quien lo ayudó con el uso del blanco y negro, además de escenas de disparos que desafían la gravedad dignas de ‘Matrix’. Adicionalmente, el filme, grabado solo en un día, cuenta con una potente banda sonora que suple la ausencia total de diálogos, diseño sonoro que trabajó el mismo Olguín con el pseudónimo de “Juan Carpintero”. “Ahí nació mi encuentro con los programas de edición de sonido y música que terminó creando mi proyecto musical “Horrortronic”, relata a La Máquina el cineasta.
Si bien su estreno oficial fue en el Festival de Cine de Valparaíso en 2016, tras su paso por un reducido círculo de festivales, no contó con mayor distribución.
“Como siempre lo sentí como un ejercicio experimental, decidí guardarlo. La verdad que está intacto y creo que merece ser visto de nuevo, muchos amigos que han tenido la oportunidad de verlo me lo sugirieron”, asegura Jorge Olguín, quien se alista para reestrenar su proyecto por estos días.
Para la ocasión, en La Máquina entrevistamos tanto al director como a las tres estrellas de “Reverso”.
Jorge Olguín
–“Reverso” se aleja de lo que normalmente haces, del terror pasaste al thriller sicológico, ¿qué te impulsó a salir de tu área de confort?
Lo cierto es que la mayoría de mis filmes son thrillers psicológicos, siempre el horror proviene desde el interior de los protagonistas, Gabriel de “Angel Negro”, “M” de “Sangre Eterna”, Isabel de “Caleuche” y sobre todo Arriagada de “La Casa” sufren de conflictos internos que se externalizan en acciones de suspenso y terror. En “Reverso” juego más con el punto de vista del espectador, que se ve obligado a seguir una historia desde su final, para deducir las acciones que se ven en la pantalla.
–¿Qué referentes tuviste para “Reverso”? ¿“Memento”, “Sin City”, quizás?
El mayor referente para mí es sin duda es el cine de Alfred Hitchcock, un crimen visto desde un punto de vista distinto para jugar con los espectadores. Si bien en su aspecto formal se acerca a “Memento” e “Irreversible”, la técnica de crear largos planos secuencias y sin diálogos proviene de mi gusto por la etapa muda del cine de Hitchcock, que es la más desconocida.
–Grabaste esta película en solo un día. ¿Alguna anécdota que nos puedas contar de la filmación?
El desafío era contar la historia con tan solo uno o dos planos secuencias, en tiempo real y en una sola jornada. Como no teníamos presupuesto para arrendar grips y estabilizadores, decidimos usar un dron con una cámara HD incorporada. Así que operé el dron con sus hélices apagadas para seguir las acciones de los actores, como si se tratase de un estabilizador, pero en un momento el dron se apagó en medio del rodaje, perdiendo toda su configuración y el dueño estaba justo almorzando. No sabíamos cómo hacerlo funcionar de nuevo y, para no perder tiempo, agarré una cámara réflex y continué grabando, por eso me vi obligado a grabar en 3 planos secuencias.
–El final tiene un giro bastante provocador, toca temáticas LGTBQ que cinco años atrás hacían más ruido de lo que hacen ahora. ¿Qué reacciones esperas conseguir en el público? ¿crees que la recepción será distinta en el Chile del 2020?
En su exhibición en el festival a la audiencia le sorprendió mucho el final, no quiero “spoilear”, pero hace 5 años se sentía como algo provocador. Creo que la audiencia actual incluso tendrá mayor conexión y les será más evidente su discurso, un Chile que se escondía en un mundo de apariencias conservadoras, eso sin duda que provocó mucho daño y dolor.
Mayte Rodríguez, Constanza Muñoz y Diego Casanueva
–¿Qué es lo que más destacarías de este proyecto? ¿Qué fue lo que más te gustó de trabajar allí?
Mayte Rodríguez (MR): Primero, la visión de Jorge, un director seguro de lo que quiere, es un acierto. Además de tener todas las herramientas y la humildad para generar un buen resultado, él sabe muy bien qué historia quiere contar y de qué manera contarla. Se apega a la realidad, aunque sea ficción, y es atento a los impulsos de los actores, escucha propuestas… es muy reconfortante trabajar así. Mi papá es director y ese referente es muy fuerte para mí, Jorge tiene esa caballerosidad y talento necesario para confiar. Y hacer un trabajo diferente sin miedo.
