María José Quintanilla y su posible paso por Viña 2026: “Iré cuando la gente lo quiera y cuando sienta que lo merezco”

Con trece años desde su último álbum, María José Quintanilla estrenó nueva música ad portas de su próximo disco. Revista La Máquina conversó con ella sobre su renovado trabajo, el proceso creativo al escribir su reciente single Que Culpa Tengo Yo, la filtración previa que sufrió a semanas de su estreno y sobre sus intenciones de estar en el Festival de Viña del Mar en 2026.

Desde sus inicios en Rojo, Fama Contrafama, en el 2002, hasta su actual carrera como solista y presentadora de programas en el canal de televisión Mega, María José Quintanilla no ha parado de relacionarse con la música. Los recientes estrenos de este año como Que Culpa Tengo Yo, que salió este 17 de julio, más su sencillo anterior Tequila y Ron, serán parte de su nuevo álbum de estudio que aún no tiene nombre.

La nueva canción es una cumbia ranchera con tintes urbanos que trata con ironía un cierre de relación. Sin embargo, la artista comenta que su origen es distinto y va más allá de un quiebre amoroso.

“El proceso creativo fue en realidad consecuencia de varios fracasos. Me había rodeado de gente que me prometía mucho y que, al llegar al momento en que tenía que rendir, faltaba algo”, dice Quintanilla. “Siempre faltaba algo para avanzar. En la música me pasó y en mi vida personal. Cuando necesité que los demás rindieran, no estaban”.

La cantante de rancheras oriunda de Maipú explica que ella conecta con la música cuando siente pena o frustración. De esta manera, comenzó a componer los primeros acordes de la canción. “No lograba soltar la miera que traía adentro. Dije ‘voy a tomar a la Flor (una de sus guitarras) un rato y lo que salga tendrá que salir”, dice.

Adelantó que todas las canciones que escribió para su nuevo álbum tienen un toque personal con ella. Aunque aclara que hay algunas que parecen hablar de dramas de parejas, estas no tienen relación directa a su vida intima, sino más bien son situaciones aisladas.

“Mi gran amor siempre ha sido la música y por ella sí he sufrido mucho. No me ha tocado el sufrimiento de pareja, pero me he sentado a consolar gente por amor. Quizás me armo en la música y esa es la fibra que me toca, que me es más sensible, pero este disco está lleno de secretos. Tenía tantas cosas que no había dicho y tantas cosas que quería escribir”, señala María José Quintanilla.

Sus más recientes trabajos han sido solamente singles. Apasionada fue publicado en el 2012, por lo que han pasado trece años desde su último álbum

“Me siento orgullosa, tuve la oportunidad también de trabajar varias canciones mías antes como para ir puliendo un poco la mano. Pasé por distintos géneros sin salirme del que a mí me gusta: la ranchera”, dice Coté, quien además agrega que se demoró tres años en terminar el proyecto con mucho aprendizaje.

La artista reafirma su pasión por la música y cree que con esto salda una deuda con ella misma. No como cantante que se para en un escenario, sino con la persona creativa que le habita y “una muy inquieta y deseosa de crear. (…) Salí de mi zona de confort”.

“Este disco vino a reafirmar que yo nací para estar acá, que esto es lo que me apasiona, es decir, yo me casé con esto porque lo amo. No es moda, no es para verme bien ni bueno. Quise enfrentarme a una sensación que tenía que escribir”.

Concierto de María José en febrero – © DanielaJAS Fotografía

‘Parientes, pasó lo que nunca pensé que me pasaría’, dijo María José Quintanilla en su Instagram

A principios de julio, Coté vivió la peor pesadilla que le puede pasar a un artista: la filtración de tu trabajo. “Tengo entre rabia y pena, para qué les voy a mentir”, señaló a través de su Instagram.

De acuerdo al Código Penal, en sí mismo, no se tipifica la filtración de contenido como un delito específico, pero hay leyes y artículos que pueden aplicarse según el contexto de la filtración. En otras palabras, existe un vacío legal respecto a los derechos de autor.

“Hay que avanzar con estos derechos, también en las plataformas para los intérpretes y los compositores. Vamos avanzando de la mejor manera”. 

No obstante, se sintió apoyada por la industria chilena luego de la situación frustrante. “Quizás (antes) éramos un poquito más individualistas a la hora de pensar en la música. Cada uno pensaba en su género y en las cosas que necesitaba. Y esta nueva manera de pensar nos obligó a pensar en bloque”, cuenta Coté con optimismo.

“Antes era imposible que yo me sentara con un rockero o alguien que hace blues. Hoy en día hay una generosidad de, no solo de poder trabajar juntos, sino de compartir experiencias. Es un trabajo más colectivo que genera esperanza y es bonito. Me gusta mucho también la relación que he ido tejiendo con mis compañeros”, menciona la artista.

¿Y a Viña del Mar para cuándo?

La idea de una posible nueva participación de la cantante a la edición número 64 del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar estuvieron a través de redes sociales, pero estos nunca se concretaron. A pesar de esto, María José Quintanilla no se cierra a la oportunidad.

La primera y única vez que Coté pisó el escenario de la Quinta Vergara fue en el 2004, tras su debut en el programa de TVN Rojo, Fama, Contrafama y el éxito que tuvo su álbum México lindo y querido. Con solo 14 años recién cumplidos, la intérprete se presentó en la cuarta noche del festival y se le entregó todos los premios que se daban a un artista en ese entonces: dos Antorchas y las dos Gaviotas de plata y oro.

El éxito se repetía en la sintonía televisiva que llegó a marcar 55 puntos durante su actuación de menos de una hora. Medios de la época, tales como el diario Las Últimas Noticias, titularon su presentación como “María José tocó el cielo”.

“Yo tengo una idea súper clara de Viña. Siento que en él  -y otros que son igual de importantes como el Festival del Huaso de Olmué- debe ganar la meritocracia”, comenta. “Si me lo merezco, debo estar, si no, que pase el que se lo merezca. Celebro a mis colegas porque es un escenario difícil y que te expone a la tensión mediática y una cierta presión”.

Relata también que se siente preparada, luego de dos singles y con un próximo disco, pero se lo toma con cautela al respetar el evento musical. Opina que en si hay algo que en su vida no le ha pasado, ha sido que le regalen las cosas y todo ha sido por meritocracia, por el arduo trabajo con su equipo y no quiere perder ese orgullo.

“Tengo que cumplir dos requisitos: primero, que la gente quiera que yo esté y, segundo, que sienta que me lo merezco. Así después el día de mañana diga: ‘Wow, qué bueno que fui, porque ese año la estaba rompiendo’. Si un día estoy ahí, es por mi trabajo y eso recién está apareciendo en mí de a poco”, cuenta.

Escucha Qué Culpa Tengo Yo y el resto de canciones de María José Quintanilla por Spotify y YouTube.