Hace pocos días llegó la cinta “Cruella” a Disney Plus, pagando el conocido y criticado costo adicional. La película es un live-action de una de las villanas más populares y queridas de Disney y, además, recordemos que ya tuvo su live action con la película “101 Dalmatas”, protagonizado por la actriz Glenn Close, cuya actuación fue alabada en su momento.
Ahora, la posta la toma Emma Stone, quien nos lleva a los orígenes, juventud y trata de justificar las acciones de la villana. ¿Pagarían el costo adicional por ver esta cinta? No lo sé. Esto, a pesar de que cumple con creces con lo que prometía e incluso llega más allá, “Cruella” es uno de los mejores live action de la industria del ratón y eso es lo mejor que pudo haber sucedido.
La reinvención de “Cruella”
Uno de los elementos rescatables de la apuesta de Disney es la reinvención de la villana. Vemos la niñez cortada y perdida, sus esfuerzos por ser diseñadora y también sus deseos de venganza. Hay ciertos guiños hacia los clásicos dalmatas, sobre todo en el primer arco y sirve como respuesta hacia la obsesión de la chica por esos canes.
A su vez conocemos sus traumas y somos testigos de su desarrollo, como el bullying sufrido por ser “la diferente” y la temprana muerte de su madre, que sirven como “justificación” para el actuar de nuestra querida Estella -nombre real del personaje-.
De igual forma, conocemos el inicio de su peculiar amistad con los ladrones y su ascenso en el mundo de la moda con su extrovertida personalidad.
“Cruella” funciona en un 100% con la reinvención del personaje y sale bastante bien parada, bajo un argumento bastante básico y fútil para ser Disney; incluso, la historia se podría haber contado en una hora menos de metraje.
La cinta está dirigida por Craig Gillispie, cineasta detrás del aplaudido filme “I, Tonya” con Margot Robbie, de quien nuevamente vemos todo su estilo de dirección en “Cruella”. En este caso, tenemos a una mujer protagonista, pero, a comparación de su nombrada obra, no abusa de primeros planos. Estos son, más bien, abiertos y medios. Si bien Stone tiene el protagonismo, le da a todos tiempo en pantalla para poder brillar, logrando que Emma Stone no se lleve el peso de la cinta.
Vestuario, maquillaje y peinado: El brillo real de la película
Si hay algo que “Cruella” puede conseguir son grandes reconocimientos en vestuario y maquillaje (incluso podría conseguir los ansiados premios de la Academia). La cinta gira en torno a la moda, al estilo y el buen vestir y, al estar inspirado en los 70, no podía ser de otra manera. Vestidos grandilocuentes, una paleta de colores que juega con la personalidad de Cruella y peinados que van de la mano con la propuesta del personaje, hacen que esto sea un lenguaje propio dentro del filme y es, por lejos, lo mejor logrado de la cinta. Un gran mérito para Jenny Beavan, la diseñadora de vestuario.
Las actuaciones sobrellevan “Cruella”
Emma Stone es Cruella, de eso no hay duda alguna. La elección de casting estuvo excelente. La actriz ganadora del Oscar por “La La Land” briila con este protagónico, donde la vemos radiante y disfruta a más no poder del personaje. Si bien en un principio salieron comparaciones con la Harley Quinn de Margot Robbie, Stone logra diferenciarse gracias a que muestra un viaje total del personaje. Pese a no ser una actuación que la llevaría a triunfar en algún premio importante, Stone responde con creces a lo que se le pide y logra cautivar en pantalla con su talento y versatilidad.
Otro punto aparte es lo logrado por Emma Thompson. Su interpretación como Baroness es brillante y no cae en el cliché del personaje en cuestión, incluso alejándose, en gran medida, a Miranda Priestly, icónico personaje de Meryl Streep en “El diablo viste a la moda”. Gracias a la gran actuación de Thompson, es que puedes sobrellevar la cinta y sientes que no todo el largometraje descansa en los hombros de Cruella.
Música, argumento y longitud del filme: Comienzan los problemas para Cruella
Si bien la banda sonora de “Cruella” es bastante variada y repleta de artistas ingleses, no termina de cuajar en el filme. Se puede apreciar un abuso constante en la utilización de la música sin motivo alguno (situación muy similar con lo sucedido en “Suicide Squad”). Por dar un ejemplo, en una de las escenas finales solo utilizaron el comienzo de “The Wizard”, reconocida canción de Black Sabbath, sin mayor explicación o contexto. En algunas ocasiones te comienzas a cuestionar si es realmente necesario o un aporte a la escena en la que utilizan el recurso sonoro. Algunas veces solo se aprecia como un acompañamiento molesto sin ningún tipo de sustento fílmico.
El argumento básico del filme hace que la película sea superficial, excéntrica y sientes que la película se hizo solamente por marketing y ganancias económicas para la empresa del ratón. ¿Era necesario este live action? A mi parecer, no. Pero cumplió con su premisa de venta: Entretención a destajo y dinamismo, aunque era una película que se podía contar en una hora y media de metraje realmente.
En palabras simples….
“Cruella” es una correcta y entretenida película para pasar la tarde. Pero, sobre todo, reivindicó el genero live action, algo que casi nunca sucede con estos tipos de cintas. Pero “Cruella” lo logró…. Quizás sin pensarlo ni buscarlo.