Constanza Muñoz (CM): Destaco que (Reverso) se filmó en una sola locación y en un día. No había mucho presupuesto, por lo tanto es un trabajo que se hizo mucho a pulmón y a esto se le agrega que queríamos que quedará como un proyecto innovador y lleno de estética. Asimismo, tuvimos que improvisar por algunos problemas técnicos y nunca tuvimos tiempo de ensayar, por lo cual fue un proceso bastante intuitivo a la hora del rodaje, pero que Jorge supo manejar a la perfección. Jorge es un súper buen cineasta y dejamos completamente en sus manos la dirección y la capacidad de contar esta historia. También me gustó que el proyecto sea de acción, donde había peleas, balazos y mucho drama; y trabajar con los actorazos que son Mayte Rodríguez y Diego Casanueva.
Diego Casanueva (DC): Creo que lo que hace muy interesante este trabajo son dos cosas: la estética que plasmó Jorge en el corto, le da ese ambiente, ese tono, esa sensación, sensual, pasional, pero a la vez fría y mortal. Por otro lado, que la narración sea inversa hace que provoque en uno, cuando lo ve, otro tipo de cosas. Entonces, el organismo, la cabeza toda va funcionando y decodificando al revés y suceden cosas distintas. Y eso también creo que es muy interesante. Jorge era el único que tenía realmente claro este viaje en su cabeza y nos invitó a participar de él. El desafío fue entregarse y disfrutar, ir hacia algo que fue sucediendo mientras sucedía.
–¿Qué nos puedes contar de tu personaje? ¿cómo lo resumirías?
MR: Que nunca sabes quién realmente es y qué está haciendo hasta el final. Tiene este factor sorpresa que lo hace muy interesante. Eso fue lo que más me gustó. Grabándola, de todas maneras, fue difícil imaginar cuál sería el resultado. Toca como temáticas la depresión, la sexualidad y un asesinato. Es un muy buen guion.
CM: Mi personaje es una chica muy power, una femme fatale viviendo al límite, muy intensa, oscura y con un tremendo dolor por el desamor y la traición. En el corto hace cosas impensadas y agresivas hacia los otros personajes. De alguna manera, llegas a empatizar con ella, sientes su dolor y ves que solo puede ser apagado por la venganza.
DC: Mi personaje se define en base al personaje de la Mayte, se deja llevar por esa pasión, se ciega, pierde totalmente la noción del tiempo y el espacio donde está, de los costos que puede tener esa pasión en ese momento. Y tanto el personaje como yo nos dejamos llevar, ir en ese tránsito por ese departamento. Hasta que sucede lo que sucede. Es un personaje que está desde un lado totalmente irracional, desde el instinto, de los deseos, funcionando de manera totalmente animal.
–¿Fue difícil grabar este corto en sólo un día? ¿Alguna anécdota que nos puedas contar de la filmación?
MR: La verdad es que no, estaba todo muy pensado y fluyó muy bien, pero, como te decía, era difícil armar lo que Jorge tenía en su cabeza al momento de grabarlo. Al verlo entendí mejor cómo se contó la historia… Sí tuvimos conversaciones largas de cómo enfrentar a los otros personajes, entender la sicología de ella, de dónde venía y lo que le pasaba… Como fue un corto, no fue difícil la preparación y con excelentes actores que ayudaron a fluir en el proceso. La generosidad entre nosotros y compresión de lo que pasaba es clave.
CM: Fue muy exhausto, ya que comenzamos a las 8 am y logramos terminar tipo 11 de la noche bajo la dirección de Jorge. Creo que los tres agregamos a la narración mucha imaginación que sirvió para contar la historia y a cada personaje. Como anécdota, la escena donde aparezco casi cubierta de sangre, en realidad esa sangre es chocolate, lo cual no fue muy agradable trabajar cubierta de ella y menos fue sacarla. Al hacer una escena tan dramática y fuerte nos quedamos con una sensación de lo real y lo irreal, con un sentimiento de que estuviésemos viviendo esta historia terrible, triste, intensa, agresiva y como ingrediente fundamental una infidelidad dolorosa. Estos elementos terminan sirviendo para narrar de forma inversa el cortometraje, lo cual para mí fue un gran acierto y un ejercicio para pensar qué hubiese pasado si actuáramos de otra forma ante situaciones que nos llevan al límite.
DC: Teníamos poco tiempo, pero no lo recuerdo como algo difícil o desagradable, o que había que estar apurado. Sí que había que ejercer confianza, no dudar, creer en tus compañeros, en el director y fluir, entregarse, tanto físicamente como mentalmente, y en esta ficción fuerte que tiene que ver con el final, o el principio. Nada, yo recuerdo haberlo disfrutado mucho. Creo que fue un equipo súper generoso.
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Los invitamos a inscribirse a un conversatorio sobre “Reverso” donde participará Mayte Rodríguez y Jorge Olguín este lunes a las 19 horas, totalmente gratis. Los detalles acá.