Reseña de “Anora”: Entre la comedia negra al silencio de una sala sumida en la tristeza

Durante la función de “Anora”, morí de “cringe” por lo empalagoso del amor, me reí como nunca lo había hecho y salí de la sala en silencio, con un vacío y una tristeza enorme. No cualquier cinta puede hacer eso, y “Anora” es una historia que jamás creí necesitar.

Aún recuerdo aquel verano nostálgico en el que fui al teatro. La obra presentada fue Girls and Boys, dirigida por Alfredo Castro y protagonizada por Antonia Zegers. Fue una de las primeras experiencias en las que el público pasó de la risa al llanto, para finalizar en silencio.

“Anora” es una cinta estadounidense llena de personajes rusos, que demuestra una sorprendente capacidad de hacernos reír para luego culminar en una profunda tristeza que alimenta el vacío que ocultamos en nuestro ser.

Sin mucho más que decir, en Revista La Máquina te contaremos cómo fue la montaña rusa de emociones que nos dio Anora”, que se estrena el jueves 31 de octubre en salas de cine.

¿Qué es “Anora”?

La cinta cuenta la historia de Anora, una bailarina exótica que, un día, se involucra con Iván Zajárov, con quien tendrá toda una aventura romántica hasta el punto de contraer matrimonio. Sin embargo, la familia de Iván no recibe bien esta noticia y hará todo lo posible por anular este amor de cuento de hadas.

Con una trama aparentemente sencilla, parecería que esta cinta no destacará del montón, al punto de cuestionar por qué se habla tanto de ella y de su posible competencia por alguna estatuilla dorada. Por eso, aquí analizaremos por qué Anora es una nueva película de culto.

Algo que quisiera mencionar es que en Chile tenemos el privilegio de ver esta cinta al mismo tiempo que en Estados Unidos, mientras que el resto de Latinoamérica podrá verla en cines en febrero del próximo año (2025).

El impacto del sentimentalismo

Desde los créditos iniciales, la cinta nos muestra explícitamente su tono, mientras Anora sale a escena. Algo destacable es cómo construye y desarrolla personajes concretos, ilusionando y manteniendo al espectador en un sueño al estilo de Mujer bonita”. El romance entre Iván y Anora es tierno, aunque en momentos resulta “cringe”. Justo cuando parece que la vida de Anora va mejor, la situación se desploma tras su matrimonio con Iván, ya que la familia de este controla todo lo que hace.

En el segundo acto, y quizás la mejor parte de la película, el tono se vuelve más cómico, convirtiéndose en una comedia negra, con un humor clásico de golpes, insultos y caídas, comparable incluso con la cinta ¡Cuidado! bebé suelto”. Estas comparaciones no buscan menospreciar la película; todo lo contrario, admiro cómo pasa de ser una comedia romántica a una completamente negra en cuestión de segundos, especialmente en el desenlace.

No menciono más detalles de la cinta para no arruinar la experiencia de una obra tan sobresaliente en su estilo, que juega con el humor y las emociones humanas de esta manera. Sin duda, esta película irá por los Oscar.

Actuaciones muy reales para Anora

Mikey Madison interpreta a nuestra querida Anora. Conocida por sus papeles en las últimas entregas de Scream” y la última cinta de Quentin Tarantino, Once Upon a Time in Hollywood”, fue una excelente decisión darle el papel principal en esta película. Aunque los personajes secundarios aportan mucho, Anora se gana el corazón de todos y lleva el peso de la cinta hasta el final, pasando por múltiples emociones y facetas en aproximadamente 10 minutos, una verdadera estrella de la actuación.

El infantil Iván es interpretado por Mark Eidelstein, un actor ruso cuya carrera se ha desarrollado principalmente en producciones de su país. Mark deslumbra con su increíble rol de un niño en el cuerpo de un joven de 21 años: un personaje alcohólico, drogadicto y, sobre todo, mimado. Mark logra resaltar todas las peculiaridades de Iván Zajárov.

Como mencioné, los secundarios en esta cinta son un gran apoyo en la historia, y debo destacar a Toros (Karren Karagulian), Gamick (Vache Tovmasyan) e Igor (Yuri Aleksándrovich Borísov). Estos personajes se presentan justo cuando surge el conflicto principal de la cinta y se roban parte de la atención sin opacar a Anora. Cometen errores, se interrumpen y se comportan de forma tan natural que sus interacciones son icónicas. Esto se debe a un guion y dirección bien ejecutados.

Dirección y guion muy pulidos

El director estadounidense Sean Baker es un hombre sin miedo a mostrar lo que quiere, pero lo hace de manera elegante y calculada, lo cual resulta muy satisfactorio.

Sean también es el guionista, y solo puedo decir que su estilo es único. Podría compararlo con Tarantino por la fluidez y naturalidad con la que los personajes se desenvuelven entre ellos. Como espectadores, sentimos que se conocen desde antes y no tienen miedo de mostrarse como son y tratarse como tal. Esta autenticidad es algo que muchos directores y guionistas aún no logran, mostrar humanidad en personajes humanos.

En cuanto a la dirección de imagen, destacan varios planos en los que la noche contribuye de forma increíble a la atmósfera. Es oscura, pero no hasta el punto de impedir la visibilidad; vemos a los personajes y sus emociones más allá de sus acciones: miedo, rabia y, sobre todo, una profunda tristeza.

Anora | Mowlem - Newly Released - Purbeck Film Festival

Anora en pocas palabras

Durante la función de Anora”, morí de “cringe” por lo empalagoso del amor, me reí como nunca lo había hecho y salí de la sala en silencio, con un vacío y una tristeza enorme. No cualquier cinta puede hacer eso, y “Anora” es una historia que jamás creí necesitar.