¿Habrá otra banda que desate más la pasión de sus fanáticos chilenos que Iron Maiden?
Si bien en el espectro del heavy metal existen bandas muy queridas por sus fans, como por ejemplo Motörhead, Judas Priest, Black Sabbath, Metallica, Accept, Helloween o Megadeth, sin dudas Iron Maiden es la banda más adorada por su fanaticada en Chile. La relación que tiene el sexteto inglés con nuestro país es indudablemente especial y ha hecho de Chile una parada obligatoria en cualquiera de sus giras mundiales.
Y decimos esto porque, indudablemente, Iron Maiden regresa a Chile este 14 y 15 de octubre al Estadio Nacional, en el marco de su gira más ambiciosa: “Legacy Of The Beast”, donde las localidades para esta fecha se encuentran totalmente agotadas. Así es, 63.000 tickets vendidos a 8 meses antes de la fecha y, a causa de eso, la banda decidió agendar otra fecha para el día anterior en el Movistar Arena, la cual -¡¡¡sorpresa!!!- también agotaron entradas para ese segundo show en menos de dos horas que se inició la venta general para esta novena visita de Maiden en Chile.
No es ningún misterio lo que la banda británica provoca en sus seguidores, una pasión tan extrema que para muchos es considerada una religión, sobrepasando el lado musical, sin embargo esta es una visita histórica por partida doble.
Los shows anteriores, si bien convocan una cantidad enorme de gente, jamás los tickets se habían acabado con tanta anterioridad, además de ser la primera vez que se agenda un show doble en el país, demostrando la grandísima relación que “La Bestia” tiene con sus fans chilenos.
Scream for me, Chile!
Una relación que, como muchos saben, no comenzó muy bien.
En 1992 iba a ser el debut de Iron Maiden en tierras chilenas, y qué mejor debut, en marco de su gira “Fear Of The Dark”, hasta que autoridades religiosas prohibieron la entrada de la banda por el supuesto contenido satánico de sus letras, por “incitar a la violencia” y los “malignos efectos” de su música en la juventud chilena.
Estas fueron las razones de la Iglesia Católica (en aquellos años muy poderosa), específicamente del cardenal Medina y el obispo Javier Prado, con el fin de que la banda de Steve Harris no llegase ni a pisar suelo chileno, mucho menos presentarse el 28 de julio en la Estación Mapocho… Una total VERGÜENZA, que demostraba las ridículas atribuciones que tenía la Iglesia Católica en esos años.
Un suceso que no se olvidará de la memoria colectiva, demostrando que Chile aún estaba en la época medieval, esto en palabras del baterista de la agrupación, Nicko McBrian.
Indudablemente, fue un curioso suceso, ya que Kreator, banda alemana de thrash metal, solo con meses de diferencia, debutaba en nuestro país un 11 de abril de 1992, además es mucho más extrema que Iron Maiden, tanto en música como en letras, no tuvo problema alguno para tocar en el Estadio Chile (hoy, Estadio Víctor Jara).
La situación se revirtió 4 años después. Finalmente, Iron Maiden se presentó el 29 de agosto de 1996 en el Teatro Monumental (hoy, Teatro Caupolicán), aunque sin su vocalista clásico, Bruce Dickinson, lo que no le importó mucho a los fanáticos, que llenaron el recinto para ver por primera vez a la agrupación de Steve Harris, esta vez con Blaze Bayley en las voces, lo que no por eso esta presentación quedó apartada de polémicas, por algunos asistentes que irritaron al vocalista y también al bajista, deteniendo en oportunidades el concierto.
Un amor con altos y bajos
Iron Maiden tenía pensado pasar por Chile en su próximo tour, en 1998, aún con Bayley tras el micrófono, en un festival llamado Monsters Of Rock, junto a grandes bandas como Slayer y Helloween en el Velodrómo del Estadio Nacional un 10 de diciembre, pero la detención de Augusto Pinochet en Londres agravó las cosas; las relaciones diplomáticas entre Chile e Inglaterra se encontraban tensas en ese momento y por sugerencia de la Embajada Inglesa se decidió bajar la presentación de la Doncella de Hierro nuevamente, por seguridad de grupos adherentes a Pinochet de la época.
Sin embargo el festival se llevó a cabo, pero con los estadounidenses de Anthrax remplazando a Iron Maiden en el cartel. Otras bandas británicas emblemáticas que les afectó este conflicto fueron Blur y Jamiroquai que tampoco pudieron presentarse en Chile ese año.
La banda volvió en grande. El retorno de Bruce Dickinson, la integración de su guitarrista histórico Adrian Smith a la agrupación, y “Brave New World” que fue el primer disco como sexteto de Iron Maiden, le dio un segundo aire a la banda que sigue manteniendo hasta el día de hoy.
La gira fue un total éxito, ya que el disco fue catalogado como uno de los mejores según los medios. Se presentaron por fin ante un público masivo el 15 de enero de 2001, teniendo como telonero a Rob Halford, el vocalista original de sus compatriotas Judas Priest en la Pista Atlética del Estadio Nacional. Finalmente, la relación con nuestro país se consolida, encantando a la banda desde ese recital hasta hoy.
Pero si hay un hecho que demuestra fielmente la relación banda/fanáticos es, sin duda, el anuncio de un nuevo DVD de Iron Maiden exclusivamente en nuestro país. Este recital ocurrió para la 6ta venida, donde por primera vez tocarían adentro del aclamado Estadio Nacional con alrededor de 50.000 personas de asistencia en el marco de su gira “The Final Frontier”, que contó con Exodus como invitados especiales.
En esta producción audiovisual queda clara la pasión de los chilenos, la devoción a la banda y Iron Maiden nos lo retribuye con un concierto inmortalizado en nuestro país, su mejor público sudamericano.
Y este año no será diferente. La gira con la cual Maiden llegará al país, como lo mencionamos al principio es “Legacy Of The Beast”, contempla un tour de grandes éxitos de la banda, pero esta vez basado en el videojuego móvil del mismo nombre, donde las canciones interpretadas por la banda cumplen un rol fundamental y además están incluidas un par de cortes de la era de Blaze Bayley.
Además, la puesta en escena es fenomenal, con juego de luces, pirotecnia, pantallas gigantes, Eddie (la mascota de la banda) personificado y teniendo más protagonismo dependiendo de la canción, caracterizan a esta gira como una de las mejores y más ambiciosas que la banda ha tenido y, por supuesto, impresionará a todos sus asistentes que verán por primera vez y a los que ya han tenido la oportunidad de disfrutarlos en vivo.
Traspasando generaciones
Iron Maiden es un ejemplo de banda que ha traspasado generaciones y lo seguirá haciendo. La fiebre por haber conseguido las entradas es justificada y es algo que la banda merece y lo más seguro es que brindarán un hermoso espectáculo en agradecimiento para sus seguidores (tal vez el único punto negativo son los revendedores que ofrecen las entradas a precios ridículamente altos y perjudican a verdaderos fans que buscan asistir y disfrutar de este gran recital, otra vergüenza que falta por erradicar).
A pesar de tener algunos percances con Chile, se nota que Iron Maiden nos tiene un tremendo aprecio, recordando el incidente que ocurrió el 2016 con su avión “Ed Force One” donde una turbina quedó destruida en los hangares del Aerocardal FBO Santiago, pero la banda profesionalmente se las arregló para continuar la gira transformando este percance como un detalle menor.