En el marco del FIC Valdivia y como Medio Colaborador, Revista La Máquina tuvo la oportunidad de entrevistar a Niles Atallah, Lucas Engel y Paco Pasquette, equipo realizador del esperado cortometraje Merrimundi, una historia que nos muestra una “distorsionada versión del paraíso”, construida con títeres, música en latín y variadas texturas animadas.
En esta oportunidad, conversamos con ellos sobre su entusiasmo que significó estrenar en Valdivia, el recorrido internacional del corto y cómo este dialoga con las problemáticas contemporáneas.

Sobre el recorrido internacional del cortometraje, Niles Atallah afirma: “Estamos muy contentos con el recorrido del corto y muy felices de estar en nuestro hogar, como lo es Valdivia. También estuvimos en Montreal, Venecia, Corea, Viena y en otros lugares que aún no podemos adelantar.”
Respecto a lo que el público puede esperar de esta cinta, el cineasta asegura: “Hay guaguas que se derriten, hay colores, hay sing along en latín y no sé… Es un mundo extraño, una expresión poética muy particular. No genera medias tintas: la gente la ama o la odia”.
La trama del corto es especialmente singular, pues se define como “una distorsión del paraíso”. Para profundizar en esa idea, el director nos contó: “Estaba muy cansado de las imágenes violentas que se ven en el mundo hoy. Merrimundi nace de una necesidad de ver algo distinto. Intenta ser un paraíso, pero no lo logra; se corrompe y se convierte en otra cosa. La utopía es fracasada, pero es un intento de celebrar en un mundo con tanto horror. Nuestras creaciones son muy colectivas”.
En cuanto al universo sonoro, que juega un rol trascendental en este filme, Paco Pasquette explica: “La música la editamos como si fuera un guion, en base a lo que mandé. La idea era crear una inteligencia artificial desanimada sobre el futuro y que canta en latín. Todo fue encontrando su rumbo a medida que se iba haciendo; fue un proceso de autodescubrimiento”.
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Lucas Engel, en su calidad de productor de la cinta afirma: “fue difícil condensarlo pero al final duró lo que tenía que durar. Realmente lo aproveché y este proceso requería de confianzas de todos las aristas de la creación. Fue muy entretenido y ya nos conocemos con Niles y nos acomodamos el uno al otro. Fue un proyecto raro pero le entregó una rareza muy particular que la gente lo disfruta”.
Hablando sobre cómo éste corto se relaciona con las problemáticas de hoy, Niles asegura: “El corto celebra el caos y es muy visceral y emocional, no hay que darle mucha vuelta. No tiene guion ni sinopsis. Disfrutamos mucho el hacer la película”. Aunque en un tono crítico, el cineasta menciona: “Estoy muy cansado de ver tanta homogeneidad de la industria cinematográfica en general. Ya no las veo. Si no podemos encontrar nuevas miradas, tenemos que hacerlas nosotros”.
Lucas Engel se une a sus palabras y señala: “Es muy bonito cuando algo más experimental queda en Festivales. Y además es una invitación a las nuevas generaciones a que hagan otro tipo de cine, a que experimenten con nuevos formatos y nuevas técnicas. Y que estemos abiertos a trabajar en equipo con nuevas lecturas”.

El equipo realizado define “Merrimundi” como “Un homenaje a la imperfección y la precariedad creativa. La anarquía creativa. Es una celebración a los procesos y a la cooperación. Una celebración de un paraíso grotesco, horroroso y hermoso.”
“Merrimundi” tuvo su premiere nacional en FICValdivia y luego inicia recorrido internacional.